María José Zubillaga

El FA cierra un programa de baja tensión, acuerdos por impuestos y banderas que no asoman

Los sectores preparan el Congreso con un acuerdo tributario aunque mantienen diferencias en el presupuesto educativo y política exterior

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29 de noviembre de 2018 a las 05:03

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El primer gobierno del Frente Amplio iniciado en 2005 tuvo como insignias la reforma tributaria, la de la salud y la instalación de los Consejos de Salarios. Tras ese primer impulso, la interna de la coalición de izquierda volvió a medir sus objetivos programáticos unos años después.

En la previa al Congreso del 2008 el Partido Comunista de Uruguay (PCU) reclamó sin éxito nacionalizar el sistema bancario, detracciones a las exportaciones agropecuarias, que se impida la actividad financiera en las zonas francas, el 6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el presupuesto de la educación y hacer explícito que no se pueda firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

En el 2013 tanto el MPP como el PCU promovieron explicitar cambios en la línea macroeconómica dominada por el astorismo. Los mujiquistas impulsaron incrementar el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) de 25% a 30% a través de franjas por facturación y procuraron aumentar la presión impositiva a las grandes extensiones de tierra. Los comunistas, en tanto, propusieron utilizar reservas del Banco Central para aumentar el gasto público.

Las discusiones, con los impuestos en el centro, acapararon el debate interno y agitaron la previa de las dos últimas instancias programáticas. Pero a diferencia de los antecedentes más próximos, el viento amainó dentro de la interna frenteamplista en la previa de un nuevo Congreso que tendrá lugar entre este sábado y domingo.

Para esta edición la mayoría de las mencionadas propuestas consideras en 2013 y 2008, algunas de ellas postulados tradicionales de la izquierda, ni siquiera llegaron a ser consideradas y las que se pusieron arriba de la mesa tienen escaso margen de prosperar.

Los dirigentes del Frente Amplio mantendrán reuniones esta semana para ajustar detalles y eventuales puntos de conflicto pero entienden que la base del acuerdo ya fue negociado por la Comisión Nacional de Programa y refrendado en un documento borrador de 180 páginas aprobado por el Plenario Nacional del Frente Amplio.

¿En qué hay acuerdo?

Si bien se trata de un Congreso de comités de base donde unos 1600 militantes barriales tienen casi todo el peso en las decisiones, al momento de levantar la mano siempre es relevante la orientación previa que puedan laudar los principales sectores con ascendencia sobre los adherentes, como el Partido Comunista y el MPP, y por otro lado la contraparte impartida por el astorismo que, en minoría en la correlación de fuerzas internas, condujo la economía desde que la izquierda llegó al gobierno.

Dirigentes de distintos sectores consultados por El Observador coincidieron en que la previa del Congreso del fin de semana presenta menos tensiones internas que anteriores ediciones, algo que atribuyeron a los acuerdos alcanzados en la Comisión de Programa.

Además de esas negociaciones, los hechos impusieron otros temas en una interna del Frente Amplio que en el último tiempo retomó como tema central la definición o no de una sanción al exvicepresidente Raúl Sendic y en la que también comenzaron los posicionamientos de las precandidaturas presidenciales.

Leonardo Carreño

"Es cierto que está menos agitada la previa. Creo que tiene que ver con que el Congreso en líneas generales viene en una línea de acuerdos y consensos. Igualmente siempre hay matices en la redacción", dijo a El Observador el secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo.

Allegados al precandidato socialista, Daniel Martínez, valoraron el "buen ambiente" previo que, según aseguran, hace prever un congreso "muy unitario".

El dirigente de la Vertiente Artiguista, Enrique Rubio, que protagonizó distintos debates programáticos en el Frente Amplio, coincidió en que la última discusión generó menos choques que en otras ocasiones. El dirigente, que lideró la Oficina de Planeamiento y Presupuesto en el primer gobierno de la izquierda, afirmó que "hay un aprendizaje político de que es muy complicado asumir porcentajes rígidos".

Juan Ramos

Tanto el MPP como comunistas y los astoristas advierten que hay un acuerdo base en temas impositivos alcanzado en la Comisión de Programa en busca de evitar las olas en el Congreso en materia tributaria.

"En su momento hicimos un planteo y la síntesis está expresada en el borrador actual. Eso es un acuerdo de la Comisión de Programa. El acuerdo político sobre los temas de tributación hasta el momento es en los términos que está expresado el borrador", dijo a El Observador el senador del MPP, Daniel Garín, que encabezó la negociación programática por los mujiquistas.

El documento ratifica el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas como "instrumento de redistribución por excelencia" y contiene algunas propuestas impositivas impulsadas por el MPP como "fortalecer" el Impuesto al Patrimonio de las Personas Físicas, "revisar el diseño" del Impuesto al Patrimonio a las Personas Jurídicas e "implementar un impuesto a las herencias elevadas". Sin embargo no avanza sobre llevar el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas a 30%, un reclamo del mujiquismo planteado en primera instancia junto a la creación de una renta básica, y que también generaron cruces en 2013.

Al ser consultado por El Observador, el diputado de Asamblea Uruguay, Alfredo Asti, se mostró conforme con las bases macro económicas planteadas en el borrador. "Entendemos que los consensos logrados en la unidad temática sobre macro economía son los suficientemente fuertes como para poder plantear un régimen de aplicación de políticas macro en el pleno ejercicio del gobierno", dijo Asti.

Los puntos de conflicto

Leonardo Carreño

Pese a los acercamientos, los grupos reconocen diferencias en la meta del presupuesto educativo y en política exterior, sobre todo en lo que refiere al alcance de los acuerdos comerciales.

El borrador del programa dejó abierta la discusión sobre la firma de tratados de libre comercio. El debate es entre rechazar de plano cláusulas que obliguen a liberar sectores sensibles para determinados grupos de la izquierda y otra opción que promueve analizar caso a caso.

En materia educativa el borrador del programa señala como "necesario continuar incrementando la inversión en Educación Pública Estatal, partiendo del 6% del PIB más el 1% para investigación". Una discusión similar ocurrió en 2013, cuando se aprobó una moción que consagró "ir hacia el 6% en función de los objetivos y de las metas que proponen", en una formulación que los astoristas buscarán repetir porque entienden que no es tan condicionante como la primera.

Mientras los comunistas se reunirán este jueves para delinear los últimos detalles de su estrategia y los temas a priorizar, los astoristas también advierten que en otras áreas como vivienda hay puntos de conflicto que deberán ser debatidos a último momento.

"Consideramos que hay algunos planteos y definiciones fuera de la unidad temática de macro economía en las cuales sí se va a cuantificar metas que entendemos que debemos advertir de los riesgos", concluyó Asti.

 

 

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