Camilo dos Santos

Aníbal Dutra, el director del Hospital Maciel que desmitifica la gestión Villar y mantiene unas horas en la Española

El director del hospital público llegó con el desafío de la pandemia; mantiene su trabajo en el sector privado pero advierte que se apartará si eso implica un conflicto de interés

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12 de junio de 2022 a las 05:00

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Una llamada del presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, hizo que tuviera que decidir en 24 horas si volvía a la actividad pública después de cinco años –había sido durante nueve años adjunto en la dirección del Hospital Pasteur–, y recortaba de ese modo sus ingresos. 

Aceptó la propuesta pero no le implicó dejar su rol en el sector privado: combina su tiempo entre la dirección del Hospital Maciel y su cargo de alta dedicación en la Asociación Española. Advierte sin embargo que sabe cómo actuar si se le presenta en el futuro algún conflicto de intereses y que, hasta ahora, no le ha pasado estar en ese lugar incómodo de sentirse de los dos lados del mostrador.

Aníbal Dutra –que nació en Tambores, Tacuarembó, pero que se afianzó en Montevideo apenas empezó a estudiar– se especializó en infectología y eso lo llevó a integrar la comisión asesora del Ministerio de Salud Pública y, apenas un mes después de iniciada la emergencia sanitaria, asumió el liderazgo del Maciel. Allí se encontró con que tenía que adaptarlo a las necesidades de la pandemia sin dejar de atender todo aquello que posiciona al hospital público como un centro de referencia a nivel nacional para unos 295 mil usuarios. 

También se enfrentó al desafío de mantener la buena imagen que había dejado la administración liderada por Álvaro Villar. Aunque dos años después aduce que esa imagen era, sobre todo, mediática: cuenta sobre trabajadores que cobraban durante años por horas no trabajadas y se tomaban licencias sin que pasaran por un registro oficial.

Sobre la línea directa con Cipriani –con quien compartió cursos de formación y coincide en la afinidad política–, la impronta que le dará a su gestión y los pedidos para la Rendición de Cuentas, habló durante una entrevista con El Observador

¿Cómo llega a ocupar el cargo?

El presidente del Directorio (de ASSE), con quien nos conocemos e hicimos cursos de formación en gestión hospitalaria en conjunto, me llamó, me hizo la propuesta, le pedí unas horas para pensarlo. Yo no me lo veía venir, pero, cuando me llamó, sospeché. Le dije: dame 24 horas para pensarlo. Porque esto implica que yo haya dejado mucho la actividad privada.

Que es más rentable…
Es mucho más rentable. Tengo entre 36 y 38 horas semanales en el hospital y en el servicio privado tengo 12. Voy todos los días pero muchas menos horas.

O sea que no le implicó dejar la actividad privada.
Uno tiene que pensar en el largo plazo. Estos son cargos de confianza, pueden ser temporales, y mañana no estoy. Son cargos de confianza que tienen mucho que ver con el poder. 

¿En dónde trabaja en el sector privado?
En la Española.

¿Qué rol ejerce?
Soy infectólogo. Tenía un cargo de alta dedicación en que hacía policlínica infectología, comité de infecciones y sanatorio. Después me agregaron tareas y eso aumentó las horas de cargo de alta dedicación. Eso lo dejé y lo reduje a 12 horas semanales. Ahora (miércoles de tarde) me voy para allá.

¿Y eso no le genera un conflicto de intereses? ¿Dirigir el Maciel y estar a la vez en el sector privado?
Cuando decidí venir al Maciel pensé en eso. Y dije “bueno, me aparto cuando considere que existe el conflicto” y se lo planteé a mi equipo de dirección, mi equipo de trabajo: “Si ustedes lo consideran, quiero que me lo digan, como yo se los voy a decir a ustedes si lo considero”. Hasta el momento, no ha pasado.

Esto también se lo planteó a Cipriani…
Exacto.

¿En qué situaciones entiende que estaría ante un conflicto de intereses?
A veces, en la venta de servicios. Pero por suerte la Española no se presentó a ninguna licitación desde que yo estoy, en nada. 

¿Y si se presentara?
Yo no participo de las compras, yo avalo… Y ahí que la comisión asesora resuelva.

¿Con qué se encontró cuando entró en el Maciel?
La venida al Maciel significó un gran desafío porque había estado como estudiante acá y no en la formación de posgrados. Hice una especialidad primero que fue la de infectología y se relacionaba más con un servicio especializado, que es el servicio de enfermedades infectocontagiosas y el Hospital de Clínicas. Implicaba una parte que desconocía, pero sabía que estaba entrando a un hospital fuerte, con una impronta quirúrgica importante, con una gestión previa que estaba bien desde el punto de vista mediático. Para mí significaba un desafío importante: primero hacer el diagnóstico y cubrir las expectativas que se generaron. Y también trabajar en conjunto con el Directorio. Tengo una confianza con Cipriani que puedo decirle: “Quiero hablar esto contigo” ,y a veces viene por acá, pero la mayoría de las veces voy yo a su despacho. 

¿Y pasa seguido?
Pasa con bastante frecuencia. Porque hay temas que son estrictamente políticos, de gestión. Hoy por hoy, un tema es la lista de espera quirúrgica, que ASSE quiere que nosotros bajemos, y es bastante difícil cuando hay servicios de referencia, con patologías complejas que a veces requieren internaciones. Entonces el recambio es mucho mayor. A la vez, los costos son mayores. Es un desafío.

Decía que recibió la gestión del hospital con una muy buena imagen mediática. ¿No coincidía esa imagen mediática de la gestión de Villar con lo que después encontró?
Reafirmo lo de la imagen mediática. Me parece que comparar es imposible. Encontramos ciertas irregularidades, que no hay por qué achacarle a la gestión anterior. Álvaro hizo campaña política. Por eso era más mediático. ¿Que su gestión fue buena? Yo no la cuestiono. Quizá me dicen “la vara es alta”, para mí es un desafío, pero creo que la vara en parte la puso su carrera política. El hospital está aggiornado, pero se detectaron procesos irregulares. Por ejemplo: las licencias no existían. Se daban las licencias y no se contabilizaban. Hoy se jubila uno y tiene licencia desde 2015. Son hechos puntuales. Se tomaban la licencia… ¿Pensás que el personal médico y no médico no se tomaba licencia? No quedaba en los registros. No había historia. Recursos Humanos era una oficina que no estaba cumpliendo las funciones. Puede ser una política de gestión hospitalaria, que se puede compartir. Yo creo que va por otro lado. Esto le hace perder dinero al Estado. Si tomo 15 días y los vuelvo a tomar, y no estoy… ¿quién paga? La responsabilidad que asumo cuando tomo este cargo es que son dineros del Estado que tenemos que administrar de la mejor forma. En salud, más. El desafío es lograr la mejor atención, el mejor tratamiento, el mejor resultado para el paciente. Hago un diagnóstico rápido: que hay problemas en Compras, que hay problemas en Anestesia. Al tercer día de haber llegado tenía a la Sociedad de Anestesia sentada por un problema puntual. 

¿Por qué?
Había gente que trabajaba en negro. Yo esto no lo puedo culpar a la administración. Lo que tengo que hacer es corregirlo. En las auditorías detectamos que había irregularidades. Tuvimos que desvincular a un técnico, porque estaba directamente relacionado por hechos denunciados por la Sociedad de Anestesia, y eso es porque había una declaración de horas que excedían lo normal. 

¿Y los resultados de las auditorías todavía no derivaron en nada concreto?
Investigaciones administrativas y en la fiscalía. No hay resoluciones en ningún caso. 

¿Se abrieron sumarios?
No, en el Maciel son fundamentalmente investigaciones administrativas. 

Camilo dos Santos
El Hospital Maciel tiene salas nuevas de CTI.

¿Qué impronta le va a dar entonces a su gestión?
Hay áreas que hay que mejorar, y en eso estamos. Esto no quiere decir que la anterior gestión no lo haya hecho. Como todo, hay etapas. Por ejemplo: en este período hemos inaugurado en diferentes momentos camas nuevas de CTI. Esas áreas no tenían final de obra. Y eso generaba a su vez mayor cantidad de recursos humanos. 
El angiógrafo, un equipo de alta tecnología, no tenía recursos humanos. Tuvimos que dotarlo. Eso, insisto, fue lo que encontramos. Y esa es la apuesta, priorizar lo que es urgente. 

¿Los recursos estaban mal distribuidos o eran más o menos que los que necesitaban?
No los tenían. Encontré que los recursos estaban pensados en el Presupuesto, pero no estaban ejecutados. Si se plantea el CTI, se plantean los recursos. El angiógrafo, también. 

Tuvimos problemas para conseguir los recursos porque encontramos que eran todos honorarios que hacían los procedimientos. Y gente muy bien formada, que esa es una gran riqueza del Maciel, el personal médico y no solo médico. Hay gente muy comprometida y muy bien formada en enfermería, asistentes sociales, en diferentes especialidades. 

La Federación de Funcionarios de Salud Pública reclama por los contratos que se acaban por el Fondo Covid, ¿cómo afecta en el Maciel?

Afecta. El Fondo Covid tiene las áreas en Cuidados Moderados, en Laboratorio. El hospital desarrolló un equipo humano de diagnóstico de covid muy bueno. Y pudo hacerlo no solo en la demanda sino satisfacer la demanda de otros prestadores de ASSE. Si se van, implica una pérdida de recursos formados. Eso es clave. Pero creo que va a primar el equilibrio. Porque, en la medida en que desaparece una prioridad, aparece otra. Hoy la prioridad pasa por lo quirúrgico. No podemos descuidar la asistencia en cuidados moderados, no podemos descuidar la asistencia en policlínica…

En esas consultas frecuentes con Cipriani, ¿están los pedidos del Maciel por la Rendición de Cuentas?
Sí, de recursos humanos. Estamos pidiendo dinero que se traduce en médicos, licenciados y auxiliares de enfermería. Tenemos que darles continuidad a contratos o adherirlos al hospital. Tenemos que competir con el privado, entonces tenemos que tener una oferta que sea agradable. Cuanta más diferencia tengamos con el privado, más vamos a perder. Formamos a los técnicos y se van. Nos pasa mucho en auxiliares de enfermería. 

¿Cómo es su vínculo con los sindicatos?
Con el SMU, muy tranquilo, hemos tenido instancias de inquietudes de recursos humanos, y con la comisión interna del hospital, también, tenemos pactado un día de reunión, el tercer jueves de cada mes. Ellos plantean la agenda de temas y citamos a los referentes de área para darles una respuesta concreta o que el referente tome nota. Ahora es buena. Esta frecuencia hace que se sigan los temas.

¿No generó un problema con los trabajadores el hecho de hacer notar que no se registraban las licencias?
Te voy a decir algo: acá funcionó una unidad de atención cardiológica. Esa unidad funcionaba muy bien. Los técnicos que conocí son gente muy bien formada, que después de que se cerró la unidad fueron adecuando su relación laboral. Persistían dos personas que seguían cobrando el retén. Y la unidad se había cerrado y no hacían el retén porque nadie los llamaba. De cinco a siete años cobrando por un retén que no hacían. 
Vinimos acá, nos sentamos y aceptaron cambiar su compromiso. A los dos o tres meses se jubiló uno de ellos. Y el otro se jubiló ahora. No generaron problema porque cuando presenté esa situación hice la consulta jurídica a ASSE, y me dijeron: “Que hagan el reclamo que quieran, si quieren reclamar los vamos a demandar por estafa al Estado, así que, usted, tranquilo”. Esto no implicó ni un reclamo.

Usted mencionaba la carrera política de Villar, que empezó con el Maciel, ¿le interesaría iniciar en algún momento ese recorrido?
No. Me gusta mucho más lo asistencial que lo político. 

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