El reposicionamiento de Vázquez y las pujas internas del FA como oposición

Pero en paralelo, la izquierda vive movimientos de debate interno sobre cómo formar parte de la discusión política y qué posicionamiento asumirá ante la ciudadanía, con distintos actores pulseando por llevar los estandartes frenteamplistas.

Uno de ellos es el expresidente Tabaré Vázquez. El lunes, en vísperas del encuentro entre una delegación del FA con Lacalle Pou, el presidente de la fuerza política Javier Miranda comunicó que le había solicitado a Vázquez que liderara la elaboración de un "Plan Nacional Estratégico" para hacer frente a la propagación del nuevo coronavirus. 

A través de un comunicado, Miranda informó que se le pidió a Vázquez la conformación y coordinación de un equipo integrado por personas "de reconocida trayectoria académica, profesional y técnica". El presidente del FA agregó que ese equipo "desarrollará sus actividades más allá del marco político partidario, con el aporte personal y profesional de sus integrantes de modo de asegurar la mayor diversidad y calidad de las mismas".

Fuentes de la coalición de izquierda dijeron a El Observador que esa propuesta se concretó a partir de un diálogo mano a mano entre Miranda y Vázquez. Los dirigentes consultados afirmaron que el exmandatario se había puesto "a la orden" para colaborar o liderar iniciativas que combatieran la emergencia sanitaria. 

En las últimas horas se confirmó que el equipo contará también con la participación del exintendente Ricardo Ehrlich, actual presidente de la comisión de programa del FA. 

En varios sectores, en los que distintos referentes se sorprendieron con el pedido de Miranda a Vázquez, entienden que la incursión del exmandatario lo podría devolver a una primera línea de protagonismo en plena emergencia sanitaria. El lunes pasado, el dos veces presidente otorgó una entrevista en la emisora M24, en la que sostuvo que "inevitablemente" el país derivaría en una "cuarentena total". Su salida generó críticas desde el gobierno, pero también varios aplausos en la oposición. Tras abandonar el sillón presidencial, Vázquez anunció que volvería a ser un "militante más" y tenía agendadas algunas visitas a comités de base que luego fueron canceladas por el avance del coronavirus. 

En el Frente consideran además que la aparición de Vázquez en la escena pública podría también ejercer mayor presión sobre el gobierno de Lacalle Pou, dado que se trata de una figura que concita el apoyo de toda la fuerza política y cuenta con la espalda de una trayectoria de décadas en política y en el poder. 

MPP ausente en reunión

Más allá de los pasos del exmandatario, en la izquierda se perciben movimientos de pulseada en torno a quién puede convertirse en interlocutor ya sea con el gobierno, los movimientos sociales o la ciudadanía toda. 

Javier Miranda ha tenido altos y bajos en su relación con los principales sectores de la fuerza política. No son pocas las agrupaciones que no se sienten representadas por él. Aunque en las últimas semanas había logrado reducir las tensiones con el MPP y el Partido Comunista, los últimos días sumaron un nuevo capítulo de cruces entre el presidente del FA y el sector liderado por José Mujica, que decidió no formar parte de la reunión con Lacalle Pou.

Este lunes, el Secretariado del Frente Amplio discutió la integración de la delegación que acompañaría a Miranda en Torre Ejecutiva. Se habló de comitivas de entre cinco y ocho integrantes pero los sectores no llegaron a un acuerdo por unanimidad, por lo que Miranda terminó terciando y definiendo los nombres. La delegación quedó completada por Juan Castillo (Partido Comunista), Mario Bergara (Fuerza Renovadora), Daniel Olesker (Partido Socialista) y Sandra Lazo (MPP).

Según explicaron fuentes del FA, el MPP entendía que cada sector debía elegir quién los representaría y pretendía llevar al diputado Alejandro "Pacha" Sánchez. Como Miranda eligió otro nombre, finalmente se resolvió no acudir a la reunión y la silla que esperaba a Lazo quedó vacía. 

Hace unos meses, por su parte, el Partido Comunista había impulsado a través de las bases una moción para realizar elecciones en el Frente Amplio antes de que termine el 2020. Fuentes frenteamplistas dijeron que esa posibilidad ahora probablemente quede relegada debido a la emergencia sanitaria y su impacto en el cronograma político. La intención de algunos dirigentes de la izquierda era llamar a elecciones una vez culminado el ciclo electoral, que ahora se postergó hasta octubre.

Los sucesos de las últimas semanas evidenciaron dos grandes modos de ser oposición en el Frente Amplio. Por un lado, ciertos sectores y referentes asumieron una postura marcadamente conciliadora, con recurrentes llamados al diálogo y a dejar actuar al gobierno. Yamandú Orsi (MPP), Pablo Ferreri (astorista), Álvaro García (Plataforma) y Cristina Lustemberg (PAR) han sido algunos de sus exponentes.

Otros, en cambio, se plegaron –con matices entre sí– a una actitud más crítica. Ello incluyó por ejemplo a otros dirigentes del MPP, como Sánchez, y a referentes de la lista 1001 como Óscar Andrade y Carolina Cosse. 

La dicotomía quedó plasmada por ejemplo en la discusión de las propuestas económicas, ya que los más combativos reclamaban al gobierno suspender el aumento de tarifas, mientras que desde el ala más moderada se argumentó que era preferible elegir otros mecanismos y no el congelamiento de los precios para todos.