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La fórmula de Peñarol para modernizar su fábrica en formativas

La posibilidad de negociar esta semana a Darwin Núñez suma un nuevo nombre a una lista que se ha ido engrosando debido a un trabajo paciente que comenzó el club hace 11 años
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21 de agosto de 2019 a las 05:00

El próximo domingo 25 se cumplen 12 años de la muerte del Cr. José Pedro Damiani. Días después, su hijo Juan Pedro tomó las riendas del club con un cargo que por entonces no existía que era el de "coordinador institucional", hasta que en noviembre de 2008 fue electo presidente. Se dio cuenta que había muchas cosas para arreglar y una de ellas era el tema de los juveniles en el club, uno de los grandes talones de Aquiles.

Enseguida designó a Víctor Púa como coordinador quien le hizo un pedido. "Necesito un lugar para que puedan entrenar. No podemos ir de un lado para el otro". Damiani compró el terreno y durante algunos meses, lo que hoy es el Centro de Alto Rendimiento (CAR) estuvo abandonado, ya que no había dinero para invertir. 

Un año después, en 2009, se construyó el CAR y con el tiempo, se fue haciendo un trabajo a destajo con mucha paciencia.

En los primeros años no se vieron los frutos. Como todo proceso serio, había que esperar. Se esperó y la cosecha se va viendo de a poco con la venta de varios de estos exponentes en las últimas temporadas e incluso en estos últimos días.

"Fue como un Antes de Cristo y un Después de Cristo. Asumimos y entendimos que había que profesionalizar al club: así contratamos a Álvaro Alonso como gerente y a Pablo Nieto como gerente de marketing. Además, la intención era contar con la mejor fábrica de jugadores del país y así llegó todo el proceso que arrancó con (Víctor) Púa y siguió con (Juan) Ahuntchain con el CAR, con tratar que los padres quisieran llevar a sus hijos a Peñarol y que los empresarios también", explicó Juan Pedro Damiani a Referí.

"Había que generar confianza", agregó el extitular carbonero.

Luego de que Edgar Welker comenzara haciéndose cargo de las divisiones menores, Rodolfo Catino comenzó en 2012 y para el 1° de enero de 2013, contrató a Juan Ahuntchain en lugar de Púa.

"Cuando tomé la presidencia de juveniles, llegó Ahuntchain y fue un paso más. Armamos la captación que fue fundamental y que tenía serios problemas en Montevideo. Hubo varios temas fundamentales: uno, el haber construido el CAR; otro, el trabajo en la parte directriz de formativas con un muy buen equipo y luego lo hecho por Púa, Ahuntchain y ahora (Fernando) Curutchet, manteniendo la misma línea y con el objetivo que queríamos llegar. Sin apurar a los jóvenes para que llegaran a Primera en tiempo y forma. Años antes de asumir, en 2009 le dije a Juan Pedro (Damiani) que necesitaríamos 20 años para ver los resultados en las formativas, porque los juveniles no pueden salir de un día para el otro. De los 10 a los 18, pasan ocho años. Y después cuatro o cinco para que se afiancen", recordó Catino a Referí.

Fernando Morena, Fernando Curutchet y Carlos Sánchez

Damiani recuerda que Púa le dijo "que aceptaba si tenía un lugar de entrenamiento y no podía recorrer varios lugares y tratamos de construir un lugar en el que no solo hay muy buenas canchas, sino que hay gimasios, una cancha techada de césped sintético, lo fuimos soñando y hace algunos años que empezó a explotar".

El expresidente agregó: "Lo empezamos con un montón de gente. Lo que creíamos era que al club había que aggiornarlo para el Siglo XXI. Había tenido excepcionales dirigentes en el siglo anterior, pero era hora de afrontar la realidad que imponía el nuevo siglo".

Para Damiani, más allá de que existe "un gran mérito de Catino" en este repunte de las divisiones menores aurinegras, la organización que realizó Juan Ahuntchain fue determinante. "Juan para mí es uno de los grandes captadores y hacedores de jugadores de fútbol de este país. Pone el orden, la disciplina, fue una pena que no siguiera en el club".

Catino concuerda con Juan Pedro: "Ahuntchain le dio un toque de calidad que fue importante. Hoy, la directiva con Pablo Torres a la cabeza, está haciendo las cosas muy bien. Cuando tomó el cargo Púa, Peñarol estaba desarmado. Con Ahutnchain se mejoró y ahora la base de la pirámide ya está con Curutchet que sigue trabajando. En algunos años se va a ver mejorada aún más la venta de futbolistas que surgieron de las juveniles del club".

Juan Carlos Braida es uno de los formadores de jugadores que trabajan en Peñarol junto a Juan Gandolfo. Es otro que habla muy bien del trabajo que ha ido mejorando en las inferiores y de la responsabilidad de Ahuntchain.

"Llegué a Peñarol en 2005 como ojeador cuando estaba Mario Saralegui en las inferiores. Luego estuvo (Raúl) Möller, después Púa, y en 2013 con Ahuntchain, me cambió la tarea. Cuando él llegó hubo como un cambió de paradigma, cambió totalmente. Se empezó a trabajar con mejor estructura deportiva, mejores materiales, más disponibilidad horaria, más gente (fundamentalmente más ojeadores y por todos lados), y los padres que son muy exitistas. Cuando empezaron a ver que Peñarol tenía una mejor actividad deportiva, les empezó a interesar que sus hijos fueran a entenar al club. Néstor Goncálvez en el interior tiene una muy buena red de gente trabajando. Es importante porque nos nutrimos de futbolistas del interior", explicó Braida a Referí.

Y añadió: "Juan (Ahuntchain) venía con la cabeza de la estructura de Defensor y eso se notó. Púa es un excelente técnico, entre sus logros fue hacer el CAR que antes no existía. Hoy está mucho más mejorado. Pero la escuela de Defensor que impuso Ahuntchain, fue muy importante, como también Catino porque apoyó muchísimo en todo momento".

La palabra de Ahuntchain

Ahuntchain estuvo trabajando durante cinco años como coordinador de juveniles en Peñarol. "En 2013 me llevó Juan Pedro (Damiani). Un trabajo que comenzó Víctor y se le fueron agregando cosas, sobre todo, el armado de lo que era el tema de escuela de Peñarol, captación, en la que solo estaba Néstor Goncálvez y trajimos a Juan Gandolfo a armar la parte de escuela y Goncálvez se quedó con el interior", recordó para Referí. Cabe añadir que luego de cumplir su contrato con los aurinegros, retornó a Defensor Sporting.

Según explicó Ahuntchain, "antes de que yo llegara, se captaba a un jugador y se lo llevaba a Peñarol AUFI, no había entrenamiento semanal de los jugadores que se captaban en el baby fútbol. Eso lo cambiamos y fue un poco la clave para empezar a crecer con la llegada de los gurises".

En los últimos años, Peñarol ha colocado en el exterior a varios futbolistas que salieron de las juveniles y casi todos ellos coordinados por el propio Ahuntchain.

¿Cómo vive esa situación? "Uno está acostumbrado a eso. En Defensor se vendieron 40 o 50 jugadores en mi período anterior. Eso me da la tranquilidad del trabajo cumplido. Nos contratan para formar jugadores y que estos le dejen algo al club. Para eso nos pagaban y creo que lo cumplimos con creces", añadió.

A su vez, sostuvo que en Peñarol "se produjo un cambio sustancial clarísimo en formativas. Me fui tranquilo de cumplir los cinco años de contrato y de haber cumplido con mi cometido. Después, los dirigentes evaluarán mi trabajo y por qué no se me renovó contrato. No tengo ningún problema con el club porque se cumplió mi contrato".

En los últimos siete años, creció exponencialmente la ganancia de títulos de las juveniles aurinegras y de futbolistas de Peñarol en las selecciones juveniles. 

"Se mejoró bastante en todos los aspectos y en infraestructura. Hubo un apoyo al armado de todo eso porque entendieron que había que apostar y hoy están sacando réditos", dijo Ahuntchain.

Nombres y cifras 

En los últimos años, Peñarol ha colocado en el exterior a algunos juveniles muy importantes surgidos desde su cantera: Guillermo Varela a Manchester United, Sebastián Cristóforo a Sevilla, Santiago Bueno a Barcelona, Federico Valverde a Real Madrid, Nahitan Nández a Boca Juniors, Jonathan Rodríguez a Benfica, Diego Rossi y Brian Rodríguez a Los Ángeles FC y ahora está en tratativas con Almería de la Segunda división española para poder negociar a Darwin Núñez.

Últimamente ingresaron al club casi US$ 30.000.000 por la venta de estos jugadores de la institución.

En toda su carrera en juveniles, un futbolista le cuesta a Peñarol "unos US$ 68 mil, porque se gasta unos US$ 1.000 por chico por mes y están entre 60 y 70 meses", explicó Catino.

En 2012 había solo cinco jugadores aurinegros en las selecciones uruguayas juveniles. Ya en 2016 eran 13 y ese número se ha incrementado en estos últimas temporadas.

"Hoy estamos cosechando el trabajo, pero saber cuándo poner al jugador en Primera es fundamental. Es una carrera de postas, no de 100 metros llanos. El que vino anterior a nosotros, nos entregó la posta y hay que correr lo más rápido posible para entregársela al otro, pero sin cambiar de dirección", concluyó Catino.

Aquel sueño de Juan Pedro Damiani se está transformando en una realidad. De la quimera a la acción y aún se aguarda que en pocos años más, los aurinegros continúen en esa formación de futbolistas que son pretendidos por varios de los clubes más importantes del mundo.

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