Frente Amplio interviene elecciones en comités argentinos ante choques internos

Los 22 comités que hay en Argentina deben designar a dos delegados que representen a la región ante el Plenario Nacional del Frente Amplio –máximo órgano de conducción de la estructura–, así como decantarse por los candidatos a la presidencia en la fuerza política: Fernando Pereira, Ivonne Passada y Gonzalo Civila.

El Secretariado Ejecutivo resolvió que la medida sin precedentes podía llevarse a la práctica en tanto la Comisión Electoral recién comenzaría el escrutinio de los votos uruguayos el lunes 13. De esta manera, se aseguraba que los militantes radicados en Argentina no concurrieran a las urnas con los resultados ya zanjados en el vecino país –más allá de que sus pronunciamientos no mueven la aguja en Uruguay dado que supone un caudal que no supera los mil votos–. 

La decisión respondió a un pedido de los comités argentinos, que se reunieron con la coordinación del Frente Amplio vía Zoom el pasado sábado. Como telón de fondo hay una sucesión de acusaciones que llegaron a la Huella de Seregni desde mediados del año pasado, y los desencuentros de los militantes frenteamplistas del otro lado del Río de la Plata ante una cuarentena prolongada que impidió aceitar el diálogo.  

Tal como informó El País y confirmó El Observador, un conjunto de dirigentes enviaron cartas que arremetían contra “un grupo pequeño de frenteamplistas (que) dio un golpe de Estado”. Fueron tres misivas –redactadas en julio, agosto y octubre, respectivamente– firmadas por representantes del Partido Socialista, la Vertiente Artiguista, el Nuevo Espacio, Alianza Progresista, Casa Grande, el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), entre otros.

Los delegados denunciaron haber sido "insólitamente excluidos por parte de quienes se hacen llamar Mesa Política del Frente Amplio en Argentina, organismo que se ha vaciado totalmente de contenido y cuyas acciones responden a una minoría sectaria que mucho daño le hace" a la fuerza política. El mensaje apuntaba en especial contra el MPP y el Partido Comunista (PCU).

Algunos reclamos apuntaban contra la destitución de los entonces secretarios de Organización y Prensa y Propaganda para suplantarlos por dirigentes afines, la remisión de un listado de comités inexistentes desde hace años, la falta de convocatorias a reuniones virtuales, así como un "fraude" en las últimas elecciones del Frente Amplio con todos votos de una misma urna perteneciente al candidato comunista, Juan Castillo. 

Del otro lado responden que hay "pequeñas internas" y que "nadie queda afuera". "Nos falta una gran juntada frenteamplista. Nos falta vernos las caras", opinó en diálogo con El Observador la excónsul general de Uruguay en Argentina, Lilián Alfaro, vinculada al MPP. "No nos podemos juntar y el Zoom hace que la gente no pueda decir lo mismo, porque te pone muchos límites", planteó. La dirigente señaló que la Secretaría de Organización se escindió de la coordinación central en Argentina.

"Estamos en una campaña electoral interna, pero nada de lo que ocurre no tiene solución", matizó la exdiplomática. Lucía Añón, del PCU en Argentina, aseguró que "nadie queda por fuera" y que "en casa, los cosas se procesan hacia adentro y no por los medios". Desde el lado contrario consideran que la medida del Frente Amplio en Uruguay supone un "reconocimiento de que había dificultades".  

Además de un contingente de delegados de las comisiones de Organización y Electoral de la estructura central que viajará a Argentina para la votación del 12 de diciembre, también habrá fiscalización cruzada entre comités.