Gerente de Pepsico: “No hay que sentirse víctima, sino protagonista”

El gerente general de Pepsico para Uruguay, Federico Hirtz, habla acerca de cómo enfrentó la pandemia y de la apuesta por las energías renovables y la sustentabilidad

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08 de diciembre de 2020 a las 16:10

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Federico Hirtz es argentino, nació en un pequeño pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires y desde muy joven se vio atraído por el mundo empresarial. Estudio Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires y aún siendo estudiante comenzó a trabajar en el área de Ventas de la multinacional estadounidense Procter & Gamble (P&G), dedicada a los productos de consumo masivo de los rubros de limpieza, perfumería y alimentos. “Siempre me resultó super atrapante esta industria por lo dinámica, por lo competitiva y por la conexión con los consumidores”, dice Hirtz. 

Su carrera en P&G la desarrolló principalmente en Ventas, donde pasó por diferentes roles de liderazgo tanto a nivel nacional como regional y luego de once años en la compañía, a fines de 2016 aceptó la oportunidad de trabajar como director del departamento comercial de Pepsico Argentina. En 2018 su carrera dio un nuevo salto y Hirtz pasó a asumir la gerencia general de Pepsico para Uruguay y Paraguay. “La verdad es que fue y está siendo una experiencia espectacular, porque me permitió no solo desarrollarme profesionalmente y como persona, sino también conocer un país que me cautivó. Conecté muy bien con la gente, me enamoré de Uruguay y del equipo que tengo, que es el mayor orgullo”, expresa.

Previo a la pandemia, Hirtz vivía de lunes a viernes en Uruguay y viajaba a Argentina los fines de semana, pero con las restricciones y las cuarentenas obligatorias el esquema cambió y desde hace unos meses dirige las operaciones desde Buenos Aires con viajes esporádicos a la planta de Montevideo. 

El lado positivo de esta nueva normalidad es que le permitió pasar más tiempo con su esposa y sus tres hijos pequeños a los que antes veía poco. Si bien la familia le ocupa casi todo el tiempo libre, Federico Hirtz encuentra momentos para practicar sus dos pasiones: jugar al squash y leer, principalmente biografías. Hijo de una profesora de Lengua y de Literatura, la lectura entró a su vida de forma obligada y casi como un pesar, pero con los años se convirtió en un hábito placentero y fundamental que intenta inculcar a sus hijos, aunque reconoce que no es tarea fácil al tener que competir con las pantallas. 

Los días de este gerente comprometido con la sustentabilidad y el trabajo de la Fundación Pepsico, comienzan a las seis de la mañana con un mate y la lectura de los diarios para luego pasar a cumplir su rol laboral como líder de una empresa que está presente en Uruguay desde hace más de 60 años y que da empleo a 350 personas en forma directa en todo el país y a unas 8.000 de forma indirecta.

¿Cuáles fueron los principales desafíos al asumir el rol de gerente general?

Trabajé mucho tiempo en la región y lo principal es entender los desafíos locales del negocio y conectar con el consumidor. Cuanto más rápido uno lo haga, mayores son las chances de éxito que uno tiene. 

Siendo argentino en Uruguay no fue difícil eso porque tenemos rasgos culturales muy parecidos y nos conocemos. A nivel de mercado, el consumidor uruguayo es muy educado, muy informado, desafiante y muy atento a las innovaciones y a las alternativas de la industria. Cuando hay algo nuevo enseguida lo quiere probar.

¿Cómo afectó la pandemia a la empresa y cómo enfrentaron la situación?

Toda esta situación tuvo un impacto bastante grande en nuestra industria pero también en la contracción de la economía y del consumo en general. 
Nosotros tenemos la visión de no sentirnos víctimas sino protagonistas y enfocarnos en lo que está en nuestro control. 

Lo que hicimos fue focalizar las energías en reinventarnos. Originalmente teníamos el plan de desarrollar los segmentos más altos de los productos y de un día para el otro tuvimos que cambiar la estrategia y nos centramos en invertir en productos de valor para el consumidor. Fue una iniciativa que se llamó Súper Precios en la que bajamos los precios y fue tan exitosa la estrategia que varios países de Latinoamérica la copiaron. Nos llena de orgullo estar desarrollando innovaciones desde Uruguay y que otros países las puedan tomar.

¿Tuvieron que hacer reducción de personal?

No, no hicimos ninguna reducción. Nos sentamos con el equipo directivo y dijimos que teníamos que salir fortalecidos de esta crisis, que no era un momento para estar tomando decisiones de ese tipo. Decidimos que no habría ninguna reducción de gente ni de sueldo. De hecho, lo que hicimos fue agregar un bono por presencialidad, principalmente para los trabajadores que tenían que estar en la calle en un momento que era difícil.
Nos pusimos tres objetivos: el cuidado de la salud del equipo, poder operar la planta en un contexto en el que se estaban cerrando un montón de actividades y poder crecer en un contexto difícil. Así que, salud, operación y crecimiento fueron las prioridades que nos guiaron en todas las decisiones, en ese orden de importancia.

¿En qué está invirtiendo Pepsico en la actualidad?

Desde que llegué, tuvimos dos inversiones grandes en la empresa. La primera fue el recambio de todas las líneas de empaque que tenían 25 años; trajimos tecnología de punta de Japón, y las instalamos hace un año y medio. La segunda gran inversión fue la instalación de 250 paneles solares fotovoltaicos que están ocupando casi 1.200 metros cuadrados en nuestra planta de distribución de la calle Burghi. 

Esto se conecta con la estrategia global de la compañía de reducir un 20% las emisiones para 2030. Nosotros nos planteamos cómo podíamos acelerar ese objetivo y trabajamos en tres pilares: optimizar el uso de energía en todas las operaciones; alcanzar el cien por ciento de energía renovable en toda la cadena de suministro, y por último, utilizar vehículos que sean más amigables con el medioambiente. 

La inversión que hicimos de los 250 paneles solares ya nos está permitiendo una generación propia del 40% de energía renovable, pero estamos yendo hacia el 100%, también alineados a la apuesta energética de Uruguay como país.

¿Pepsico Uruguay está más adelantado sobre este tema en relación a la región?

Si bien la estrategia la están siguiendo todos los países donde operamos, hay muy pocos países cuya energía proviene 100% de fuentes renovables y menos que estén generando el 40% en el mismo lugar, así que ahí sí estamos haciendo punta y marcando el camino para otros países.

¿Están trabajando en algo puntual con respecto al cuidado del medioambiente vinculado al reciclaje? 

A fines de 2019 instalamos una estación de reciclaje autosustentable —utiliza energía solar—, en la que ya llevamos recicladas 14 toneladas de desechos orgánicos. Con la apuesta de tener cero residuos que lleguen al vertedero, instalamos dentro de la planta esta estación, donde todo lo que sale de producción como todo lo que generamos nosotros trabajando en la planta van ahí y son tratados.

¿Perspectivas para 2021?

La apuesta como compañía en Uruguay es a largo plazo y queremos seguir creciendo. Uruguay tiene un ambiente de negocio donde es posible desarrollar y plantear desafíos grandes a futuro. El 2021 nos va a encontrar fortalecidos de esta crisis y la idea es que no se vaya ni una sola persona por la situación. Que cada uno se transforme en agente de cambio, en protagonista y no en víctima fue una apuesta que salió muy bien y que pensamos potenciar el año que viene. Incluso estamos pensando en generar posiciones nuevas. Somos optimistas.

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