Israel Damonte, de 30 años, llegó ayer a la hora 21 a Montevideo y luego se trasladó al Centenario para observar el partido clásico. Se trata del último refuerzo para el plantel que dirige Marcelo Gallardo: “Tenía muchas ganas de jugar en un club grande como Nacional” dijo por teléfono a El Observador.
Los dirigentes de Godoy Cruz querían que se quedara, pero él hizo fuerza para desvincularse: “Hace seis meses tuve la oportunidad de pasar a River Plate o Colo Colo y me quedé porque Godoy Cruz tenía doble competencia y además yo tenía una gran relación con Jorge (el técnico Da Silva). En este momento hay un técnico nuevo y pensé que era el momento de salir”.
Su carrera comenzó en las divisiones juveniles de Estudiantes de La Plata y debutó en Primera en 2001. Luego pasó por Quilmes, San Martín de Mendoza, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Veracruz de México, Nueva Chicago, Arsenal, Asteras Tripolis de Grecia y Godoy Cruz. “Aprendí mucho en lo táctico de grande” admitió Damonte, quien agregó que “uno conoce sus limitaciones y trato de dejar todo y ser profesional. También de ser importante para el grupo desde donde me toque estar”.
El jugador tenía previsto arribar a la hora 19, pero su vuelo se atrasó y finalmente llegó dos horas más tarde.
“Estoy acostumbrado a jugar dos competencias paralelas. El último año lo hicimos con Godoy Cruz y peleamos el torneo hasta la última fecha. Jugué casi siempre, eso es bueno, el fútbol es así y va a estar lindo porque el jugador siempre quiere jugar”.
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