Fotomicrografía: el arte de lo pequeño

El afán por retratar momentos destacados y compartirlos en las redes ha llevado a que los smartphones cuenten con potentes cámaras fotográficas. Si se considera que es una herramienta con la que cuenta la mayoría de los jóvenes, un grupo de docentes del Liceo Nº 1 de Solymar desarrolló un taller de fotomicrografía en el que, a través del reciclaje de material tecnológico, pudieron adaptar las cámaras de los celulares de sus estudiantes y convertirlas en lentes con aumento con los que se pueden tomar fotografías microscópicas.

A través de este taller, los profesores Verónica Martínez y Wendy Castiglioni (biología), Fabricio Da Cunha (comunicación y medios audiovisuales) y Guzmán Trinidad (física) buscaron que los alumnos pudieran tomar fotografías digitales de estructuras no observables a simple vista.

"La idea es utilizar una herramienta que tienen todos los chiquilines y modificarla levemente para obtener un resultado muy destacado", dijo Trinidad a Cromo.

En las cinco jornadas que duró el taller, los liceales participantes de quinto y sexto año obtuvieron una formación en los aspectos técnicos y artísticos de la fotografía. Recibieron los lentes con los portaobjetos y los cubreobjetos, así como material biológico y de otras ciencias para que comenzaran a explorar y tomar ideas. Según Trinidad, "fue una dinámica formativa pero que inmediatamente fue a lo práctico".

Para dar comienzo al taller, los docentes necesitaban contar con pequeños lentes que pudieran ser adheridos a las cámaras de los dispositivos y que posibilitaran el efecto de ampliar la imagen fotografiada. Estas lentes pueden obtenerse de lectoras de CD y DVD.

Con este objetivo en mente, los docentes hicieron llegar su propuesta al Área de Innovación y Gestión del Conocimiento de ANTEL, para acceder a las lentes de lectoras desechadas por ANTEL Integra, un proyecto que tiene el fin de colaborar con los hogares de menor poder adquisitivo con computadoras recicladas, equipadas con software libre y acceso a internet.

"Nos donaron 20 lectoras que nosotros mismos despiezamos. La gente de ingeniería tomó los motores y engranajes que tenían adentro y eso se destinó a otros proyectos", contó el docente. Y agregó: "Es una reutilización de algo que iba a la basura".

Mezcla de asignaturas

El proyecto nació del interés de amalgamar las asignaturas. Cada docente aportó el conocimiento que concierne a su área, por lo que el taller de microfotografía involucró tanto ciencia (conocimiento sobre luz y óptica) como expresión artística (manejo de lentes, técnica y equipo fotográfico). "Se trató de elegir estudiantes de todas las orientaciones. Hubo de Medicina, de Ingeniería, de Artístico y de Agronomía", explicó el docente.

Según expresó el educador, el resultado del proyecto fue algo "que tomó vida por sí solo". Cada estudiante fotografió elementos que fueron pertinentes a sus intereses y áreas de estudio.

Actualmente, el Liceo Nº 1 de Solymar se encuentra en la etapa de difusión del proyecto de fotomicrografía. La Intendencia de Canelones propuso a la institución la realización de una exposición de las imágenes en el hall del Centro Cívico del Shopping Costa Urbana. Esta comenzó el día lunes 2 de octubre y se extenderá durante 15 días. Una vez finalizada la muestra, las fotografías serán trasladadas al liceo para continuar en exhibición.

Luego de la respuesta positiva de parte de los estudiantes del liceo, los docentes planean llevar a cabo otros talleres similares. "La idea es contagiar a otros liceos que quieran sumarse para aprovechar esto mismo en sus centros", expresó.