En la Liga Federal aseguran que la rebeldía paga con votos

Cuando los frenteamplistas eligieron a sus autoridades el pasado 24 de julio, todavía tenían bastante frescos los episodios de octubre de 2015, en los que la mayoría de la bancada del Frente Amplio se enfrentó a quienes luego serían conocidos como diputados "rebeldes" –Darío Pérez, Sergio Mier (Liga Federal) y el ya fallecido Víctor Semproni (lista 6009)–. Ellos echaron por tierra dos artículos de la ley de Presupuesto y quedaron a disposición del tribunal de disciplina política de la coalición.

Antes de aquella instancia, en la que esos legisladores forzaron al Poder Ejecutivo a dar marcha atrás con el pasaje de la Policía Caminera a la Guardia Republicana y la eliminación de vacantes en las Fuerzas Armadas, el diputado Pérez se había retirado de sala cuando fue aprobada la ley de Educación, rechazó las maniobras militares Unitas y argumentó en contra de las leyes de despenalización del aborto y de legalización de la venta de marihuana ("es una bosta", dijo), pero las votó por disciplina partidaria.

Después, la Liga Federal cuestionó la decisión de la Mesa Política del Frente Amplio de respaldar la gestión del vicepresidente, Raúl Sendic, en ANCAP y su postura ante la información de que ostentaba un título universitario del que carecía.

Los dirigentes de la Liga Federal afirman que todas esas actitudes conectaron con buena parte de la militancia frenteamplista y que eso lo demuestra la votación obtenida en la última interna, en la que superó el porcentaje alcanzado en los anteriores comicios de 2012. Los 3.020 votos obtenidos (4,85% de los 86 mil votos escrutados) le permitieron a la Liga Federal duplicar de dos a cuatro su presencia en el Plenario Nacional de la coalición.

En los comicios internos, el grupo encabezado por Pérez (Maldonado) y Mier (Treinta y Tres) superó a sectores con representación en el Senado como el Nuevo Espacio (4,82%) y Casa Grande (4,81%), a otros con tradición militante como el PVP ( 2,66%) y a algunos que, como la Vertiente Artiguista (4,42%), no tienen dirigentes en el Parlamento.

Por encima de la Liga Federal se ubicaron el Movimiento de Participación Popular (MPP, con 21,14%), el Partido Comunista (15,99%), el Partido Socialista (12,81%), Asamblea Uruguay (8,59%), Alianza Progresista (6,10%) y la lista 711 (5,27%).

El diputado Darío Pérez dijo a El Observador que su sector crece porque entre los frenteamplistas está madurando "una postura crítica" y reivindican "su libertad de expresarlo".

"Las elecciones internas, con su caída de participación, deben servir como llamado de atención para los dirigentes que no ven lo que pasa en la calle, quizá por culpa de los vidrios esmerilados del Palacio Legislativo", afirmó Pérez.

La última negativa

En los últimos días, y a contracorriente de la mayoría de la bancada de diputados frenteamplista, Pérez manifestó su desacuerdo con la propuesta que promueve eliminar los beneficios fiscales a las donaciones empresariales para las universidades privadas.

En tanto, el delegado de la Liga Federal en la Mesa Política del Frente Amplio, José Maldonado, comparó la votación de su sector en la interna con la campaña del club Plaza Colonia en el Torneo Clausura. "Venimos del interior, con pocos recursos económicos pero con mucha convicción y rebeldía. Hicimos una gran campaña a pesar de las dificultades y particularidades que tiene una elección interna", dijo a El Observador Maldonado, quien mantuvo su lugar en la Mesa de la coalición.

En las elecciones nacionales de 2014, la Liga obtuvo 60.700 votos y desde aquella instancia han venido reclamando tener participación en el Secretariado Ejecutivo del FA en donde están presentes sectores con menos caudal electoral.

Pérez dice que a algunos dirigentes de la coalición les resulta incómoda la inserción de la Liga en los organismos de dirección del Frente y en el aparato del Estado. "No tenemos ni un portero. Hay quienes piensan que con nuestra trayectoria hemos juntado antecedentes; y otros opinan que hemos generado un prontuario", ironiza.