Alberto Iglesias, ex presidente de Casa de Galicia

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Expresidente de Casa de Galicia demandará al gobierno: “No van a poder conmigo, voy hasta el final, que se preparen todos"

El último presidente de Casa de Galicia, Alberto Iglesias, acusa al gobierno de idear y ejecutar un plan para liquidar la institución y pasa al ataque con la advertencia de que su demanda, que incluye al presidente, tendrá “un altísimo costo político”
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03 de noviembre de 2022 a las 05:04

Por momentos Alberto Iglesias reacciona y sube el tono, como si todo el enojo acumulado se condensara en una sola frase. Pero es solo un momento y después vuelve a su parsimonia. Habla lento, con seguridad, como si no tuviera nada que perder. Como si pudiera explicarlo todo.

El expresidente de Casa de Galicia decidió que era la hora de salir a contar su versión sobre el proceso que llevó al cierre de la institución que fundaron sus abuelos, entre otros inmigrantes gallegos. Dice que espera el llamado a declarar en la fiscalía para aclarar todo y que no solo saldrá indemne de las denuncias que le hizo el gobierno sino que además adelanta que pasará al ataque con denuncias que tendrán un “altísimo costo político” para la Torre Ejecutiva. Quiere que "se sepa todo".

Este dirigente pachequista se había retirado luego de una extensa trayectoria política pero dice que ahora lo trajeron de nuevo al ring y que su "amigo", la divina providencia, lo dejó vivo luego de una comprometida operación para dar su última batalla. Todo esto le dijo a El Observador durante dos horas de una entrevista que se resume a continuación. 

Pasó un año desde la intervención en Casa de Galicia que derivó en el cierre de la institución. ¿Qué balance hace de lo que ocurrió?

Ha sido un experiencia enormemente dolorosa y traumática para toda la institución y para todos los socios que, como en mi caso, descendemos de fundadores gallegos que construyeron todo eso con un gran amor. No es una pérdida común y corriente. No solo hay bienes materiales: es una pérdida de más de 100 años de construcción de amor. Y fue con toda la intención de que eso sucediese. No de parte de quienes veníamos administrando y veníamos logrando en tres años algo parecido, al decir de muchos, a un milagro. 

¿Usted dice que hubo intencionalidad del gobierno para que Casa de Galicia tuviera este final?

A nivel del gobierno hubo algo preimaginado con relación al futuro de Casa de Galicia. Tengo que pensar eso.

¿Por qué?

Con todas las renovaciones e innovaciones que hicimos, consideradas como únicas en el país por parte de funcionarios de Salud Pública, no logré jamás que alguna autoridad del ministerio viniera a ver las obras. Nunca vino el ministro (Daniel Salinas), ni el presidente de la Junta Nacional de Salud (Luis González Machado). A pesar de las reiteradas invitaciones nunca logré que ninguna autoridad de la salud viniese o que recibiesen a la junta directiva en el ministerio como solicitamos. 

De no visitarlo o recibir a la junta a decir que hay una planificación deliberada para despojar a Casa de Galicia de sus administradores hay una distancia considerable.

Pero si ese fue el resultado. Iban a cualquier institución si se inauguraba una puerta de emergencia. ¡Pero la puerta, no la emergencia! Yo hice una emergencia nueva y una ampliación única en la zona oeste del país y no logré que viniesen a verla o a inaugurarla. Es muy obvio que tenían una idea fija sobre la institución diferente al camino que veníamos recorriendo positivamente. 

¿Por qué dice que se tenía esa idea fija?

No sé, capaz que ya tenía algún interesado en la institución, que el ministerio conocía. Algún interesado de los que participaron en el resultado final.

¿Del Círculo Católico habla?

Observe quiénes se favorecieron. Inventaron un criterio que no existe en ningún lado para distribuir los socios de Casa de Galicia compulsivamente. Y fíjese a quiénes se los asignaron. Y si quiere ser suspicaz yo le digo: ¿por qué no pregunta en el Banco República a quiénes le dieron crédito exprés y quiénes se favorecieron?

Que le dieron un crédito al Círculo Católico fue público.

Y por qué no pregunta por las actas del directorio; qué votaron los directores y qué dijeron los que no votaron. ¿Por qué no se sabe todo? Ahora voy a tratar que se sepa todo. He mantenido un discreto silencio de respeto a los tiempos de la Justicia. Porque la Justicia tiene su proceso, sus tiempos y uno tiene que aceptarlos.

Cuando dice “que se sepa todo”, ¿a qué se refiere?

Si hubo intencionalidad. Si este era un final preconcebido para Casa de Galicia cuando asumió este gobierno.

¿A usted le dieron alguna señal antes de la intervención de que eso efectivamente podía suceder?

Cuando el ministro (Salinas) no quería venir, no quería hablar de los temas de Casa de Galicia, no me quería recibir y me pasaba al presidente de la Junta Nacional de Salud (González Machado), el cual no tenía tiempo para recibirme, y después me negaba los informes que se habían hecho sobre Casa de Galicia.

¿Qué informes?

Los informes de los veedores que contrató el Poder Ejecutivo, el doctor Luis Fraschini y el contador Jorge Pereira. Esas dos personas auditaron, por indicación de la Presidencia de la República a través de la Junasa, a las instituciones que habían recibido fideicomiso y cómo habían administrado los recursos. Porque se decía con mucha mala fe en el Ministerio de Economía y en el Ministerio de Salud que yo había dispuesto de los recursos para objetivos que eran diferentes a los que estaban enunciados cuando se hizo el fideicomiso. Y eso no es posible porque el control lo hace Afisa y no paga lo que no dice el fideicomiso. No desvía un dinero de un destino. Pero con mucha mala intención eso se dijo y se puso en informes del Ministerio de Economía y del Ministerio de Salud Pública que le llegaban al Dr. González Machado. No estoy diciendo que él los pidiese en esos términos, pero es muy curioso que llegasen informes de su propia repartición diciendo que yo tomaba decisiones violando el estatuto y la estructura de funcionamiento de Casa de Galicia. Que tomaba decisiones de forma inconsulta con la asamblea, sin voluntad y sin conocimiento de los socios.

¿Y usted niega haber hecho eso?

No solo lo niego rotundamente, sino que eso González Machado se lo dijo al ministro Salinas. El ministro se lo dijo al general Manini. El general Manini me lo dijo a mí en su despacho en el Senado de la República cuando le fui a reclamar sobre estas cosas. “Pero, Alberto, a mí me dicen que usted toma decisiones ignorando el funcionamiento estatutario”. Y le digo: “¿por ejemplo?” Y cuando me señaló que habíamos hecho la inversión en las Clínicas Leborgne a espaldas o sin conocimiento de los socios casualmente tenía en ese momento conmigo la copia del acta de una Asamblea General y de una Asamblea Representativa de socios que se la pude mostrar en la parte en que se hacía referencia a esto y que se aprobó por unanimidad. Pero, además, había una curiosidad: las hojas tenían un sello que pertenecía al Ministerio de Salud Pública, a la Junta Nacional de Salud de donde salió el informe de una abogada que le escribió al Dr. González Machado lo que no había sucedido. ¡Pero si era en la repartición que estaba el acta! ¿Cómo voy a creer yo que es inocente hacer un informe negando la existencia de haber recorrido los caminos legales y formales de la institución cuando la prueba de lo contrario está dentro de la propia institución? Si eso no es con mala intención, ¿qué es la mala intención? Así que se fue creando la idea estratégica, interesada, con persistencia de que no se actuaba o no se hacían las cosas con la seriedad y la regularidad que se tenían que hacer. Ahí, a fin del año 2020, es cuando nosotros insistimos en que tiene que haber una auditoría externa. El gobierno entendió la necesidad y a través del presidente del Banco de Previsión Social, Hugo Odizzio, plantea la creación de la figura de veedores. En marzo de 2021 se nombran los veedores para la Española, Casmu y Casa de Galicia y en ese mismo mes se nos presentan en Casa de Galicia. Tenían que recorrer toda la documentación y todo lo actuado por la institución desde que se otorgó el fideicomiso. Estuvieron cuatro meses y elaboraron un informe que le entregaron al Poder Ejecutivo. A nosotros no nos quisieron dar copia y recurrimos a la Junasa para pedirla. Pero nos fue negada porque se nos dijo que habían sido declarados confidenciales.

¿Y nunca vio ese informe?

Tuve que acudir a la ley de acceso a la información pública y luego de un mes y medio logré que me dieran el informe. A esa altura el Poder Ejecutivo también le había pedido a los veedores que evaluaran la ampliación del fideicomiso que nosotros pedimos por haber sido afectados por las decisiones que tomó el gobierno en dos situaciones. Los técnicos del gobierno anterior no nos habían permitido acceder a US$ 3 millones por no poner en el fideicomiso que el destino de esos fondos era para pago de proveedores. Y después este gobierno con Salinas a la cabeza y con González Machado decretó la intervención y liquidación en un mismo acto de una clínica privada de Comet en Treinta y Tres que nos debía US$ 3 millones. Nosotros estábamos pidiendo en la Justicia un concordato de la institución para poder administrar y cobrar los dineros que se nos debía. Entendemos que eso tuvo varios vicios. Primero: nace con la ejecución. No hubo ninguna posibilidad de tiempos, de plazos. Segundo: la liquidación la hicieron con vicios formales porque nombraron a dos personas para hacer esa toma de decisión cuando la ley prevé tres. Y a los tres meses de transcurrido el plazo, después de haber hecho todo esto que fue una especie de despojo para nosotros porque nos afectaban otros US$ 3 millones, el concurso nos fue concedido. Entonces nos presentamos a pedir la posibilidad de tener un nuevo fideicomiso pero con recursos que no eran del BROU, del estado o de las Afaps. Yo  le había presentado el plan que teníamos al Banco Santander que lo aprobó. Me aceptó los US$ 12 millones que le pedía con los dos años de gracia y los 10 años para pagar. Fui con la resolución del Santander a pedir que se me permitiese acceder a esa plata. Si yo no pagaba las cuotas me las retenía el Estado.

¿Y qué pasó con eso?

Le dieron el estudio de ese proyecto a los veedores que, según entiendo, hicieron informes favorables en todo sentido. Como lo vio el Santander, lo vieron los veedores. Pero también lo declararon secreto y confidencial el informe. Y cuando yo lo pido por acceso a la información pública me dicen que no me lo podían dar. Tuve una lucha terrible y recién cuando el ministro firma la intervención de Casa de Galicia en octubre me lo dan. Porque ya estaba decidido y ya había comprado el Poder Ejecutivo la idea de la intervención, que no es un accidente.  

¿Qué dice el informe de los veedores respecto a la administración de Casa de Galicia?

Detalla vintén por vintén cómo se administró, donde se aplicó, cómo se hizo y cómo se dejó de hacer. Es un informe enormemente completo. 

¿Señala alguna irregularidad o ilegalidad?

No, al revés. Señala que hubo una administración totalmente transparente diciendo también que era muy difícil desviar dinero por el control de Afisa. Es decir, también señala que no había libertad de acción.

¿Entonces la acusación de que había una caja paralela, de que el sistema de contabilidad era muy arcaico y permitía desvíos, de que había funcionarios que cobraban en negro no es verdad?

Cuando el informe de los veedores dijo que todo había sido absolutamente transparente empezaron a inventar y procurar instalar otro tipo de cosas. Y también el informe del nuevo fideicomiso con las nuevas inversiones revolucionarias era favorable. Pero por alguna razón alguien decidió que no podía hacerse eso. 

O sea que los dos informes eran favorables para Casa de Galicia y aún así el gobierno

(Interrumpe) Los ignoró, los ignoró, los ignoró. En ninguna de las resoluciones que el gobierno tomó hace mención, en ninguno de los casos, a los informes de los veedores. Se ocultaron.

¿Y usted leyó esos informes de forma completa?

No sé.

¿Cómo que no sabe?

Es que no sé si tiene el 100% de las páginas. Yo nunca tuve de los veedores el informe que ellos le dieron al estado. Lo que me termina dando por presión, con el apoyo de la ley y de un juez, no sé si está completo. Lo que sí le puedo decir es que recibí páginas dadas por el ministerio que dicen “eliminadas”, cuando pedí acceso a la información del 100% de las actuaciones del gobierno en el caso de Casa de Galicia desde el 1° de marzo de 2020 hasta el momento de la intervención, el 26 de octubre de 2021. Da la casualidad que al pie de página dice que eran los informes de los veedores. 

¿Cuándo y por qué tomó la decisión de ir a concurso?

Estaba en Madrid, los primeros días de setiembre (de 2021), volviendo de una misión en Galicia a pedido del gobierno. Recibo la llamada del nuevo director de la Junasa, Alberto Yagoda, que había quedado comprometido en darme el informe que me habían negado sobre el proyecto a futuro del nuevo fideicomiso. Había un trámite pendiente que el ministro tenía que aprobar para que pudiésemos disponer los meses siguientes de parte de los fondos que recibimos del Fonasa para pagar el BPS. Entonces recibo la llamada del contador para decirme que el ministro no lo iba a firmar. Que no autorizaba que accediéramos a los fondos nuestros.

¿Le dio alguna explicación?

No, que no lo firmaba. Yo le dije que si no lo firmaba porque daba el visto bueno para el nuevo fideicomiso no había problema. Y ahí me dijo que tampoco firmaría el nuevo fideicomiso. Entonces le dije a Yagoda: “Mire, usted es un hombre joven, pienso que se merece recorrer un camino profesional exitoso. Me dicen que es una persona bien. El ministro lo está metiendo en un problema a usted como jerarca de esa repartición al hacer esta llamada. Porque yo cuando llegue a Uruguay tengo que tomar decisiones. Y cuando tome decisiones por razones obvias usted queda en una vereda y yo en la otra”. Llegué a Uruguay el sábado, ese mismo día me reuní con el abogado que había hecho el concurso anterior de Casa de Galicia en 2012 y le dije que en cinco días teníamos que presentar el concurso. Me dijo que estaba loco, que eso no se podía hacer en cinco días. Yo dije que se iba a hacer en cinco días. Estuve casi sin dormir cuatro días y al viernes de la semana siguiente lo presentamos. Eso causó sorpresa e impacto en el gobierno, que estaba jugando a dejarme sin fondos. Ese fue el desencadenante buscado sin error, sin accidente, antes de la elección. Había que sacarme antes de la elección porque de nuevo me iba a votar la masa social masivamente. Yo iba a quedar respaldado por cinco años, entonces había que sacarme, había que sacarme, había que sacarme para disponer de los bienes. Me querían sacar echándome las culpas. Por eso me cerraron los accesos a recursos para que yo incumpliese. Y yo no iba a permitir incumplir por un acto de irresponsabilidad que no era mío. Por eso me presenté al concurso en el que pedía un año de plazo, sin pago de interés y sin ninguna quita. Era prácticamente de Walt Disney, Bambi y los siete enanitos. Pero tampoco se me podía permitir.

¿Por qué no?

Porque se iba fantásticamente al futuro: ya había conseguido ser denominado puerta de derivación de ASSE en el oeste, luego de dos años de trabajo. Iba a recibir con camas, puertas de emergencia y el quirófano. Lo que significaba salvar vidas y fuente de ingresos adicionales. 

¿Cómo se enteró de la intervención?

Estaba trabajando en Casa de Galicia y yo me quedé ahí esperando a que me vinieran a notificar. Pero no lo hicieron. Del ministerio fueron a notificar al gerente general. El desplazado era yo y la junta directiva pero, por alguna razón, las personas que me tenían que venir a notificar no querían verme la cara. Entonces decidieron ir a un funcionario. Una cosa rarísima, nunca vi eso. De la misma manera que nunca me llamó nadie de la intervención para consultarme ni para preguntar sobre temas de Casa de Galicia. Y a los cuatro días que iba a haber elecciones con puja se anuló el acto eleccionario con dudosa legalidad. Es difícil de entender porque uno lo explica y le da vergüenza: se parece a una república bananera.

¿Cuándo usted habla del gobierno, se refiere solo al Ministerio de Salud Pública o también a la Torre Ejecutiva?

Es muy difícil imaginarse que una decisión de este nivel y de esta importancia, donde se le despoja a toda una colectividad de su centro de pertenencia de toda la vida, pueda estar ausente del presidente, al más alto nivel, cuando el propio presidente firmó los decretos. No puede alegar ignorancia la Plaza Independencia.

Entonces cuando usted habla de intencionalidad y planificación también lo ve ahí.

Lo que digo, como lo dije unos días antes de que se tomara la decisión de intervención, que el ministro mentía y que estaba convencido que le mentía al presidente. El presidente se comprometió públicamente a devolverle la institución a la colectividad que no lo hizo. Entonces tengo que pensar que el presidente sabía, entendía lo que le decía Salinas, acompañó, firmó, justificaba y explicaba. Y hasta se comprometió a algo que no pudo cumplir y no cumplió.

¿Por qué cree que esto sucedió con Casa de Galicia siendo que algunas dificultades de esa institución también existen en otras mutualistas?

Que haya intereses de proteger a determinadas estructuras vinculadas a la salud donde hay cercanía con sectores, caudillos, dirigentes y empresas vinculadas a otras colectividades políticas… y puede ser. Existen esas cosas. Esto es demasiado chico y se sabe. Ahora, yo no estaba vinculado a nada de eso.

El juez de concurso señaló que no entendía como Casa de Galicia pudo mantenerse abierto durante 20 años en crisis. Tuvo tres intervenciones. Es decir: hace 20 años que estaba mal gestionada. El juez tomó decisiones que enfrentaban a la institución y también al gobierno. ¿Por qué recarga tantos las tintas sobre el gobierno cuando fue la justicia quien decidió que la empresa era inviable?

La justicia fundamenta su decisión en el hecho de que hay un crédito otorgado por el Banco República para el pago del medio aguinaldo de diciembre. Le pide al MSP que viabilice ese crédito y el ministerio lo niega. La justicia pide a ASSE cobrar lo que se le debe a Casa de Galicia (US$ 1,5 millones aproximadamente) y ASSE le dice que no tiene fondos para pagar lo que debía. Entonces dejan al juez y al administrador del concurso sin recursos genuinos que eran de la sociedad. El gobierno provocó la inhabilitación de acceder a recursos para el funcionamiento de la institución, lo que ya me había hecho a mí. Cuando el juez del concurso se dio cuenta lo que pasaba determinó la liquidación acusando al gobierno de llevarlo a esa situación anticipada. 

Usted tenía otro frente: los trabajadores sindicalizados. Ellos denunciaron manejos poco limpios de la mutualista. Incluso había quienes le tenían miedo. ¿Cómo responde a ello?

Los trabajadores, dicho así, suena muy amplio. La Federación Uruguaya de la Salud (FUS), todo el personal no técnico, acompañaban y apoyaban. Yo le cumplí con el 100% de todo lo que habíamos hablado y en todo sentido. Los médicos, cuando yo llegué, quisieron imponerme en la dirección técnica gente vinculada al Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y a la Fosalba, que es la línea mayoritaria, con la que teníamos diferencias históricas. Este grupito de médicos quisieron copar el gremio de Casa de Galicia que es independiente. Al no haber accedido nosotros a las presiones plantearon conflictos desde el SMU pero siendo ellos una minoría insignificante dentro de la estructura de médicos de Casa de Galicia. Y eso de que me tenían miedo no sé a qué se refieren: nosotros no sacamos a nadie de ninguna actividad ni disminuimos ingresos. Eso es un teleteatro, una puesta en escena para instalar una idea diferente a la realidad. 

¿Cómo impactó la noticia del cierre en Galicia?

La prensa recogió la versión construida por integrantes del gobierno. Me pidieron que saliera públicamente y les dije que yo entendía que tenía que respetar el camino que había elegido el Poder Ejecutivo. Que correspondía que yo aclarara a nivel de la fiscalía las mentiras instaladas y después iba a salir con todas las pruebas y todos los elementos y toda la documentación que por supuesto tengo. Y no quiero decir más nada. Pero ha transcurrido mucho tiempo: 11 meses. Estoy pendiente de ser convocado. Entiendo todos los temas vinculantes que ha tenido que administrar la fiscalía que tiene temas muy delicados como la denuncia penal de Katoen Natie, todo el tema del Ministerio de Turismo. Tiene temas complejos. Pero también es un hecho que llega mañana el expresidente de Galicia y candidato a la presidencia de España (Alberto Núñez Feijoo), que lo será, y yo debo hacer que las cosas se aclaren ya porque no quisiera dejar embretado a quien siento un amigo. Tengo que explicar lo que él no puede explicar. 

¿Qué le diría a Alberto Núñez Feijoo?

Que espere. La verdad siempre se impone. Batlle hace más de cien años dijo que en la política el que se precipita, se precipita. Hoy o mañana le puede llegar a afectar su visión o su relación con Uruguay cuando sea presidente de España, más temprano que tarde. Entonces hay que cuidar al amigo y las relaciones bilaterales.

¿Y en qué sentido cree que puede afectar?

Cuando yo demuestre la verdad de todos los hechos quedaría en una situación muy desairada, muy incómoda. 

¿La verdad de todos los hechos es que usted no cometió ninguna irregularidad o ilicitud en Casa de Galicia?

No solo eso. Yo presentaré una demanda al Poder Ejecutivo. 

¿De qué lo va a demandar?

De todas las irregularidades que, a nuestro entender, se fueron sucediendo encadenadas y no accidentales, que involucran siempre a las mismas personas o a los mismos centros de toma de decisiones. Entonces eso no fue una situación inocente.

¿Y usted tiene pruebas de eso?

Por supuesto.

¿Y en qué se fundan esas pruebas?

No. Eso será cuando llegue el momento. Los pasos son de a uno. Lo que le garantizo es que voy a demandar al ministro Salinas, a los actores y seguramente además, no solo en el plano personal sino institucional, al Poder Ejecutivo por las decisiones que tomó. Porque entre otras cosas tendrá que reparar el daño económico que me produjo. Tengo embargos que superan el millón de dólares por haber salido de garantía de la toma de decisiones, de contrataciones y compromisos que asumió Casa de Galicia. Entonces alguien tiene que encargarse de esos pagos.

¿Esa denuncia incluye al presidente de la República? 

Se autoinvolucró, firmó los decretos. 

Entonces hará el reclamo ante la posibilidad de que vayan contra sus bienes.

Yo tengo que hacer el reclamo primero por mi honor. Por mi nombre, por mi apellido, por la trayectoria de mi familia. 

¿Eso es lo que más le afectó?

Sí, es imperdonable. La plata puede ir y venir. Además la plata que puedo perder es la que supe hacer, y si tengo que volver a ponerme un overol con 70 años igual salgo a la cancha y vuelvo a ganarla. Yo no tengo miedo de trabajar, lo hice toda una vida desde que era un niño. Hice todo trabajando, nunca me quedé con nada que no fuera mío. Le digo más: nunca entré a un juzgado, no tuve jamás que enfrentar un juicio. He administrado empresas de primer nivel en el país privadas y públicas, con miles de empleados. Nunca fui a un juzgado.

Entonces me dice que esto es una cuestión de honor.

Absolutamente. Por eso no pueden conmigo ni van a poder conmigo. Y por eso voy hasta el final. Y por eso que se preparen todos. Y todos lo que se tienen que preparar lo saben, porque yo hablé con muchas personas en su momento. 

¿Con quién habló?

No corresponde. Las conversaciones privadas quedan en ese ámbito. Pero que he recibido llamadas que mi familia las conoce y que me van a acompañar hasta el día de mi muerte, por supuesto que las recibí. Llamadas al más alto nivel. De gente que no cree nada de lo que está pasando. ¡Nada! Ni una palabra. La denuncia de nada. Porque me conocen de toda la vida y saben que jamás puede ser cierto que uno haya podido quedarse con una plata. Que además no significan en lo que yo he construido, no son significativas. ¿Voy a hacer un escándalo para ver si tengo un apartamento más? ¿De qué me están hablando? ¿Un auto, una casa más? ¿De qué me están hablando? A esta altura de mi vida lo que tengo lo disfruto y ya no quiero tener más cosas. Es ridículo.

¿Y por qué cree que se ha insistido con eso?

Porque se ha procurado instalar ese relato. Pero es más, le voy a decir: la junta directiva nuestra no tenía acceso a plata jamás. La administración hacía los cheques, se mandaban para que los firmaran tres directivos, no había firma única. Yo me negué a tener clave en los bancos, yo no podía manejar fondos de ninguna cuenta de Casa de Galicia en ningún banco. Y lo hice para que no fuese jamás imputable ninguna decisión de manejo de fondos a mi persona. El 100% de los dineros lo manejaba la administración. 

Además del plano moral, ¿esto lo afectó en lo físico?

Pregúntele a los médicos que me operaron y me trajeron de la muerte un par de veces. Y me operé en Casa de Galicia, eh. Con los médicos y el personal de Casa de Galicia estando intervenido. Lo que quiero decir es que no lo te tengo que ocultar nada a nadie y que no le tengo que tener miedo a nada ni a nadie. Porque yo no hice nada malo de nada. ¿Me explico? ¿Y qué pasó? Me salvaron la vida.

Le dieron un segundo tiempo.

Claro. Si el cálculo fue: “este se nos muere…”. Porque curiosamente la denuncia penal que se me instala, mentirosa, engañosa, fabricada, fue el 29 de noviembre. El mismo día, con una diferencia de un ratito, en el que yo había entrado al quirófano para hacer el bypass en el que probablemente me iba a morir. Ingresé con una condición muy comprometida y había probabilidad cierta de que me podía morir.

¿Usted no ve casualidad ahí?

Yo soy creyente. Creo en Dios. Y me parece que ese fue un gran mensaje que se mandó el creador, que hace cosas de este tipo, inexplicables. Los caminos de Dios son increíbles. Y es amigo mío. A mí me viene cuidando desde que era muy joven. 

Dando por cierto toda su visión sobre el asunto. ¿Por qué cree que el gobierno presentaría 11 denuncias en la Justicia basadas en mentiras?

Porque si no existía ese relato era difícil convencer en menos de 30 días a los demás partidos políticos y a la dirigencia y las cúpulas de otros partidos para sacar una ley exprés, que se votó de mañana en una cámara y de tarde en la otra, para liquidar a Casa de Galicia. Salvo Botana que me llamó y vino a mi casa, todos los otros legisladores creyeron la versión del Poder Ejecutivo. Porque fue al más alto nivel que los convencieron, no un portero, no un mando medio. 

Votó incluso el Frente Amplio.

Claro, que cuando ahora vean la realidad… se empezaron a dar cuenta que les tomaron el pelo. Que les hicieron votar algo que no lo estudiaron. Tendrían que haber exigido estudiar el tema. Tendrían que haber hablado conmigo. Eso es lo que yo no entiendo. Y sabe una cosa muy curiosa: el ministro fue al Parlamento a convencer a senadores y diputados que tenían que votar esta ley. Busque un acto que se haya tomado de las cosas que dijo para convencer. No va a encontrar nada. Pidió que fuese en secreto. No hay versión taquigráfica. Porque sabía que lo que estaba diciendo de mi persona desde una situación de supuesta irregularidad era engañoso, era mentira, y no quería que quedara constatada la prueba. 

¿Cuál es el final que ve para esta historia?

A mí me provocaron. Me había ido del ring. Yo no tenía nada que ver, había anticipado mi retiro de la política para dedicarme a Casa de Galicia. No pueden adjudicarme ninguna intencionalidad política. Era un boxeador dedicado a hacer otro tipo de actividades por la sociedad, por mi familia, por los gallegos. Ahora me obligan a subir al ring y qué quieren. ¿Que baje la guardia? Epa. Moriré peleando. Por algo, Dios que es amigo mío, me hizo un recauchutaje y me dejó jugando el partido. Ahora, eso sí: no me chupo el dedo y sé que cuando haga conocer públicamente la demanda y todos los detalles que van a integrar la demanda eso va a tener un altísimo costo político para todos los que participaron. Y siempre hay alguno que habla. Como en el caso Astesiano, el problema es todo lo que se va a hablar después que hagamos la denuncia e involucremos a todos los que tenemos que involucrar. Alguno va a hablar porque querrá sacar su responsabilidad. Y dirán que recibieron órdenes. Habrá varios que dirán que les mintieron.

Intervención, liquidación y denuncia

El 23 de diciembre de 2021 la Justicia de Concurso determinó el cierre de la mutualista Casa de Galicia al dictaminar la liquidación dado que tenía un pasivo de unos $100 millones, luego de que el Ministerio de Salud Pública la intervino debido a la "grave situación económica de la institución”. Luego de ello, el gobierno decidió presentar una denuncia penal, para que se investiguen presuntas irregularidades que habrían cometido las anteriores autoridades de Casa de Galicia, en detrimento del patrimonio de la institución. La denuncia inicial del MSP luego fue ampliada y refiere a la emisión de cheques sin fondo y otras maniobras. La indagatoria continúa.

 

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