El ojo clínico de Leonardo Ramos para elegir a sus refuerzos en la pretemporada determinó que Pablo Lima, hijo pródigo de la casa con reconocida trayectoria en el exterior, Gonzalo Porras, de buen campeonato en River Plate, Jonathan Álvez, proveniente del ascenso, y Líber Quiñónez, que llegaba como goleador de Racing, fueran los pilares del equipo que se consagró como el mejor del Apertura.
Justamente el ex cervecero, que también gritó goles en Cobreola de Chile y Gimnasia y Esgrima de La Plata en Argentina, fue quien sumó ocho goles al servicio del equipo campeón y despertó el interés de Tiburones Rojos de Veracruz.
El presidente Oscar Curuchet confirmó que el club recibirá dinero por el delantero y que “tiene las puertas abiertas para regresar”.
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