Yamandú Orsi, exintendente de Canelones y precandidato frenteamplista

Opinión > TRIBUNA

El no debate de este año electoral

Además de evitar el fondo del asunto, cada candidato hace su lectura parcial y elige los datos que mejor le convienen para defender su posición
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01 de abril de 2024 a las 13:07

Carteles por todos lados, actos, giras, dimes y diretes, campañas supuestamente sucias, argumento falaces y polémicas mayormente superficiales parecen ser la tónica de inicio de este año electoral. ¿Dónde está el debate serio y fundado sobre los temas que nos preocupan a los uruguayos: seguridad, desempleo, economía, educación (según última encuesta de Equipos)? Poco y nada, pero aún así, vayamos a buscarlo.

Repasemos los temas que sí generan polémica (que no es debate) entre los candidatos. Yamandú Orsi habló en estos días de “trampita” por parte de Nicolás Maduro, porque inhabilitó la inscripción de candidatos opositores. Álvaro Delgado, Robert Silva y otros candidatos de la coalición recordaron que lo que hay en Venezuela es una "dictadura". Venezuela aparece a cada rato en la agenda política porque es un caballito de batalla que rinde como los fuegos artificiales: mucho ruido y pocas nueces. Venezuela no está entre las prioridades de los uruguayos, pero la oposición entre democracia y dictadura debería estarlo. 

Al Frente Amplio le cuesta mucho criticar abiertamente a un régimen aparentemente de izquierda que ya no sabe ni de qué color es, y aunque Orsi uso un diminutivo para definir una situación grave, cuando le preguntaron si Venezuela es una dictadura, reconoció que lo es. "La dictadura es la forma en la que se accede al gobierno; entraría a analizar cuánto grado de autoritarismo hay. Y si dejo afuera a alguno hay una dosis fuerte de autoritarismo". 

La seguridad también está presente en esta campaña irregular, y tiene sentido porque es el tema que más preocupa a los uruguayos. Lo que dicen los datos duros es que estamos igual o un “poquito” mejor que en el último gobierno. Pero cada quien con su librito, así que cada quien con su lectura, para confusión de los que debemos decidir a quién votar este año. En los lanzamientos de candidaturas escuché muchas generalizaciones sobre si estamos mejor o peor, pero pocos planes claros y delineados sobre lo que haría un futuro gobierno frenteamplista o multicolor a la hora de afrontar un problema que tiene aristas cada vez más complicadas, más allá de la cantidad de rapiñas y homicidios.

El último capítulo de este “no debate” es la polémica por niños baleados. Orsi dijo hace poco en un acto público que todo bien con las cifras que muestra el gobierno, pero “tenemos en estos primeros meses del año gurises baleados, ya van como ocho". El número es correcto y terrible, pero por ahora solo representa una posible coyuntura.

La vicepresidenta Beatriz Argimón le salió al cruce con ese argumento y le aconsejó que consultara datos oficiales de homicidios por tramo de edad. Estos indican que en la última década 2023 fue el año con menos niños de 0 a 12 años baleados. Fueron dos. En 2016 hubo 15 homicidios en este rango. Habrá que esperar a tener la cifra final de 2024, que claramente superará los dos del año anterior. Y faltan los adolescentes entre 12 y 18. Pero para entonces ya se habrá terminado la campaña electoral.

Además de evitar el fondo del asunto, cada candidato hace su lectura parcial y elige los datos que mejor le convienen para defender su posición; que el gobierno lo hace mal o que los gobiernos anteriores lo hicieron tan mal que por eso no se ha podido mejorar. La mayoría dice la verdad, pero parcial, para complicar aún más al votante que necesitaría algo así como un mega ombudsman o un verificador superior de la inquisición para poder llegar a una interpretación propia y balanceada de la realidad. 

La reyerta sobre la seguridad se repite, pero no he detectado propuestas clara para que ni un niño sea baleado, para que bajen los homicidios, para que las cárceles pasen de ser escuelas de delincuentes a centros en los que, al menos, se intenta recuperar a los encarcelados para que vuelvan a vivir en sociedad con mínimas chances de no volver a delinquir en pocos días.

"A nosotros nos plantean que no tenemos propuestas y nos preguntan qué vamos a hacer”, reconoció Orsi. “Yo creo que hay otras preguntas que tendrían que responderse bastante antes. ¿Por qué mantuvieron a (Alejandro) Astesiano en la Torre Ejecutiva cuando sabían lo que podía pasar? ¿Por qué teniendo la potestad por sí o por no le entregaron un pasaporte a alguien que estaba preso en el exterior vinculado nada menos que el narcotráfico? ¿Por qué se destruyeron después documentos que podían servir de base para que la Justicia actuara? ¿Por qué en esa entrega del puerto por 50 años esa documentación nunca pasó por el directorio? Nos tienen que responder por qué dejaron caer Casa de Galicia, nos tienen que decir por qué enviaron a espiar a Charles (Carrera) y a Mario (Bergara)”.

Es verdad que faltan explicaciones claras sobre algunas de esas preguntas, no todas, pero esto no debería ser obstáculo para que quienes buscar ganar el gobierno nos vayan contando cuáles son sus planes para que no haya un nuevo Astesiano, para que no se le den pasaportes a narcos o para que no se espíe a jerarcas y personalidades de ningún color político.

La pobreza y, en particular, la “inseguridad alimentaria” también han sido carne de campaña, con lecturas -de nuevo- parciales. Carolina Cosse dijo que 145 de cada mil hogares tienen inseguridad alimentaria moderada o grave y subrayó que son los niños los que más la padecen. Esto es cierto hoy y ayer y también en los últimos 30 años, por lo menos. "Si tomamos los hogares con más de dos niños en el Uruguay, el 43% es pobre.", dijo Cosse. Tiene razón. ¿Qué haría un posible gobierno suyo para mejorar esta situación?

En este caso, la otra lectura la hizo el exministro de Desarrollo Social, Martín Lema, quien expresó en el exTwitter: “¿Ignorancia o mala intención? Cosse maneja datos al barrer y se le olvida mencionar que el Frente Amplio desmanteló el INDA”. Resaltó además que según datos de la FAO en Uruguay hubo mayor inseguridad alimentaria en el 2016 que en 2020.

Dos lecturas sobre la misma realidad. ¿Cómo se avanza en este tema de cara al próximo gobierno? 

Señores candidatos, sería de gran utilidad que nos expliquen sus planes de gobierno, sus ideas para mejorar, los cambios que proponen o lo que dejarán igual porque consideran que ha funcionado bien. En cambio, lo que obtenemos es confusión. Hace falta planes, y menos verso.

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