The New York Times

EEUU: entrar al mercado laboral desde la casa donde creciste

Ante el cierre de las oficinas, los recién graduados encaran su primer trabajo como una experiencia con claroscuros; los expertos aconsejan calma

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20 de julio de 2020 a las 05:00

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Por Bryan Pietsch

El cuarto de juegos en la casa familiar de Hannah Todd durante mucho tiempo había sido un refugio donde pintaba y cobraban vida las aventuras que imaginaba con sus muñecas Barbie. Su armario está colmado de los disfraces que usó cuando participaba en competencias de danza, y el mural de visión que hizo en el bachillerato está colgado en la pared.

Pero el mes pasado, el cuarto fungió como la oficina de Todd en su primer día como analista financiera en Medtronic, una compañía de dispositivos médicos con sede en Minnesota.

“Cuando regresé, el cuarto seguía igual”, dijo Todd, de 21 años, en la habitación en la casa de sus padres en Corcoran, Minnesota, 32 kilómetros al noroeste de Minneapolis. “Entras al cuarto y te sobrecoge la nostalgia de tu vida de antes”.

Puesto que en todo EEUU las oficinas siguen cerradas, Todd, que obtuvo un título en Finanzas de la Universidad Estatal de Arizona, es una de muchos otros graduados recientes que comienzan su vida profesional desde el lugar donde crecieron.

Según el Departamento de Educación, casi 4 millones habían de graduarse de instituciones de educación superior en el año académico de 2019-20. A causa de la pandemia, a algunos les han revocado las ofertas laborales que les habían hecho, mientras otros se enfrentan a un mercado laboral desalentador.

Este mes, las ofertas de empleo en la plataforma Indeed bajaron 25% en comparación con el año anterior en estas fechas. En mayo, las oportunidades laborales fueron todavía menos, y la diferencia en comparación con el año anterior fue del 39%.
Pero incluso antes de que llegara la pandemia, los nuevos graduados con frecuencia tenían dificultades para encontrar trabajo; la tasa de desempleo entre los jóvenes, que es del 25%, suele ser del doble que la tasa nacional.

Los suertudos

Para aquellos que tienen la fortuna de empezar a laborar de tiempo completo durante la cuarentena, la ocasión sigue teniendo sus claroscuros. El primer trabajo que se consigue después de graduarse  suele representar un nuevo comienzo; rostros nuevos y salidas a bares en una ciudad desconocida o unirse al equipo de sóftbol de la oficina, aunque nos dé pena, a fin de conocer a los colegas.

Hannah Derleth, que se graduó de la Universidad Estatal Ball en Indiana y en marzo se mudó a la casa de sus padres a una hora de ahí, se sintió aliviada de haber conseguido un puesto como coordinadora de mercadotecnia para una plataforma que ofrece clases de piano en línea, después de que fracasaron los planes que tenía con otro empleo tras graduarse.

Pero la falta de comunicación en persona con sus nuevos colegas no ha sido ideal; conoció al supervisor de su supervisor en “30 segundos” cuando fue a la oficina a recoger una computadora. Ha estado trabajando en un escritorio donde solía estudiar de niña.

El flujo de información que le llegaba por medio de videollamadas el 11 de mayo, el día que  comenzó su nuevo empleo fue como “beber agua de una manguera de bomberos, como cuando empiezas cualquier trabajo”. Compartir pantalla y el retraso en la transmisión del video, aunado a la imposibilidad de conocer a sus nuevos colegas, resultó ser fatigoso.

Katarina Delgado, de 22 años,  se graduó de la facultad de administración de la Universidad de Arizona, y tenía previsto mudarse a Seattle para un puesto como gerente de proveedores minoristas en Amazon. Pero, en lugar de eso, divide su tiempo entre la casa de su padre y la de sus abuelos, donde vive su madre, en Las Vegas.

Hizo una pasantía en Seattle con Amazon el verano pasado con el mismo equipo, lo cual ha facilitado un poco su transición al puesto de tiempo completo.

Pero las notificaciones de Snapchat e Instagram de momentos archivados de sus días en Seattle el año pasado son difíciles de ver. “¿Cuándo voy a tener esa vida que ansié y por la que me esforcé tanto?”, preguntó.

Un cambio de escenario

Los nuevos reclutas quizá esperaban comenzar sus carreras en oficinas lustrosas –Amazon construyó enormes invernaderos llenos de árboles en la sede de Seattle– o en elegantes salones de juntas con vistas panorámicas del lago en Chicago o de los rascacielos de Nueva York. Todd, que tenía planeado mudarse a Minneapolis, realizará sus videoconferencias desde un entorno más rural, junto a una ventana con vista al campo.

The New York Times

Si bien se siente decepcionada, le emociona desayunar y sacar a pasear al perro con su padre, quien también está trabajando desde casa.
Matthew Feldman, que se graduó de la Universidad de Siracusa en Nueva York, comenzó su empleo en junio con Raytheon, la empresa contratista en materia de defensa. Trabaja desde el sótano de la casa de su familia en  Pensilvania, donde han vivido desde que iba al jardín de niños.

La mala señal que hay en el sótano, debilitada por toda una familia que trabaja de manera remota, le hizo temer a Feldman que las llamadas de capacitación se fueran a desconectar.

“Teníamos a cuatro personas trabajando por su lado con la misma conexión de internet”, dijo. “Fue una verdadera pesadilla”.
Adultos emergentes

Jeffrey Arnett, profesor de Psicología de la Universidad Clark en Massachusetts y director ejecutivo de la Sociedad para el Estudio de la Adultez Emergente, dijo que, aunque parezca problemático para los recién empleados vivir en casa con sus padres, la vida de los posgraduados es a menudo “singularmente inestable”, incluso en circunstancias no pandémicas.

“Tienen grandes expectativas de que una vez que se gradúan la vida se les va a revelar”, apuntó.
Ha dedicado su carrera a estudiar lo quellama “la adultez emergente”, una fase que abarca las edades de 18 a 29 años y que consiste en que los jóvenes frecuentemente dedican más años a los estudios y se casan más tarde que las generaciones anteriores.

Es comprensible que la disonancia de entrar a la fuerza laboral estando en el hogar de la infancia se sienta “como un paso atrás”, explicó, pero los exhorta  a no presionarse demasiado. ¿Su consejo para los que están estresados por tener su primer trabajo a distancia? “Tranquilos”. “Las cosas son caóticas ahora mismo, pero es una época caótica en la vida de todas formas”, dijo. 

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