Leonardo Carreño

Del miedo al desaliento, los uruguayos ante la incertidumbre del coronavirus

El temor lleva a cumplir las normas, pero también incluye impactos sociales vinculados a la percepción del “bienestar”, que ya fue golpeado, según un estudio de la consultora Opción

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05 de abril de 2020 a las 05:00

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"Quedate en casa”, “de tu conducta depende la salud de todos”, “es un tema de responsabilidad social”. Con todos esos mensajes fueron bombardeados los uruguayos en las últimas semanas, en medio de la incertidumbre y el miedo propios de un fenómeno sin antecedentes, sobre el que los países siguen aprendiendo todos los días.

Las clases se suspendieron, los espectáculos públicos también y gran parte de las empresas adoptaron formas de teletrabajo para evitar la aglomeración de personas en oficinas. La circulación se restringió a actividades esenciales: ir a trabajar (en caso de no poder hacerlo desde casa), al supermercado, la farmacia o a pasear al perro. 

Es por todo esto que el coronavirus, además de golpear a la economía y al sistema sanitario, impacta en la sociedad, y los efectos que tendrá una vez que todo vuelva a la normalidad son insospechados. 

Para el sociólogo Leonardo Mendiondo lo primero que emerge ante este tipo de fenómenos es el “temor”, que además se convierte en el motor que lleva a acatar las medidas recomendadas por las autoridades. 

El miedo a lo desconocido, que en este caso se acentúa con la sobreinformación y las noticias diarias sobre muertos a nivel mundial, es lo que llevó en los primeros días a que muchos uruguayos salieran en masa a surtirse de alimentos, productos de higiene y limpieza. 

Diego Battiste

Pero en la medida en la que se aprende a “convivir” con la nueva coyuntura, el miedo disminuye y con él el nivel de acatamiento a las medidas. Como ejemplos de esta situación sirvieron las imágenes de uruguayos aglomerados en ferias, así como personas paseando en grupos por la rambla. 

“El uruguayo no es muy respetuoso de las normas”, afirmó el sociólogo, quien puso como ejemplos al tránsito y la inconducta a la hora de tirar basura en las calles. “No somos, en ese sentido (de acatar las normas), personas que se rijan estrictamente por el ‘deber ser’”, agregó. 

Así como el miedo genera que se acaten las normas, también dispara un “control social” sobre los demás, que en ocasiones puede llegar al extremo del “escrache” o intentar prender fuego la casa de quien viola recomendaciones.

“Los controles sociales informales, lo que concretamente llamamos ‘chusmerío’, se refuerzan. ¿Cuánto se refuerzan? Es en función del miedo o del terror. Y puede llegar a ser una cacería de brujas”, consideró Mendiondo. Y lo resumió de la siguiente manera: “Cuánto más miedo, mayor control social y mayor predisposición a hacer las cosas más irracionales”. 

Leonardo Carreño

Así como el impacto económico y el sanitario se pueden medir en términos de variables, también se puede hacer lo mismo con el social. La consultora Opción elaboró en los últimos días un estudio sobre la “auto-percepción del bienestar de los uruguayos”, que fue presentado este viernes en Todas las voces de Canal 4. 

El sociólogo y director de Opinión Pública de Opción, Rafael Porzecanski, señaló a El Observador que los datos sugieren que el coronavirus podría tener un impacto en la “autopercepción del bienestar de los uruguayos”. “Los promedios, que se miden en una escala del 1 al 10, generalmente están por encima del 7. Y acá estamos viendo que está más cerca del 6”, explicó. 

Los principales factores de ese cambio son el encierro, los problemas económicos y laborales, así como el miedo al contagio, algo que apareció sobre todo en los adultos mayores. 

“Acá hay un problema: esto es un shock. Es algo repentino y drástico. Y eso generalmente tiene efectos negativos más pronunciados que las graduales”, señaló Porzecanski. 

El impacto a nivel social puede ser tanto más grave que el económico y sanitario, ya que los indicadores como el bienestar emocional de las personas también se usan para calcular la prosperidad de los países. 

Gestionar las emociones

Para evitar que el coronavirus tenga un impacto negativo, el psicólogo Alejandro De Barbieri recomienda prestar especial atención en la “gestión” de las emociones, lo que implica buscar formas de encauzar esos sentimientos. Miedo, angustia, frustración, enojo, aburrimiento, tristeza, soledad, son algunas de las emociones que afloraron en las últimas semanas entre los uruguayos. 
 “Los trastornos psicológicos van a aparecer y ya está apareciendo”, consideró De Barbieri, aunque confió en que una vez que pase la emergencia sanitaria los uruguayos habrán aprendido acerca de la “resiliencia”. 
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