Camilo dos Santos

El MEF flexibiliza postura de ajuste en el gasto y congela tarifas de los combustibles

El equipo económico postergó la suba de los combustibles en un contexto marcado por el alza del petróleo en los mercados internacionales; Ancap proyecta pérdidas millonaria en 2021 si tarifas no se ajustan a la evolución de costos

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13 de abril de 2021 a las 05:04

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El Poder Ejecutivo anunció que mantendrá sin cambios los precios de los combustibles que comercializa Ancap, pese a la suba significativa en el precio internacional del petróleo.

“No se va a aumentar el precio de la nafta y el gasoil en este momento. El país está atravesando momentos extraordinarios que requieren respuestas también extraordinarias de parte del gobierno. Esto es un apoyo a todo el sector productivo, a las empresas más pequeñas para que puedan pasar esta situación de pandemia, y un apoyo que se le da a la ciudadanía en general”, dijo la ministra en conferencia de prensa este lunes. 

La decisión económica y política de las autoridades de congelar las tarifas de estos energéticos claves para la competitividad del país coincide con un momento complicado de la pandemia, y donde sectores de la oposición y de la propia coalición piden más recursos como apoyo para las familias vulnerables y las empresas más pequeñas. 

Fue algo sorpresivo. Hasta ahora el equipo económico había mantenido un discurso duro centrado en la máxima prudencia en el gasto, dada la necesidad de mejora en las cuentas públicas. Sin embargo, este lunes el equipo económico envío una señal con algo más de flexibilidad y tomó una medida de alivio temporal para los bolsillos de los consumidores y las empresas. 

La decisión de mantener congeladas las tarifas tendrá un costo para las arcas del Estado de US$ 30 millones en el mes de abril. “Son US$ 30 millones que significan un deterioro en el resultado fiscal, pero que el gobierno entiende que es necesario”, dijo Arbeleche. Y añadió que es posible “por el manejo responsable de las finanzas públicas”. “Son los ahorros obtenidos el año pasado los que permiten sostener este tipo de medidas”.

Se espera que en el correr de esta semana el gobierno anuncie nuevas medidas vinculadas a las tarifas de UTE. Según supo y publicó El Observador, ese paquete de anuncios haría foco en la situación de las mipymes. 

El último ajuste de tarifas de combustibles se había dado en enero pasado. En esa ocasión el precio de las naftas se incrementó 6,2%, y se mantuvo la tarifa del gasoil -que no aumenta desde 2018- como una señal de apoyo para sectores como el agro y el transporte.

En lo inmediato el gobierno prevé seguir monitoreando la evolución del precio del crudo para resolver cuándo trasladará a las tarifas públicas el aumento del petróleo. El economista de Vixion Aldo Lema, consideró que la postergación del alza de los combustibles “debería ser muy transitoria”, salvo que retrocedieran las cotizaciones del petróleo y el tipo de cambio.

Y añadió que el nuevo mecanismo de fijación de tarifas de combustibles “debería limitar la discrecionalidad de su uso para recaudar, pero también de los congelamientos para otros efectos (desinflación, "subsidios" a la producción y/o consumo)”.

Los números de Ancap

El petróleo crudo Brent pasó en promedio de US$ 50 en diciembre de 2020 a US$ 65 en marzo de 2021, con lo que registró un aumento de 30% en el período referencia.  

El último informe elevado por Ancap al Poder Ejecutivo da cuenta de una situación financiera difícil en la medida que las tarifas no incorporen la evolución de los costos (petróleo y tipo de cambio).

El documento al que accedió El Observador incluye la proyección económica financiera para 2021 sobre la base de un crudo promedio proyectado a pagar de US$ 60,65 y sin ajuste de precios.

“De mantener vigentes los precios actuales se estima que al cierre del ejercicio las necesidades de fondos serán de US$ 234 millones. Lo anterior se corresponde con un resultado del ejercicio proyectado antes de impuestos y resultado de empresas vinculadas de pérdidas de US$ 254 millones”, alerta el informe del ente petrolero. 

En el primer trimestre del año la suba en el precio internacional del petróleo y la diferencia entre el PPI y el margen que recibe Ancap por refinación en su planta de La Teja complicaron los números y la salud financiera del ente.

El gobierno tiene la potestad de revisar los precios mensualmente, pero hasta ahora ha resuelto no hacer cambios en las tarifas para priorizar la recuperación de la actividad económica y los sectores productivos. En caso que se hubiera aplicado el mecanismo de ajuste por PPI a plenitud, como hubo un aumento de los precios internacionales eso ya se hubiera reflejado en los precios locales.

Durante marzo y para el caso de la gasolina Súper 95, el precio teórico de PPI fue de $ 25,7 por litro. En tanto, Ancap recibió por ese mismo litro de gasolina $ 20,38, esto es $ 5,38 por debajo del precio teórico de importación de equilibrio. La brecha fue de $ 2,5 en febrero.

Para el caso del gasoil la brecha entre el PPI ex planta y lo que recibió Ancap por producir este combustible fue de $ 1,6 por litro en marzo ($ 23,7 versus $ 22,11). En febrero había sido de apenas $0,13 por litro. En octubre, la brecha era de más de $ 7 meses a favor del PPI ($ 15,1 versus $ 22,18). 

Entre enero y marzo la diferencia no recaudada respecto a la paridad de importación ascendió a $ 1.504 millones (unos US$ 34 millones al tipo de cambio actual). Ese apartamiento entre lo propuesto por Ancap en sus informes tarifarios y el ingreso obtenido fue de $ 72 millones en enero, $ 435 millones en febrero y $ 997 millones en marzo.

El nuevo esquema en espera

La decisión de congelar precios implica también una postergación en la implementación del nuevo esquema que impulsa el Poder Ejecutivo para el mercado de los combustibles y que estaba previsto implementar desde abril.
“Estamos prontos para poner a funcionar el mecanismo de fijación de tarifas que consideramos muy valioso. Cuando la situación lo permita empezará a funcionar”, afirmó el ministro de Industria Omar Paganini en conferencia de prensa.
Ese régimen prevé que  el Poder Ejecutivo aprobará los precios de los combustibles a los que Ancap deberá vender en las plantas de distribución desde donde se abastecen las estaciones de servicio.
Cuando entre a regir en plenitud, se utilizarán como base los PPI, es decir, el precio (teórico) que asumiría un privado si importara y vendiera los mismos combustibles que comercializa Ancap, más un factor de ajuste diferenciado para cada producto (sobreprecio), que irá disminuyendo hasta converger de manera gradual a los valores de PPI en un plazo máximo de tres años, y cumpliendo hitos de avances mínimos anuales.
En abril de este año, el precio de los combustibles se encuentra por debajo del PPI. La gasolina se ubica en $ 58,4 el litro, mientras que el PPI es de $ 65,2. En el caso del gasoil, el precio es de $ 40,4 el litro, mientras que el PPI calculado por la URSEA es de $ 44,9 el litro. La diferencia es de 11% en el caso del gasoil y de 12 % de la gasolina. Si se suma el factor X (casi $ 3) se requeriría un aumento del 18% en la gasolina Súper 95 y del 19% en el del gasoil para acompasar el PPI.  
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