Emiliano Cotelo: "En Uruguay tenemos una radio floja en calidad y en producción"

Para Emiliano Cotelo los últimos años han sido vertiginosos. En 2014 dejó, con su programa En perspectiva, la emisora El Espectador y pasó a Oriental y Del Sol FM. Hace poco menos de un año, el periodista dejó la FM -En Perspectiva se sigue transmitiendo por Oriental- y transformó su programa en un proyecto independiente de 24 horas de radio mediante una plataforma digital. Ahora, Cotelo vuelve a diversificar su carrera con un pasaje a la televisión, medio en el que había tenido una pequeña participación en la década de 1990. El periodista habló con El Observador sobre su ingreso a Telemundo –que se concretará en pantalla el próximo lunes–, la actualidad de En perspectiva y cómo ve la realidad radial local.

Mi experiencia en televisión es muy escasa, por eso lo de "regreso" es un tanto pomposo. Teniendo la asignatura de la televisión pendiente, sorpresivamente el gerente general de canal 12 (Eduardo Radío) me pidió una reunión y me hizo un ofrecimiento muy interesante, que implicaba la posibilidad de hacer el periodismo que yo hago –profesional e independiente– en el horario central de un canal de televisión. Era una oportunidad que valía la pena explorar. En primer lugar, porque implicaba que los aspectos televisivos estaban facilitados, que es lo que yo no domino. Segundo, porque me permitía dar un paso más, innovar en mi trayectoria profesional. Desde que hago En perspectiva he tratado de cambiar permanentemente, asumir desafíos, explorar. Acá estoy explorando una cancha que no conozco, pero donde voy a hacer uno de los productos periodísticos que más domino: la entrevista.

 

No. Básicamente porque de televisión no sé, y porque el programa de radio como tal me lleva mucho tiempo. Sé hacerlo, me gusta y me lleva trabajo. La posibilidad de un programa de televisión, aunque sea una vez por semana, me desbordaba. Por otro lado, cuando a fines de 2014 resuelvo irme de El Espectador pongo en marcha con un grupo de amigos En Perspectiva Producciones, que tiene varias ramas y una cantidad de proyectos entre manos. La idea es hacer periodismo de calidad para la era digital: el programa de radio, un sitio web en paralelo y a partir de allí productos derivados. En algún momento pensamos que íbamos a dar el paso a la televisión, desde la productora, pero no estaba planteado que sea ahora porque teníamos que armar un equipo con gente que supiera su funcionamiento. Esta alternativa mucho más acotada aparece en el momento justo y parece buena idea intentarlo.

 

Estoy acostumbrado a que las entrevistas en profundidad sean relativamente largas, de 30 o 35 minutos, algo que la radio permite porque el oyente escucha, asimila, reflexiona y razona. En televisión esa duración, por lo menos en horario central, no es posible. Estas entrevistas serán más cortas, van a ser de 10 o 15 minutos. Adaptar mi forma de encarar los temas a esa duración será el desafío más importante. Más allá de que también está el tema de la gestualidad, la expresión corporal que no manejo, de la que voy a tener que estar pendiente porque va a haber dos o tres cámaras enfocándome.

 

Un producto como este le viene bien a un informativo de TV en horario central, sobre todo a los informativos uruguayos que son tan largos, de casi dos horas. Junto con el repaso de actualidad, la alternativa de profundizar en una determinada situación con un protagonista puntual por la vía de la entrevista a fondo enriquece.

 

Está claro que al ser horario central, Emiliano Cotelo va a estar llegando a un público más numeroso y más amplio del que me conoce regularmente. En perspectiva, tanto en su versión radio como web, no es un periodismo masivo, no tenemos una audiencia gigantesca. Tenemos un público que nos importa mucho, calificado. Acá aparece la posibilidad de llegarle a más gente, de que otros uruguayos, de acá y de afuera, conozcan cómo trabajo y qué proponemos desde la otra plataforma.

 

Me cuesta pensar que se pueda. En Uruguay tenemos una característica histórica: tenemos demasiadas radios. Montevideo tiene demasiadas radios. Es una locura que una ciudad como esta tenga 50 radios. Quizá el problema no sea la cantidad, sino lo difícil que resulta generar cadenas. En todo el mundo hay muchas radios y permisos, pero tienden a agruparse y trabajar en conjunto, con lo cual los presupuestos se manejan mejor, las audiencias tienen otro volumen. La tradición uruguaya es la de la atomización, y eso era y es un problema.

En Uruguay, en general, tenemos una radio floja en calidad y en producción. Hay demasiadas sobreviviendo, ingeniándose para mantener una programación de 24 horas con ingresos mínimos. Proliferan los programas de actualidad que consisten en que alguien se ponga frente a un micrófono, agarre el diario y lea. Hay otro tipo de programas, que no son de actualidad, que son súper livianos, baratos. También proliferan las coproducciones, broadcasters que le dan el espacio a alguien para se saque las ganas y gane lo que pueda con los avisos que consiga. Entonces, en general en Uruguay tenemos una radio pobre, que si la comparamos con la de otros países es limitada. Hay algunas radios que tienen una posición fuerte en el mercado y pueden manejar presupuestos más altos y hacer programas mejores, pero son pocas. Y esas mismas radios podrían ser mucho mejores si fuesen la cabeza de una cadena de radios, porque sería mucho más racional.

Ya teníamos esos problemas en el país y ahora se produjeron estos cambios. Son raros porque ocurrieron en un momento en que la radio no bullía, no era un fenómeno maravilloso de facturación, porque en general en el país la torta publicitaria está casi congelada y en radio también. Parece claro que uno de los orígenes es que se incorporaron al medio empresarios e inversores que no vienen de él y que tienen otros intereses y otros tiempos para invertir y esperar. Es un fenómeno que no cabía suponer que se iba a dar y que tendremos que ver cómo evoluciona.