De producir a Michael Jackson a crear una red de podcast desde José Ignacio

Ha trabajado en la producción de televisión y espectáculos internacionales y se ha codeado con figuras de la talla de Michael Jackson, Michael Jordan, Bill Gates y Michael Schumacher.

De origen alemán, Schirrmann llegó a Uruguay por primera vez en 2012 por recomendación de una conocida suya argentina, que le aseguró que, por su forma de ser, le iba a gustar el país. Lo que fueron unas vacaciones con amigos en una casa de José Ignacio se convirtió en el comienzo de un vínculo más duradero. A los pocos meses, Schirrmann volvió en busca de un terreno, se puso en contacto con el arquitecto Martín Gómez -que había hecho la casa donde se había hospedado- y le encargó una construcción. Un año después, la casa estaba hecha y desde entonces comenzó a pasar estadías de varios meses en su rincón de la costa uruguaya que intercalaba con los viajes de trabajo.

Hoy, ya hace más de un año y medio que está instalado en Uruguay, un poco “obligado” por la pandemia y otro poco por decisión propia. Como exproductor audiovisual, sigue trabajando en consultorías y proyectos, además de dedica sus días a disfrutar de José Ignacio, jugar tenis, polo, algo de golf y practicar español.

¿Qué lo impulsó a hacerse una casa en Uruguay?

Yo vivía en Alemania y en vez de tener una casa de descanso en Ibiza, donde en verano hay un lindo clima pero el invierno es muy frío, preferí buscar algo que fuera opuesto. Elegí Uruguay porque me gustó, no hay casi violencia, los crímenes son bajos, la gente es amigable, la brecha entre la población y los más ricos no es tan grande. Hay buena educación; es fácil hacer amigos. Me gusta el estilo de vida.

Escogí José Ignacio porque me gusta la vida silvestre, el océano y por la gente. Lo más importante es la gente que vive aquí, se da una linda mixtura entre locales, argentinos y algunos europeos.

¿Por qué decidió quedarse a vivir de forma permanente?

Fue una decisión fácil la de quedarnos acá el año pasado, porque el covid en Uruguay era muy bajo en comparación con el resto del mundo, pero también fue un poco triste no poder ver a mi padre, por un largo período.

Hasta hace seis años atrás, yo trabajaba en Alemania como productor en el área de entretenimientos. Producía muchos programas televisivos, desde talk shows como Markus Lanz de la tv alemana, hasta grandes espectáculos musicales, como el concierto Michael Jackson & Friends de Múnich en 1999. Pero hace seis años sucedieron algunas cosas en un breve tiempo —una operación de espalda, la separación de mi socio de negocios, entre otras— y sentí que tenía que cambiar algo en mi vida y quizás podía hacerlo en Uruguay.

Ahora estoy más o menos retirado haciendo consultorías en esta categoría y tratando de hacer algo aquí en Uruguay, para generar una red de podcasts en español a través de mi empresa Surfin. Tengo conexiones en Spotify y estoy tratando de desarrollar el formato podcasts en Latinoamérica, creando diferentes programas, desde empresariales hasta de deportes. Ahora, por ejemplo, estamos trabajando en un podcast con Xn Partners sobre negocios que se estrenará a mediados de julio y conducirá Enrique Baliño.

¿Cuál fue el mayor logro de su carrera?

Fue agradable hacer todos esos grandes eventos en el estadio olímpico de Múnich, como el de la gira de Michael Jackson en 1999. Fue increíble, había mucha gente involucrada, pero también me gustaba el trabajo para los talk shows, en los que conocí a mucha gente importante en ese momento, como Michael Jackson, Bill Gates, Bill Clinton, Michael Jordan, personas que generaron un cierto impacto en el mundo. También conocí a muchos “desconocidos” con historias muy interesantes que pasaron por situaciones difíciles y que te hacían pensar en cómo vivís tu vida. Eso es lo que más me gustaba de mi trabajo y al final del día no era trabajo para mí. Trabajaba mucho, a veces 18 semanas sin un día de descanso, pero amaba mi trabajo y también sabía que era bueno en eso, porque funcionaba.

¿Se ve viviendo el resto de su vida en Uruguay?

Por el momento sí. La forma de vida es muy buena y me gusta. Amo a Alemania, pero estoy aprendiendo a amar a Uruguay al mismo nivel. Me encanta vivir aquí y estoy muy agradecido por todo. Pude conseguir mi cédula y la vacuna muy rápido, y no creo que esto sea normal. Estoy contento de haber encontrado este pequeño lugar, que es secreto. No conozco gente que haya venido y no le gustase, todos dicen que el lugar tiene algo especial.