La Mesa Política del Frente Amplio aseguró este viernes a través de una declaración que en Brasil se ha dado un "golpe de Estado parlamentario, dado que se somete a juicio político a una presidenta sobre la cual no pesa ninguna acusación por actos de corrupción, ni ningún crimen de responsabilidad". En ese sentido, desde la fuerza política se agrega que "el juicio político" aprobado este miércoles por el Senado "respeta las formas pero no el contenido de la disposición constitucional".
Por mayoría en ambas cámaras, la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida del ejercicio de la Presidencia por 180 días. "La mayoría de los parlamentarios que llevan adelante esta destitución están acusados de corrupción ante la justicia, siendo parte de un sistema político históricamente corrupto", expresó la Mesa Política del partido de gobierno.
"El objetivo de la derecha brasilera, de su élite económica, con el apoyo de los grandes medios de comunicación y sectores del Poder Judicial, es separar a la Presidenta Dilma Rousseff y al Partido de los Trabajadores (PT) del Gobierno para retomar el control político y económico de Brasil", agregó.
En lugar de Rousseff, asumió este jueves el vicepresidente Michel Temer. "Un gobierno como el instalado en Brasil sólo profundizará la inestabilidad política y económica a nivel regional, con consecuencias que repercutirán en la región y en nuestro país", sentencia la declaración.
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