Cosse y Orsi, compañeros… pero no tanto

Cosse y Orsi se han elogiado públicamente y reparten sonrisas cuando aparecen juntos, adelantando una futura fórmula electoral que, supuestamente, tendrá a uno de ellos encabezando y al otro acompañando.

Cosse y Orsi, cuando en estos días se les presentó la oportunidad de mostrar cuánta afinidad  mostrarán en los tiempos que se avecinan, desafinaron abiertamente.

La cosa es así: al Frente Amplio le tocaba presidir el Congreso de Intendentes en 2023 y, para que ninguno de los dos precandidatos del FA tomara ventaja sobre otro pero ambos aprovecharan la vidriera de ese cargo, Cosse y Orsi decidieron repartirse la oportunidad seis meses cada uno.

Adivinando la jugada, el Partido Nacional se opuso a tal arreglo argumentando que no estaba comprendido en las reglas de funcionamiento del Congreso.

Cualquier frenteamplista hubiera esperado que, ante la imposibilidad, Cosse u Orsi, uno de los dos, se bajara del caballo para cederle a su compañero el lugar que no podían ocupar ambos.

Pues no. Antes que ceder terreno a su contrincante interno, las figuras del Frente Amplio concedieron a un rival –al blanco Fernando Echeverría- la presidencia del Congreso. La solidaridad general, tan cara a la izquierda, se perdió en el camino de los apetitos individuales.

“Tristeza Não Tem Fim. Caso de manual de anteponer intereses personales a los colectivos. Podemos y debemos rendir más, muchachada”, escribió en su cuenta de Twitter el diputado frenteamplista Gustavo Olmos. Y tiene razón.