Un hombre de 39 años vivió, a plena luz del día, un angustiante episodio mientras se disponía a disfrutar de un café con su amigo en Bernal. En una escena que transcurrió en apenas cinco segundos, un ladrón, a punta de pistola, le arrebató la mochila en plena luz del día, y lo hizo a tan solo dos cuadras de la comisaría 2° de Quilmes.
El delincuente, caracterizado como un motochorro, una suerte de servicio de "delivery" invertido, descendió de una moto para perpetrar el robo. Según el informe policial, alrededor de las 11.30, mientras los dos amigos se disponían a consumir en una mesa ubicada en la vereda de la calle 9 de Julio al 80, el ladrón se aproximó rápidamente, descendiendo de un vehículo marca Honda, con una pistola en mano, y se dirigió directamente hacia uno de ellos.
Aunque el ladrón solicitaba la mochila, la brutalidad de la escena y la velocidad con la que actuó dejaron paralizada a la víctima. Esta apenas logró moverse hacia adelante mientras el delincuente, con destreza, le sustraía el objeto deseado rodeándole la espalda.
La fugacidad del episodio se resume en tan solo cinco segundos, un lapso de tiempo que marcó un impactante suceso en pleno corazón de Quilmes.
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