El Sunca en pie de guerra; habrá paros y ocupaciones si negociación salarial no avanza

Cientos de trabajadores, acompañados por el sonar de los tambores y el flamear de las tradicionales banderas de color rojo llenaron la Plaza 1° de Mayo. Fuertes críticas hacia el gobierno y el rechazo a cualquier fórmula que implique pérdida de salario real marcaron la línea del discurso que minutos después de las 2 de la tarde pronunció el secretario general del sindicato, Daniel Diverio.

El dirigente dedicó sus primeras palabras a un nuevo escenario, en donde según dijo “se intentan aplicar políticas neoliberales”, “desprestigiando” a dirigentes sindicales, y “culpándolos de todos los males”. Diverio afirmó que a partir de la pandemia empezó “un vale todo”, con ajuste de tarifas por encima de la inflación, aumento del IVA y una ley de urgente consideración que “trae como intención degollar de parado al campo popular, porque se criminaliza la protesta”.

Casi de inmediato se refirió a la pauta salarial para el período “puente” elaborada por el Poder Ejecutivo para gran parte de los convenios colectivos del sector privado. Para el dirigente, esa propuesta busca “sacar de las calles a las masas” y que los consejos de salarios “no cumplan con su objetivo”.

“Los lineamientos salariales son un brutal recorte. Es criminal, es de retroceso. Te están diciendo que vas a comprar menos carne, menos leche, menos pan, que vas a comer peor vos y tus gurises. Eso es lo que está intentando hacer este gobierno de derecha”, arengó el dirigente entre los aplausos del público y los estruendos provocados por la pirotecnia.

El convenio colectivo en el sector venció el 30 de abril y el ámbito de negociación en los Consejos de Salarios se instaló hace dos semanas. La postura del sindicato es alcanzar una fórmula que  asegure el mantenimiento del poder de compra, pero hasta el momento no hay una propuesta que lo garantice, dijo a El Observador el presidente del Sunca Gabriel Nánchez.

La asamblea mandató a que la dirigencia siga negociando. Cualquier fórmula de ajuste que se acuerde entre trabajadores y empresarios de forma bipartita deberá contar también con el aval del Ministerio de Economía y Finanzas, por el traslado a precio que se produce luego de los costos salariales. El nuevo convenio podría tener una extensión de entre uno y tres años.

Además, se habilitó a que desde el lunes próximo los responsables de las direcciones departamentales puedan decidir aplicar medidas como paros y movilizaciones. El sindicato no descarta realizar paros con ocupaciones en las obras si no hay avances en los próximos días, según se manejó durante la asamblea de ayer.

La búsqueda de nuevas condiciones salariales coincide con el desarrollo de obras claves en el país, y se da en un momento donde el horizonte para esa industria promete crecimiento en el corto y mediano plazo. 

La obra de UPM2, una posible reactivación de la inversión en vivienda nueva y proyectos de infraestructura por PPP son elementos que el sindicato volvió a colocar ayer en la asamblea para sostener su reclamo. Además, se insiste con que a diferencia de otros sectores, la actividad en la construcción siguió con normalidad durante los peores meses de la pandemia.

“No aceptamos ninguna rebaja salarial. Este sindicato no va a firmar ningún convenio que no tenga una fórmula para sostener el salario. Que se lo saquen con peine fino”, afirmó Diverio. 

También se quieren discutir en esta ronda otros puntos extra- salariales, como por ejemplo, la conformación de un fondo de contingencia que permita distribuir 20 mil canastas por año para trabajadores desocupados, la ampliación de fueros sindicales en departamentos del interior y que la media hora de asamblea de seguridad paga se convierta en una hora.