AFP

Frank Underwood, 2013-2017

Un famoso presidente –televisivo- no regresará a la Casa Blanca

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08 de noviembre de 2017 a las 04:00

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Lo bueno de la ficción en pantalla chica, cuando se trata de una serie, es que las muertes de los personajes pueden llegar con el consentimiento de los actores que interpretan a quienes sufrieron la eutanasia. Incluso algunos llegan a decir, hay ejemplos al respecto, "maten a mi personaje lo antes posible, pues me quiero dedicar a otras cosas, al cine, al teatro, a lo que sea, ya me cansé de ser mi otro yo por tantos años seguidos".

En otras ocasiones, en cambio, son los productores quienes se deshacen de un personaje por discrepancias artísticas o económicas con el actor o actriz que lo protagonizaba. También hay muchos casos al respecto.

La serie 24, extraordinaria, dejó de filmarse, no porque los ratings fueran bajos, todo lo contrario, sino porque el actor principal ganaba tanto que llegó a hacer improductiva desde el punto de vista económico a la serie. Kiefer Sutherland ganaba US$ 40 millones por temporada, cifra astronómica para la televisión de cualquier época.

Francis J. "Frank" Underwood se había transformado en personaje ubicuo, incluso llegó a ser el presidente estadounidense más popular de todos los tiempos, pues la popularidad de la serie House of Cards trascendió fronteras, llegando a gozar de extraordinaria popularidad en remotos confines. Sin embargo, antes de que los productores lo mataran, tal como lo hicieron la semana pasada, Underwood había muerto antes en la ficción.

En la reciente temporada, la serie había sido un plomazo mayor, con gran carencia de imaginación a la hora de crear situaciones creíbles y para peor, repitiendo clisés totalmente innecesarios para generar dramatismo de manera inteligente. Además, Underwood comenzó a sentir la competencia de otro presidente, Tom Kirkman (Sutherland), el de la serie Designated Survivor, bastante más cercana a la realidad, o a la realidad de la utopía democrática americana, que imagina a su líder como hombre honesto, justo y familiar.

Los escándalos de alcoba de Kevin Spacey terminaron con la vida de Frank Underwood, aunque la credibilidad de este había muerto varios capítulos antes. A partir de ahora, seguramente, la presidenta será una mujer viuda, que no durará mucho en la Casa Blanca, tampoco en el aire.

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