Foto: Leonardo Carreño.

Cuatro señales del mensaje de Lacalle Pou en su tercer año de mandato

Como había anticipado, el presidente cumplió la promesa de rebajar impuestos como el IRPF y el IASS así como en dar algún apoyo a las mipymes, pero también de su visita al Parlamento se pueden sacar otras conclusiones

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04 de marzo de 2023 a las 05:01

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Se ha hecho costumbre durante el mandato de Luis Lacalle Pou que rinda cuentas de lo hecho en el año ante el Parlamento. Se trata de una buena práctica que tiene mucho valor democrático y simbolismo político – en general los presidentes anteriores entregaban un mamotreto de memoria anual escrito a los legisladores-.

La impronta de Lacalle Pou ha sido constante en cuanto a destacar lo que considera logros de su gestión, poner énfasis en determinados temas, y pasar algunos mensajes. Este año el presidente, como ya había anticipado, cumplió la promesa de rebajar impuestos como el IRPF y el IASS así como en dar algún apoyo a las mipymes, pero también de su visita al Parlamento se pueden sacar otras conclusiones. 

Los cuatro puntos destacados

1. El anuncio esperado con gusto a poco

Era el gran anuncio que se esperaba. Todos queríamos saber cómo se aplicaría la rebaja pero el presidente sólo ocupó tres o cuatro minutos del discurso de una hora y seis minutos, a explicarlo, y sobre el final. Se limitó a señalar que unos 63.000 uruguayos dejarán de pagar IRPF (cerca del 14% de los contribuyentes), que otro 75% tendrá algún tipo de beneficio, que a su vez, 20.000 jubilados dejarán de pagar IASS y que en total esta rebaja impositiva le costará al Estado US$ 150 millones.

Desde su entorno se explicó que al estar basado en temas de deducciones no era posible entrar en detalles porque la casuística es muy amplia y era un tema difícil de abordar. Por eso fue que este viernes de mañana, Lacalle convocó a los legisladores de la coalición para “bajar a tierra” los anuncios, que se sacaran todas las dudas y con ellos ahondar en los detalles. Lo más importante, se profundizó, es que ese monto que se erogará “no depende del crecimiento económico” y que la medida está respaldada. Se admitió, como dijo el senador frenteamplista Mario Bergara, que puede ser un costo “moderado” pero dar más, implicaría sacarle a otros. Desde Presidencia se remarcó que se trata de sueldos de alrededor de $ 40.000 y de “gente que la pelea”.

2. Guiños a Cabildo Abierto

A grandes rasgos se puede decir también que no hubo mayores sorpresas en cuanto anuncios, salvo algunos que se interpretaron como un guiño a uno de sus socios, Cabildo Abierto, por ser reclamos con los que vienen insistiendo.

Uno de ellos fue el anuncio de un conjunto de medidas para las micro y pequeñas empresas (mipymes), y el de afirmar que en días habrá “noticias formales” sobre la solución encontrada por el Ejecutivo a los deudores del Banco Hipotecario, un reclamo en el que el partido liderado por Guido Manini Ríos ha venido insistiendo y hasta estaba dispuesto a reunir firmas.

Manini recogió el guante ya que aunque señaló que faltó anunciar el aumento de la jubilación mínima, consideró que “las medidas anunciadas van en el sentido correcto y significan alivio para mucha gente".

3. Buscar el calor de los seguidores

No se puede obviar que este discurso, el tercero y el penúltimo, vino precedido por el momento más duro que le ha tocado vivir al mandatario por el caso Astesiano y en un contexto en el que las encuestas lo muestran en su momento más bajo. Superada la pandemia con creces, la polémica generada en torno a la prisión y condena del jefe de sus custodios, lo tuvo desde setiembre complicado, molesto, respondiendo a los periodistas en mal tono, por eso es que se lo ha visto en los últimos meses buscando el apoyo de la militancia.

Así se lo ha visto este verano asistir a cuánta inauguración ha podido, o buscar compartir momentos más íntimos con allegados, buscando el calor de sus seguidores muchas veces en ciudades o pueblos del interior. Fue por eso que este 1° de marzo se habilitó al público a estar presente en el Salón de los Pasos Perdidos y afuera. Y si bien la militancia blanca no se caracteriza por ser masiva, (se podría decir que había más público adentro que afuera del Palacio Legislativo), el mandatario cumplió con el objetivo de llegar e irse ovacionado. Tampoco faltó en su discurso la mención a promesas con las que ha cumplido a pequeñas poblaciones como la ambulancia a San Antonio, Canelones, que era esperada desde hacía años.

En cuanto al discurso y la no mención al caso Astesiano, sin duda podría haber hecho mención a su error al elegirlo y haber incluido esa autocrítica pero el mismo salió a aclarar este viernes que entendió que no era un tema en el que tuviera que rendir cuentas porque ya ha habado del tema en muchas oportunidades. "Se esperaba que yo me parara en el medio del recinto y me hiciera el harakiri", dijo en una entrevista con el programa Primera Mañana (Del Sol). "No le hemos sacado la cola a la jeringa", insistió

4. Transmitir certezas 

El discurso, que por momentos se hizo tedioso debido a la cantidad de cifras y datos que manejó el presidente, buscó dar seguridad y transmitir que el estado de situación y los resultados obtenidos en estos tres años dejan un saldo positivo. Por eso, a la presentación titulada “Camino al desarrollo”, Lacalle Pou destacó el “crecimiento económico, aumento de empleo, finanzas equilibradas, cumplimiento de metas fiscales, apoyo creciente a los más vulnerables”. También hizo mención a lo que considera logros en seguridad pública y aunque reconoció que “hay elementos que nos son suficientes”, y admitió que los homicidios han sido “el delito más complejo” de atacar, en todo momento se esforzó por mostrar mejores logros que el FA: cuando dijo que hay 17.000 desempleados menos que en 2019, o cuando comparó que este enero llegaron 10% más de turistas que en 2019, último año de gobierno de izquierda.

Con ese objetivo de transmitir certezas volvió varias veces a la idea del camino: “El camino transcurrido es el correcto, no exento de piedras y complicaciones”, dijo  y minutos después volvió sobre la idea al señalar que el “camino a seguir está claro”. Y en esa línea le dio un cierre emotivo a su presentación, que escribió de su puño y letra, en el que se le quebró la voz al enunciarlo: “Acá está el gobierno, aquí estoy yo, como el 1° de marzo de 2020, para hacer todo el esfuerzo posible para que los uruguayos sean cada vez más libres, sean más prósperos y (puedan) vivir en una sociedad más justa y solidaria”. 

La cuenta regresiva del gobierno empezó. Quedan 730 días, como le gusta recalcar al mandatario, en el que los uruguayos definirán si se sienten más libres y más prósperos.

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