Durante su declaración, de más de 11 horas, Leonardo Fariña, señaló a la Justicia argentina que en el gobierno de Néstor Kirchner funcionaba un sistema de asignación de obras públicas a empresarios amigos que tenía como fin "hacer caja", informó el diario La Nación, que reconstruyó la declaración del financista.
Los empresarios a los que hizo mención Fariña, incluido su en ese entonces jefe, Lázaro Báez, facturaban sus obras con sobreprecios para acumular fondos líquidos y hacer proselitismo. La Nación informa que Fariña afirmó que todo el sistema fue montado por Néstor Kirchner, y su esposa, la expresidenta Cristina Fernández "estaba al margen".
Según declaró Fariña, la expresidenta argentina se enteró de las maniobras de Báez luego de que Kirchner falleciera. Al enterarse, Fernández lo llamó para advertirle que estaba al tanto de las transferencias internacionales de dinero en negro que estaba haciendo.
Vea: Las claves para entender la ruta del dinero K
Fariña relató que el punto de mayor tensión sucedió el día en que Fernández citó a Báez a la quinta de Olivos para informarle que le iba a sacar la ruta atlántica. El financista, preso desde hace dos años, declaró ante el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan no haber presenciado conversaciones e identificó a funcionarios de los Kirchner como participantes de la maniobra para hacer caja.
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