brindis

Opinión > Alejandro Fantino

El arte de decidir en el aquí y el ahora

Tiempo de lectura: -'
26 de diciembre de 2023 a las 05:04

¿Cuántas decisiones realmente importantes tomamos en nuestra vida? ¿Qué consideramos como „decisiones realmente importantes‟? Irnos de la casa de nuestros padres, formar una familia, criar a nuestros hijos, elegir un trabajo, cambiar luego ese trabajo por otro porque nos hace más felices, mudarnos del lugar en donde vivíamos a otro en busca de un mejor futuro, separarnos, volver a intentar el amor con otra pareja, estudiar una carrera y tratar de recibirnos, son algunas de ellas.

En una vida promedio de 80 años una persona toma decisiones realmente fuertes a partir de los 20 años aproximadamente. De manera que el número ya baja a sesenta. En 60 años se viven 21900 días. Si a este número le quitamos las siete horas diarias de sueño promedio, sólo le quedarán 15500 días. Los poetas de Roma tenían razón: “el tiempo vuela”. Y la magnífica frase clásica Carpe diem (“Cosecha tu tiempo”) expresaba con claridad la necesidad de valorar el tiempo presente, el único que realmente existe. Ovidio y Horacio aconsejaban en sus famosas odas aprovechar el día, instando a no desperdiciar el momento. Casi nadie hace este tipo de cuentas. Hacerlas es angustiante. Es asomarse a la explosiva finitud de nuestro tránsito vital. Por eso, si estás rumiando o pensando una gran decisión, tómala, hazlo ahora. Todo es veloz. Todo fluye y nada permanece.

Epicuro afirmaba: “Los dioses existen, pero no se ocupan de los hombres”. Así que tendrás que ocuparte tú, rápidamente, de lo que decidas para lo que viene en tu vida. Tu alrededor es „tu cosmos‟. Tu vida, tu familia, tu trabajo, todo ello representa „tu mundo‟. No es el mundo, sino “tu mundo” dentro del mundo. Primero habitas tu mundo para luego formar parte del mundo. Debes intentar ser feliz en tu mundo para luego ser feliz en el mundo.

¿Cuál es la idea fundamental de los estoicos? La existencia de un orden racional universal con el que el hombre debe necesariamente sintonizar. O sea, debemos vivir de acuerdo con la naturaleza, dado que para el estoicismo “lo racional y lo natural coinciden”. En „De la tranquilidad del alma‟ Séneca le da consejos a Sereno, un joven con algunas inquietudes sobre su vida, que solo buscaba tranquilidad interior en medio de la incertidumbre. Séneca le aconsejaba el cultivo de la virtud, la aceptación del propio destino, el control de las emociones y el autoexamen. La autorreflexión es especialmente importante si queremos comprendernos mejor a nosotros mismos y convertirnos en mejores personas. El examen interior que proponía el estoico Séneca más tarde sería tomado por los cristianos como examen de conciencia para terminar en la confesión y en una ética personal basada en el autocontrol para ir por el camino recto.

Extraigamos de los estoicos la necesidad del autoexamen para saber dónde estamos parados en nuestro día a día: es clave poder hacer, primero, un escaneo interno para determinar cuánta felicidad nos habita y, luego, dar el paso hacia la toma de una decisión importante, llevarla adelante, quebrar con lo que nos tiene atados, volver realidad lo que creemos imposible tan solo por temor. Podría servirnos transformar la famosa cita de Winston Churchill “Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir” por “Pasé más de la mitad de mi vida pensando cambios que nunca me animaría a producir”.

¿Cuál es la patología del ánimo más común? La insatisfacción. Al leer estas líneas, podrías notar cómo la insatisfacción por tu propia persona se convierte en un tormento menor en comparación con el que experimenta quien por motivos de apariencia o por la carga que ella conlleva, se ve obligado a fingir más por la aprobación de la sociedad que por voluntad propia.

¿Acaso no llega un tiempo de toma de decisiones? ¿No es este fin de año el momento de decir “Es ahora y lo haré”? Marco Aurelio indicaba que uno de los peores pecados humanos es vivir por inercia; no vivir como uno quiere, sino vivir como uno lo ha hecho siempre. Y eso no es vivir. La inquietud y la actividad inútil son el producto de sentirse insatisfecho con uno mismo y eso desequilibra internamente.

Para ir culminando estas líneas, citaré al poeta romano Lucrecio, quien dijo “Así huye cada uno de sí mismo. Pero, ¿De qué sirve si en realidad no se consigue huir de uno mismo? Cada cual se persigue y cada cual se acosa a sí mismo como un compañero que lo oprime”. Queda claro que el estado de insatisfacción, unido al miedo a producir un cambio radical, no depende de los lugares en donde estemos, sino que depende de nosotros mismos. ¿Estamos dispuestos a buscar lo que los estoicos llamaban „ataraxia‟ (tranquilidad del alma), o sea, el placer estable?

Cosecha tus horas, haz el cambio que necesitas, anímate a dar el paso, rompe con lo establecido y migra hacia donde tengas que migrar, a una mejor vida, donde sientas que hay mejores pastos y mejores destinos. Y, aunque suene duro, esta última columna del año intenta hacerte ver que tu vida se expresa en horas, no en años, ¡horas!

Que el 2024 sea el año de todos ustedes y que tengan la fortaleza para encarar eso que quieren hacer hace tiempo y no se animan. Cierro este escrito con ayuda del maestro Séneca: “Cuando no sabes hacia donde navegas, ningún viento es favorable”. Iza las velas de tu vida y navega hacia la felicidad

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...