Leonardo Carreño

El otro triunfo: gobierno resalta fortalecimiento de la coalición como “efecto colateral” del referéndum

La campaña logró fortalecer la interna del oficialismo que había terminado el año con ciertas tensiones evidentes

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29 de marzo de 2022 a las 05:01

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En el asado con que el presidente agasajó a los legisladores de la coalición a fin de año, Luis Lacalle Pou pidió trabajar en conjunto para un referéndum que en aquel entonces todavía parecía lejano, y también recalcó la necesidad de que los socios multicolores se mantuvieran unidos.

Tres meses después y con un resultado favorable que ensanchó la espalda, el mandatario volvió a reflexionar sobre la alianza multipartidaria y, ante las cámaras que cubrían la conferencia de prensa luego de la ratificación de los 135 artículos de su ley fundamental, aseguró que la coalición logró demostrar “firmeza en la diversidad” durante la campaña electoral.

La imagen de todo su gabinete detrás con figuras de las distintas colectividades emulaba la cohesión que por estas horas el oficialismo destaca como “efecto colateral” de los últimos meses donde blancos, colorados, cabildantes e independientes salieron —con varias instancias conjuntas— a defender la ley de urgente consideración (LUC) que condensa el corazón del programa de gobierno que los llevó al poder en 2019.

El año pasado terminó con tensiones evidentes a la interna de la coalición luego de que el presidente vetara la ley forestal con la que Cabildo Abierto se había embanderado, pero ahora los dirigentes señalan que la inesperada elección de medio período sirvió para limar asperezas y fortalecer el trabajo de que, si bien tiene un rumbo temático común, también pondera perfiles bastante diversos.

Las visitas cruzadas a los locales partidarios, los actos protagonizados por los referentes donde cada tanto se colaba la presencia de una figura de otro sector y la búsqueda de la articulación entre los comandos socios fueron, según los dirigentes, alguno de los puntos fuertes que le dieron fluidez al relacionamiento de la concertación política en los últimos meses.

La lógica de la campaña despertó movimientos ansiosos de defender, cada uno a su manera pero también con ejes comunes, la gestión liderada por Lacalle Pou. En esa dirección, el presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, aseguró que, aunque en la previa electoral quizá “algunas cosas estaban medio complicadas”, el referéndum colaboró para aunar esfuerzos porque primó la lógica común de entender que este domingo se le “iba la vida” a toda la coalición. Y es que un revés electoral hubiese marcado no solo la derogación de una ley clave para el gobierno, sino también un fuerte mensaje político de debilidad con miras a las próximas elecciones.

Pero no fue el caso. Con una cantidad de adhesiones a la papeleta celeste muy similar en votos a la que obtuvo la fórmula integrada por Lacalle Pou y Beatriz Argimón en el balotaje, la lectura del oficialismo es que se consiguió una consolidación de la herramienta de la coalición y, además, una ratificación del apoyo popular al Compromiso por el País, firmado por todos los líderes partidarios dos años atrás.

Según el expresidente Julio María Sanguinetti, la unidad de los partidos de la coalición fue un “elemento sustantivo” sin el que no hubiera sido posible el triunfo del No en el referéndum. “(Sin esa unidad) no hubiera sido posible noviembre (el triunfo del balotaje), ni marzo. Esto fue una tercera vuelta, ya que el Frente Amplio lo había planteado como una revancha del balotaje”, agregó a El Observador el líder colorado.

Luego del resultado electoral y tras los tres meses donde cada partido movilizó a su militancia, los dirigentes también valoraron la votación de este fin de semana como un ensayo hacia el futuro y reconocieron sentirse fortalecidos de cara al "segundo tiempo", cuando el escenario electoral comenzará a emerger cada vez más.

La necesidad de seguir juntos

Las consideraciones positivas de lo que dejó este domingo más allá del veredicto de las urnas se repitieron en las consultas con los principales líderes partidarios.

El ministro de Ambiente y coordinador de Ciudadanos, Adrián Peña, aseguró por su parte que la campaña “fue una muy buena experiencia” que ayudó a “profundizar el vínculo” entre las colectividades socias, mientras que el presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, agregó que los últimos meses sirvieron para tomar conciencia de que las diferencias internas deben procesarse "con mucho más cuidado". "Tenemos que ser cautelosos para conversar", expresó el legislador.

La cohesión que finalmente terminó dándose en la defensa de la LUC es vista como un "subproducto" del referéndum por el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, que explicó que la unidad se procesó —así como sucede en otras instancias— por la distinción de que enfrente estaba un adversario común, y además, uno poderoso: el Frente Amplio y el PIT-CNT.

Pero pese a las valoraciones de lo que la campaña sembró en la interna, la realidad es que si bien el celeste se impuso con un nivel de apoyo similar a los comicios donde Lacalle Pou fue ungido como presidente, la diferencia de votos con la opción opositora volvió a ser ajustada, lo que además de establecer un escenario político de bipolaridad deja sobre la mesa un desafío para la coalición —disfrazado también de necesidad— que los socios ya avizoran sobre el escenario.

Fuentes del gobierno reconocieron a El Observador que el punto porcentual entre una y otra opción demuestran que la alianza multipartidaria es la "única opción" si los socios quieren seguir en el poder en el próximo período. Uno de los jerarcas señaló, de hecho, que si alguno de los partidos rompe con los demás eso le significará quedar a la intemperie, mientras que otro fundamentó la prédica de que cada voto cuenta. “Acá no sobra nadie” y “todos somos necesarios”, resumió la fuente.

En ese sentido, en el oficialismo son conscientes de que si pretenden ganar las próximas elecciones deberán seguir proyectándose en clave de coalición y para eso será necesario saber gestionar las diferencias en lo que queda del período, mientras cada uno marca su impronta e intenta fortalecer su propio perfil. Esa lógica implicará necesariamente una fina dialéctica entre las aspiraciones particulares de cada partido y el propósito general de lograr la subsistencia con todos los demás, y tendrá el desafío adicional de que el presidente de la República —ese con la capacidad de aglutinar a todos los socios multicolores— estará inhibido de hacer campaña.

El expresidente Sanguinetti señaló al respecto que “está a la vista" que mirando hacia adelante sigue siendo "imprescindible la unidad de la coalición”, mientras que el ministro Mieres aseguró que los socios tienen muy claro que “no hay 2024” sin una concertación entre los partidos y sin “ejercicio del gobierno”.

El senador Domenech, además, reconoció que es probable que en los próximos meses comiencen a aparecer esos “dilemas”, pero subrayó que será necesario que cada partido maneje el tema con responsabilidad para llegar a las próximas elecciones “con un clima de entendimiento”, si bien es lógico que cada uno busque para sí la mayor cantidad de votos posibles.

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