El Artigas de la Ciudadela tiene cara de "militar malo", dice historiador.

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Entre “olor a naftalina” y “reivindicar las bases”: la polémica por la imposición de imágenes de Artigas, Varela y Enriqueta Compte y Riqué en todas las clases

Por una nueva norma, en las aulas tiene que recordarse a figuras de la historia nacional: ¿autoritarismo o aprendizaje?
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29 de mayo de 2023 a las 05:00

Cada salón de clase escolar “deberá contar con un retrato del General José Gervasio Artigas, de José Pedro Varela, y de Enriqueta Compte y Riqué”. Así lo impone una normativa que este mayo aprobó el Codicen. La decisión —en la que también se exige la “recordación de figuras históricas de la educación nacional” y de “la figura que lleve como nombre el centro educativo”— molestó a parte del colectivo docente.

“A este circular le noto olorcito a naftalina”, dijo el exconsejero de Primaria Pablo Caggiani. Para el maestro, integrante de la directiva del Ineed en representación del Frente Amplio, “parece una disposición que fuera escrita hace 50 o 70 años, ¿no es un poco vetusto que se dé una indicación para que en todas las escuelas tenga que haber tales o cuales imágenes?”.

Según el historiador Alejandro Sánchez, “puede que haya algo de naftalina en imaginarse la figura de Artigas en la puerta de la Ciudadela y con cara de militar malo (…) cuando Artigas ni siquiera llegó a gobernar en ese Montevideo”. Pero a su entender, como director de un liceo, lo más anticuado “es el relato autoritario que yace detrás: hay un discurso de fomentar la autonomía de los centros educativos, pero luego hay un montón de imposiciones, de verticalismos, de lógicas autoritarias de este tipo que ni siquiera abren la pregunta: ¿por qué tiene que haber una representación de estas figuran dentro del salón?”.

La circular aprobada por el Codicen justifica que “reconocer y reivindicar las bases en las que nuestro país constituyó su sistema educativo público debe formar parte del quehacer cotidiano en los centros educativos”.

En esa misma línea, Jacobo Varela, bisnieto del reformador de la enseñanza uruguaya, entiende que “todo lo que le recuerde al niño por qué está ahí y qué se pretende de él, en esencia ciudadana, parece correcto (…) se ha olvidado el estudio de las figuras y es un error”.

Pero Sánchez, quien es profesor de Didáctica en Historia del Uruguay, retruca que “el error es suponer que si cuelgo la imagen de Artigas todos los niños van a ser más artiguistas o adorarlo… cuando la educación no funciona de manera causa y efecto”.

Ni Caggiani ni Sánchez están contra las figuras en sí, de hecho este último centró parte de su estudio historiográfico en el artiguismo, pero “rendir culto y devoción a Artigas es un error conceptual elemental, imponer la colocación de imágenes es una forma de gobernar la educación como absolutismo francés, y pensar en el Artigas como símbolo nacionalista, de orientalidad, es un error histórico porque la propuesta artiguista era la de montar una Argentina distinta a la que hoy es Argentina y que incluyera la margen oriental del Plata”.

La historia es, desde su génesis, un terreno en disputa. La alternancia en el poder que Uruguay vivió en 2020 pareció dejar en evidencia esa máxima: hay discusión por cuándo deben conmemorarse los feriados, por qué figuras se homenajean en el Día del Patrimonio, por qué bibliografía se sugiere para los docentes en el programa de Historia de noveno grado, por el reconocimiento del terrorismo de Estado, por el origen del golpe de Estado, y ahora también por cómo y cuándo se recuerdan a las figuras.

En una reunión del Partido Colorado en que se incentivó a “militar la transformación” curricular y que reconstruyó Búsqueda, el diputado Felipe Schipani dijo: “Si uno mira la historia de la educación en Uruguay, siempre atrás hay un colorado: desde José Pedro Varela y Elbio Fernández, los dos colorados, pasando por José Batlle y Ordóñez y los liceos departamentales, Pedro Figari y la UTU, Enriqueta Compte y Riqué y los jardines de infantes, Antonio Grompone en formación docente, la gestión de Julio María (Sanguinetti), la reforma de (Germán) Rama, y ahora la transformación educativa de Robert (Silva)”.

Su apreciación había generado enojo incluso en figuras del oficialismo que integran el actual Codicen y que entienden que es una visión “sesgada” y que no toma en cuenta que los colorados gobernaron buena parte del fin del siglo XIX y casi todo el siglo XX, que incluso “las tres últimas dictaduras fueron dadas por colorados, y que Varela tuvo que impulsar su reforma en un militarismo”.

Varela —el bisnieto— entiende que el recuerdo al fundador de la nacionalidad, al fundador de la educación y a la maestra fundadora del primer jardín no va contra del espíritu laico que pregonaba José Pedro Varela: “Son figuras que no está por lo político, por lo económico o filosófico… están por su aporte a la patria”.

A la discusión de fondo, Caggiani le agrega otro aditivo: “¿Cómo piensan fiscalizar que en cada salón esté estos tres retratos?”.

Vea la polémica circular aprobada por Codicen:

Cicurlar N° 11 by El Observador on Scribd

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