Parte del equipo de Charrúa eSports.

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Cómo un equipo uruguayo de e-sports de 17 personas llegó a un mundial

Tienen clases teóricas tres veces por semana y apuntan a conseguir títulos de Riot Games
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11 de mayo de 2022 a las 05:04

Hay un equipo uruguayo que trabaja día y noche para en un futuro ser el mejor del mundo. No es uno de fútbol, tampoco de básquetbol ni de ningún deporte tradicional de Uruguay. Es electrónico y se llama Charrúa e-Sports.

Este equipo, como algunos otros que han surgido en el país en el último tiempo, se formó al impulso de Richard González, un entusiasta de los videojuegos y en especial de League of Legends, uno de los más populares del mundo, que cuenta con 8 millones de jugadores por día, según su fabricante Riot Games.

“Empecé a hacer stream por YouTube y a conocer gente que se dedicaba a lo mismo”, comentó González a Cromo.

Así fue que conoció a Rodrigo Núñez, quien le escribió por Facebook para decirle que tenía un equipo de Garena Free Fire, un videojuego de luchas para celular, y que tenía ganas de hacerlo crecer.

Luego, se sumó Federico Szodo, otro fanático del mundo de los e-sports, quien se mostró interesado en participar y llevar a un equipo a que creciera a nivel internacional.

“En Uruguay no había nada. Así fue que nos reunimos los tres en 2019 y lo impulsamos”, agregó Richard.

Muchas disciplinas

Desde su creación, la idea de Charrúa eSports es abarcar la mayor cantidad de disciplinas posibles. Con ellas tratar de trascender a nivel internacional. Llegaron a tener competidores de Fortnite, CS GO, Call of Duty Mobile, Wild Rift (League of Legends Mobile). “No pudimos por infraestructura, falta de ‘personal’ y/o falta de presupuesto para mantener gente a cargo”, comentó González.

Hoy las disciplinas a las que sí juegan son League of Legends, Free Fire y Teamfight Tactics (conocido como TFT).

En este último, un juego de batallas de Riot Games lanzado en 2019,  es donde más han concentrado sus fuerzas para lograr hazañas internacionales.  

Un equipo con distintas jerarquías

En TFT tienen 16  personas trabajando y jugando. Como en la mayoría de los equipos de e-sports, hay mucha organización interna y jerárquica. El equipo de TFT está compuesto por un director ejecutivo (conocido como CEO) y un manager. Ambos interceden en todas las decisiones que se toman en el equipo a nivel administrativo y deportivo.

También cuentan con un gerente deportivo, quien se encarga de guiar a los jugadores y dictaminar qué se hará en los entrenamientos. Además, escucha propuestas y las eleva en caso de que las crea convenientes para mejorar cualquier aspecto del equipo. Según contaron en Charrúa, sugiere los equipos titulares para los partidos, que luego los resuelven en conjunto con otros estamentos de la institución.

Además, disponen de dos coaches, que vendrían a oficiar de docentes a cargo de la capacitación tanto teórica como práctica del plantel de jugadores.

No es todo. Charrúa dispone de dos analistas, quienes dan seguimiento estadístico de los jugadores durante las temporadas, un “caster” que relata los juegos competitivos del equipo y un tesorero que se encarga de llevar las finanzas.

Y los más importantes: un plantel de 16 jugadores cuyas edades oscilan entre los 17 y 33 años.

 “Nosotros no podemos pagar sueldos. Lo que hacemos es que crezcan como jugadores. Los formamos”, agregó Szodo.

Lo que suelen hacer es pagar la inscripción de torneos a los jugadores y, en caso de que obtengan un triunfo y un premio económico, dividen las ganancias.

La clasificación al mundial

Al principio, lo hacían todo para entretenerse, pero al observar el talento de los gamers y que era un juego donde había mucho novato, quisieron aprovechar la oportunidad para destacarse.

“El objetivo pasó de ser diversión con amigos a clasificar a un mundial”, señaló Szodo.

En este juego compiten en todo el mundo más de 6.500 personas. La idea era tener a algún integrante de Charrúa en el mundial de 32 participantes. Tras pasar por distintas instancias, lograron que uno de ellos llegara a la competencia que se disputó el fin de semana. La clasificación al máximo certamen internacional de esta disciplina lo hizo acreedor de US$ 1.500. Tras quedar en el puesto 13, obtuvo US$ 9.500.

“Hay una planificación tremenda”, describió Szodo. Una de las jornadas es de pura teoría y no tocan el juego. Eso sucede lunes, miércoles y viernes de 17 a 19. Allí aprenden estrategias.

De hecho, los jugadores que componen charrúa, si bien no son profesionales y no reciben un sueldo por formar parte del equipo, tienen un “fuerte compromiso”. De hecho, si no van a esas clases pueden ser sancionados. “Pasa muy poco que no van”, acotó Szodo.

En general, estos jugadores tienen al menos seis meses en el equipo. Para el mundo del gaming que un jugador permanezca esa cantidad de tiempo “es mucho”, dijeron. “Hay fidelización y también te muestra que la gente quiere venir”, dijo.

Los integrantes de este equipo, que se comunican y trabajan a través de Discord, proyectan seguir fortaleciendo al equipo y sueñan en grande: “Mi gran deseo es salir campeón del mundo”, comentó Szodo.

Un hito para los e-sports  de Uruguay

La participación del equipo en un mundial organizado por Riot Games representa un avance de los e-sports en Uruguay. Si bien hay muchos equipos que han logrado participar y conquistar torneos a nivel internacional, lo de Charrúa eSports es para mirar con atención, contaron algunos expertos en el rubro.

Otras participaciones uruguayas destacadas fueron las de Fénix en el Argentina Game Show el año pasado, cuando conquistaron premios en el juego de la Fórmula 1 y NBA 2K.

Según informaron desde la Asociación de E-Sports del Uruguay (AESU), el equipo Hax Unit ha participado en competencias mundiales del videojuego Pokémon VGC.

A nivel individual, hay uruguayos que se destacan. Uno es Marco Popitti, quien la rompe  en PUBG, un juego de batallas para smartphones que consiste en una pelea en un escenario gigante cuyo vencedor es el último que queda en pie.

Juan Ignacio Abdón, apodado y conocido en el mundo gamer como Mantarraya, creó el equipo Pineapple Express, que se destacó a nivel regional a mediados de la década pasada en League of Legends.

En FIFA, el más destacado es Agustín Wilkins, un joven que fue contratado el año pasado por Krü, el equipo de Sergio “Kun” Agüero. Había defendido al plantel de Ramón “Cachila” Arias, pero finalmente ese equipo se desmembró. l

 

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