Desem

Cómo desarrollar habilidades de futuro y derribar mitos

Pablo Marroche, director ejecutivo de Desem, habla acerca del necesario puente entre lo educativo y lo laboral

Tiempo de lectura: -'

31 de diciembre de 2020 a las 05:04

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Para Pablo Marroche, Desem Jóvenes Emprendedores no solo fue su primer empleo, sino que además es su “escuela”, su “casa”.  Tiene hoy 34 años, y desde los 16 que está involucrado con esta organización que promueve el desarrollo de los jóvenes. Empezó en 2001, cuando era un liceal del Elbio Fernández  y se sumó a la aventura de armar una empresa con sus compañeros como parte del programa Empresas Juveniles. Al año siguiente fue voluntario en el mismo programa pero en el Juan XXIII.  En 2003, lo invitaron a ser voluntario en la oficina, donde desempeñó tareas de auditor y guía de empresas.

También participó del programa de Socios por un día. Como quería ser periodista deportivo, lo enviaron a pasar un día con Diego Muñoz, quien trabajaba en Canal 10 y Radio Carve (años más tarde trabajaría con Muñoz y hasta cubriría el Mundial de Brasil)-

Al cumplir los 18 años, Simón Fuhrman, por ese entonces director ejecutivo de Desem, le propone sumarse al equipo.  “Me tiré de cabeza. Tuve tres períodos. En 2004  y 2005 coordiné un proyecto chico. Volví en 2008 y hasta 2012 coordiné el programa estrella Empresas Juveniles. Trabajé luego en consultoría en marketing con Marieta Sudy, Hace cinco años cuando Paola Rapetti pasa de la dirección ejecutiva de Desem a Sinergia, consideró que yo era candidato (para sucederla) por lo que participé del proceso de selección”, rememora.

Este año la organización, que mueve a 500 voluntarios en forma anual, cumplió 30 años en los que llegó a más de 170 mil jóvenes. Para celebrar, contaron en sus redes 30 historias de profesionales y emprendedores de distintos rubros, que  pasaron por la organización. “Fue espectacular. Hay muchos que dicen que fue su primera vez en el mundo emprendedor. Además como Desem tiene mucha conexión con el voluntariado, despierta eso de querer devolver”, señaló Marroche.

¿Qué procurás llevar adelante como director ejecutivo?

Enrique Baliño siempre dice que como líder uno tiene que lograr los resultados a través del equipo y crear el mejor lugar para trabajar. Como director me importa mucho la cultura organizacional, el mantener que sea un primer trabajo para muchos jóvenes, un lugar de oportunidades. Hoy en un staff de 16 personas, tenemos 10 que son alumni, que participaron de los programas. Eso es un orgullo, y replico lo que hizo Simón conmigo en su momento.

¿Y en la propia gestión?

Hay mucho de conseguir los sponsors. Como fundación, el impacto que podemos tener viene asociado a cuántas empresas puedan apoyar. En estos 30 años, nos han acompañado muchas empresas. En los momentos desafiantes, el tipo de empresa con los que la organización trabaja ayuda a campear estas tempestades. Son empresas grandes que tienen como ley las temáticas de responsabilidad social y apoyo a la comunidad.

A través de los años buscamos nuevos proyectos, ajustamos, mejoramos, pero muchas veces tenemos la oportunidad de sentarnos a la mesa y preguntarnos qué hacemos el año que viene. Esa es otra pata importante: el no aferrarnos a lo que venimos haciendo. Más allá de los programas banderas, como Empresas juveniles y Socios por un día, también creamos otros a medida donde el input puede venir por muchos lugares. Puede venir desde autoridades de la educación, de empresas que detectaron necesidades, o adaptarlo desde otros países.

¿Cual sería un ejemplo de esos programas a medida?

Por ejemplo con Fundación UPM tenemos un programa que se llama Sembrando mi Futuro de orientación vocacional y acercarles a los jóvenes oportunidades de estudio en sus comunidades.

Desem
Pablo Marroche, Diego De los Santos, Analía Piaggio, Natalia Silva y Andrea Avelino.

Por lo general se vincula a Desem con emprendedurismo juvenil, pero ¿Va más allá de ello?

Tenemos tres pilares: educación emprendedora, educación financiera y preparación para el futuro. En esta tercera van un set de herramientas para que estén mejor preparados para el futuro laboral, para que cuando tengan que salir a buscar trabajo, emprender o elegir su vocación tengan más experiencias vividas.

¿Qué beneficio tienen las empresas que apoyan, más allá de la tradicional responsabilidad social?

El motor principal son empresas que están decididas a contribuir con la educación, que creen que puede ser un factor de cambio y quieran crear una mejor sociedad. El beneficio para ellas es directo. Más allá del concepto de responsabilidad social, volcar en las comunidades donde está mi gente y los que compran mis productos, el beneficio es saber que los que vendrán son los niños que se están educando hoy. Son probablemente los colaboradores que tendrán trabajando. Es un puente que conecta Desem, el mundo educativo y el mundo laboral.

Muchas  veces hablamos que en Uruguay faltan modelos de rol,  de lo que significa ser emprendedor o empresario. La visión de muchos jóvenes al respecto es preocupante. No conocen a los empresarios referentes, no pueden vivir esos valores que se necesitan de la próxima generación de emprendedores. Está bueno el trabajo que se hace desde el ecosistema emprendedor y los medios que le dan un espacio a la generación de cultura emprendedora, para destacar esos modelos y que se conozca quienes generan cambios.

¿Cómo se las arreglaron durante la pandemia para seguir con los programas?

Ejecutamos 25 programas distintos este. Llegamos a más de 4.000 jóvenes de todo el país, en instituciones públicas y privadas. Tuvimos más de 60 horas de streaming.

Con Socios por un día logramos el mismo efecto de abrir la cabeza y conectar. El 99% de nosotros no tenemos un padre empresario o que trabaja en un empresa espectacular. Es una forma de abrir puertas y derribar un montón de mitos.

¿Qué tipo de mitos?

Nos dicen cosas como “yo pensaba que en las empresas todos estaban vestidos de traje y corbata”, “yo pensé que los jefes trataban mal a sus equipos” “yo pensé que era aburrido”. Lo que está bueno es que haya voluntarios de empresas que les cuenten su experiencia. Es fundamental.

¿Qué habilidades desarrollan?

 Cuando hablamos de educación emprendedora, queremos que el joven tenga liderazgo y responsabilidad, creatividad, que sepa trabajar en equipo, que tenga perseverancia. En educación financiera, el manejo del riesgo, de las finanzas, del pensamiento crítico, la toma de decisiones, la negociación, la resiliencia, la adaptabilidad. En preparación para el futuro, que pueda solucionar problemas, desarrollar habilidades interpersonales, que tenga capacidad de aprendizaje, integridad y ética, automotivación, una actitud positiva. Hay una palabrita que es común a estos tres pilares que es la autoconfianza. A esos programas los llamamos de “aprender haciendo”, vivir la experiencia en forma directa es la mejor manera de incorporar estos conocimientos. Es esa autoconfianza de poder decir “yo ya hice una empresa a los 16 años con mis amigos, si lo quiero hacer de vuelta, ¿por qué no voy a poder?

¿Qué se viene para 2021?

Me entusiasma que ya tenemos tres proyectos grandes. Obtuvimos en el llamado de Anii de innovación inclusiva fondos para desarrollar un Semáforo de la eliminación de la pobreza. Se trabajará con 200 familias para ver cómo están en 50 indicadores. Temas como educación, economía, salud, higiente, etc. Se hará un diagnóstico y  se les indicarán acciones concretas para mejorar.

También tenemos un proyecto de educación financiera para escuela pública financiado por Nobilis.   El otro es un proyecto regional de educación financiera para secundaria que se llama Cuentas contigo. Es una app para 500 mil jóvenes en la región en tres años. En Uruguay van a ser 10.000 participantes.

En forma personal, voy a estar integrando el comité ejecutivo de  Uruguay Emprendedor y a participar del Global Competitiveness Leadershipp de la universidad de Georgetown de EEUU

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.