Got Talent: empezó la segunda temporada y fue lo más visto del lunes

El programa fue, además, lo más visto del lunes, según las cifras de rating de la consultora Kantar Ibope Media. El regreso de Got Talent tuvo un promedio de 21,39 puntos de rating, que equivalen a unas 265.000 personas, una de las marcas más altas de la televisión local en lo que va del año. 

El marinero Diego Coronel, cantante de ópera y triunfador de la primera edición local del programa, fue quien inauguró esta segunda entrega, que se grabó en el teatro El Galpón (donde ya se había grabado para la primera temporada), con la diferencia de que mientras que el año pasado la ronda de audiciones se hizo a lo largo del país, esta vez se centralizó en la capital, como parte de los protocolos sanitarios bajo los que se hizo el rodaje.

Entre los números que consiguieron pasar de ronda se cuentan el grupo de danza Scottish Dance que, como indica su nombre, realiza bailes tradicionales escoceses; la cantante de 19 años Valentina Veiga, que interpretó una canción de la estadounidense Mariah Carey que dedicó a los pacientes oncológicos, y los magos Jorge y Sandra, una pareja de inmigrantes cubanos que sorprendieron al jurado integrado por Agustín Casanova, Claudia Fernández, María Noel Riccetto y Orlando Petinatti con un número que incluyó a Jorge disparando con una ballesta a una caja en la que estaba su pareja, que lógicamente salió ilesa. 

También avanzaron Las Marujitas, un grupo de seis hermanas que cantaron en homenaje a su madre, una joven rusa llamada Iana Shapovalova que cantó Me muero de amor, de Natalia Oreiro, en ruso (la actriz, cantante y conductora de Got Talent es una estrella pop en ese país y ha versionado sus canciones en ese idioma), y el cantante Nicolás Castillo. 

Pero el gran triunfo de la primera noche del programa fue el de Enzo Castro, un niño de siete años de Rivera que llegó al programa para tocar el acordeón. "Cuando sea grande quiero ser jinete y tocar el acordeón" contó el niño antes de empezar su presentación, que ya antes de empezar se había metido en el bolsillo a todo el teatro. 

El público de El Galpón y el jurado, a través de Riccetto, presionó el botón dorado, que depositó al pequeño músico en la ronda semifinal.