Ignacio González es músico, se radicó en Estados Unidos y ha trabajado para Netflix

González tiene una pata emprendedora que se conjuga con su rol empresarial

Tiempo de lectura: -'

09 de mayo de 2021 a las 05:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Ignacio González es un músico uruguayo radicado en Boston, Estados Unidos, que crea música para videojuegos y películas. Ha trabajado en producciones de la mano de Netflix, Univisión, Ironhide y varias productoras de podcasts independientes.

También tiene una pata emprendedora, ya que fundó U-Lab –el laboratorio de innovación digital dentro de Univisión-, también fue parte del equipo fundador de Un Techo Para Mi País (TECHO) en Estados Unidos y trabajó en SociaLab.

Más allá de los hitos laborales que marcan la carrera, González en febrero de este año fue noticia porque se le rompió su Mac y llegó a contactar a Tim Cook, el director ejecutivo de Apple. El dispositivo comenzó a inflarse y, tras realizar una búsqueda, el uruguayo se dio cuenta que era una falla de fábrica en la batería. 

Al ir a una tienda oficial de Apple, le dijeron que “en un par de días” estaría solucionado. Sin embargo, llegaba la fecha y “cada operador me indicaba una cosa distinta”, dijo en su momento a El Observador

Lejos de amilanarse, pensó: “¿Y si le escribo al CEO de Apple, Tim Cook?”.

Había visto en una entrevista que Cook lee los correos electrónicos que le envían las personas. González consiguió el contacto en Google “en menos de 10 segundos”.

Tras contarle nuevamente la historia, le dijeron que lo volverían a llamar en 20 minutos para darle una solución definitiva.  “En tu Apple Store más cercana te darán una Mac nueva”, le indicaron.

Cuando acudió al lugar, le dijo a una de las funcionarias que acababa de hablar con el equipo de Tim Cook y que había una Mac a su nombre. Ella lo miró desconfiada. 
Tras chequear con su supervisor, verificó que era cierto y pudo hacerse de su nueva herramienta de trabajo, que era más poderosa que la que tenía hasta entonces.

¿Qué lo impulsó a irse al exterior?

Gané una beca de la embajada de EEUU, y me fascinó el espíritu emprendedor de este país. En ese momento yo era director de Comunicación de TECHO en Uruguay, y les propuse abrir una oficina de fundraising para América Latina, desde Estados Unidos. En el 2009 me vine para acá. Viví en Miami y Boston.

¿Cómo fue tomar esa decisión de instalarse en Boston?

Luego de trabajar ocho años en TECHO y SociaLab, dejé todo lo que estaba haciendo y me vine a estudiar música a Boston. Gané una beca en Berklee College of Music y desde ahí se fueron abriendo un montón de puertas.  Mientras estaba en Berklee, me contrató Univisión, y empecé a producir documentales, discos, entrevistas, y luego eso se convirtió en U-Lab. 

El mercado aquí es muy exigente y el nivel es muy alto, pero si uno le mete, siempre se abren puertas, y nunca sabés con quién te vas a cruzar. En estas peripecias, me tocó trabajar con Alejandro Sanz, conocer a Bill Clinton, Carlos Slim, y hace poco se me rompió la computadora y el mismo Tim Cook me terminó solucionando el problema.

¿Notó diferencias en la forma de trabajar con respecto a su experiencia en Uruguay?

Hay diferencias culturales importantes. En Latinoamérica estamos acostumbrados a prescindir de las autoridades. Esto es bueno y es malo. En EEUU hay una confianza muy importante en las autoridades. Lo interesante es conocer ambas realidades y tratar de sacar lo mejor de cada una.

¿En qué momento y por qué decidió dedicarse del todo a la producción musical?

Empecé a tocar el piano a los cinco años. Con una paciencia inexplicable, mi padre me llevaba al teatro Solís a escuchar música clásica. Lo que más me divertía era correr por el teatro y asustar a las personas. Pero, de a poco, empecé a conectar con esa música maravillosa. 

Luego vino el tango, el candombe, y la música popular uruguaya. Toqué en la Abuela Coca, y tuve varias bandas. En ese momento no había una escuela de música popular en Uruguay, tenías que ir a clases particulares. Por suerte eso cambió, y hoy hay muy buenas escuelas que enseñan nuestra música de raíz.ç

Ignacio González no piensa, por el momento, volver a Uruguay

En ese proceso, me di cuenta que si quería intentar un camino en la música, lo tenía que hacer al 150%. La música es una industria muy informal, llena de desafíos, mucho más difícil de lo que mucha gente piensa. Si no me lanzaba con todo, pasaría toda mi vida pensando “¿Qué hubiera pasado si…?”. 

Fue la mejor decisión que pude haber tomado. Es importante escuchar y buscar qué es eso que nos apasiona.

¿En qué consiste su rol actual?

La mitad de mi tiempo lo dedico a escribir música. La otra mitad, a gestionar la empresa.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta?

Llegar a los tomadores de decisiones.

¿Cuál fue el mayor logro de su carrera o de lo que se siente más orgulloso?

Hay muchos proyectos que me ponen muy orgulloso. La oficina de TECHO en Miami es uno de ellos. El otro fue un concierto que produje en la frontera entre México y USA, dos semanas antes de las elecciones en EEUU. En ese momento había un discurso directamente racista hacia los hispanos, y decidimos reunir a los artistas más importantes de la región. 

Participaron Alejandro Sanz, Jorge Drexler, Carlos Vives, Calle 13, Julieta Venegas, Natalia Lafourcade, entre otros, y se transmitió para 80 millones de personas. Lo hicimos en el medio del desierto, y es un recuerdo inolvidable. Lamentablemente, ganó Trump, y todos sabemos lo que vino después. 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.