Estudio de ADN en Argentina confirmará la identidad.

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Huesos encontrados en el batallón 14 son de una mujer: ¿qué datos hay para conocer su identidad?

Las mujeres desaparecidas durante la dictadura que aun no fueron encontradas son 39
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25 de junio de 2023 a las 05:00

A menos de dos baldosas de profundidad, en la mañana del martes 6 de junio fue hallado en el Batallón 14 un “esqueleto casi completo”. La cabeza apuntaba hacia el sur y los pies al norte. El cuerpo había sido enterrado —o mejor dicho tirado en una fosa— boca abajo y con la cabeza hacia el costado. Para la antropóloga forense Alicia Lusiardo no caben dudas: “Es un enterramiento clandestino, un cuerpo que recibió un tratamiento y con evidentes intenciones de ocultamiento (por la cal y la losa) es un enterramiento de un detenido desaparecido" de la última dictadura cívico militar.

Este jueves, 16 días después del hallazgo, el equipo de antropólogos que dirige Lusiardo informó que los restos encontrados son de una mujer. Lo saben por la forma del cráneo y parte de la pelvis, pero también por la comparativa del tamaño de los huesos con los estándares métricos.

Ese dato reduce las posibilidades para conocer de quién se trata. De los 197 detenidos desaparecidos solo 45 son mujeres y hay restos de seis que ya fueron encontrados (todos fuera de Uruguay). La lista, por tanto, se achica a 39. En la conferencia de prensa que dio este jueves la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos se refiere a 40 casos, porque incluyen a Renée Pereira cuyos restos, según la ficha oficial, fueron hallados en Argentina.

Junto a los huesos encontrados en el Batallón 14 no había pedazos de ropa, monedas, joyas o cualquier otro elementos cultural que permita arriesgar hipótesis. Incluso el deterioro de las extremidades de algunos restos hizo imposible estimar la edad de la mujer asesinada. Por eso la antropóloga Lusiardo fue contundente: solo la prueba de ADN —prevista para las próximas semanas en un laboratorio cordobés— revelará la identidad.

Por el tamaño de los huesos y la forma del cráneo los antropólogos concluyeron que se trata de una mujer

Los familiares de desaparecidos pidieron que no se dé inicio a una danza de nombres porque, la sola mención a uno de ellos, supone remover la angustia-ansiedad con la que cargan. ¿Por qué, pese a las advertencias, empezó a rumorearse que podría ser María Claudia García de Gelman?

A 50 años del golpe de Estado, uno de los problemas que se sigue acarreando es el silencio y la falta de información certera. Ante ese vacío de datos, bastan unas pocas pistas para que se construyan hipótesis de posibles paraderos.

En las fichas oficiales que la Secretaría de Derechos Humanos de Uruguay construyó sobre cada una de las 39 desaparecidas que aún se buscan, casi en la mayoría faltan datos clave. En especial hay ausencia de información sobre dónde fueron vistas por última vez y, sobre todo, qué ocurrió con ellas.

Se sabe que 36 de las 39 fueron detenidas y secuestradas entre junio de 1976 y setiembre de 1978. Las tres restantes escapan a ese período: Nelsa Zulema Gadea (diciembre de 1973), María Rosa Aguirre (noviembre de 1974), y María Elsa Garreiro (agosto de 1979).

Las fechas importan porque, según los historiadores, podrían estar vinculadas a operativos represivos diferentes. Por ejemplo: los dos cuerpos de hombres hallados en el batallón 13 de Uruguay correspondían a detenciones en la llamada Operación Morgan contra el Partido Comunista, mientras que los cuerpos de Julio Castro y Ricardo Blanco encontrados en el Batallón 14 respondían a operaciones posteriores.

¿Qué tienen en común, más allá de la fecha, aquellos desaparecidos cuyos restos fueron hallados en el Batallón 14 donde ahora apareció el tercer cuerpo (y que es de una mujer)? La responsabilidad institucional del operativo había sido el Servicio de Información de Defensa (SID).

Las mismas fichas oficiales dan a entender que el SID tuvo responsabilidad en la desaparición de al menos 17 de las 39 mujeres que se buscan. Pero, otra vez, los datos no siempre son contundentes. En muchos casos hay evidencia (como con García de Gelman), en otros hay sospechas concretas de traslados de Argentina a Uruguay en el marco del Plan Cóndor y por tanto habría tenido participación ese organismo represor uruguayo, y en otros se piensa el vínculo por los lugares donde estuvieron detenidas en Buenos Aires ("Pozo de Banfield", "Pozo de Quilmes", Automotores Orletti).

El SID, fue un servicio dividido en cinco departamentos que concentraba los antecedentes nacionales e internacionales de requeridos, un área administrativa, otra de infraestructura y la temida unidad de operativos (integrada entre otros por José Nino Gavazzo) cuyo cartel de bienvenida advertía: "Usted está entrando al depto. III P.O.E. del SID. Si viene como amigo, bienvenido. Si viene como enemigo, lo lamentamos por usted".

De la lista de nombres, García Gelman es el único caso que, por ahora, se sabe exactamente que fue detenida en Argentina, trasladada a Uruguay y vista por última vez en Montevideo. De hecho, la fosa del hallazgo del esqueleto está “aproximadamente a 130 metros del punto inicial” en el que había sido señalado el lugar de enterramiento de esta operaria de una fábrica de zapatillas, reconoció la antropóloga Lusiardo. Y 130 metros en decenas de hectáreas de monte equivale, según los técnicos, a una extrema proximidad.

¿Cuándo y por qué García de Gelman fue trasladada a Uruguay?

En la madrugada del 24 de agosto de 1976, seis hombres armados irrumpieron en la casa en la que vivía esta joven trabajadora de la industria del calzado, en el barrio porteño Almagro. Ella, de 19 años y embarazada de siete meses, fue detenida junto a su esposo y su cuñada (ambos hijos del poeta Juan Gelman).

Pese a que se desconoce su militancia política y sindical, los secuestradores la acusaban de ser una “montonera”, en referencia al grupo guerrillero argentino. Estuvo recluida en el centro clandestino de detención “Automotores Orletti” y, en un operativo en conjunto entre la SIDE argentina y la SID de Uruguay, habría sido trasladada a Montevideo el 7 de octubre de 1976. El condicional no es por la confirmación de que fue trasladada, de hecho la evidencia confirmó que ella fue parte del intercambio entre los represores de ambas márgenes del Río de la Plata en el marco del Plan Cóndor. El condicional es porque la fecha exacta de ese movimiento se maneja como “probable”.

Julio César Barboza, uno de los pocos militares que rompió el silencio y dio datos clave pese a no haber ocupado cargos de jerarquía, recordó haberla visto, embarazada, en el piso superior a las cárceles clandestinas en el edificio del SID en Bulevar Artigas y Palmar (donde hoy funciona la Institución Nacional de Derechos Humanos que busca a los desaparecidos). Estaba junto a Anatole y Victoria Julien, hijos de detenidos-desaparecidos.

La segunda y última vez que el exsoldado Barboza vio a García de Gelman, era una noche en que “casi no había luces encendidas” en las que los represores Ricardo Arab y José Antonio Rodríguez Buratti se llevaban en un canasto a la recién nacida hija (Macarena), dada a luz en el hospital Militar. Fue entonces que Arab dijo: “A veces hay que hacer cosas embromadas”.

Macarena Gelman dijo a El Observador que está con “expectativa y ansiedad" por si los restos hallados son de su madre, "y también con la sensación reconfortante de que independientemente de esta identificación en particular está la firme posibilidad de seguir encontrando más compañeros y compañeras. Que si no es esta vez será más adelante”.

Los trabajos en el Batallón 14 donde fueron hallados los restos

A diferencia de García de Gelman, hay otras dos desaparecidas que también se sabe estuvieron secuestradas en Uruguay y se las vio en centros de detención clandestinos locales por última vez. Ella no fueron trasladas a la Argentina como aconteció con algunas montoneras atrapadas en territorio nacional. Se trata de Elena Quinteros, detenida en junio de 1976 y que algunos testimonios dicen haberla visto por última vez en el infierno de "300 Carlos", el centro de detención bien cercano a donde fueron encontrados los cuerpos del batallón 13; y de Amelia Sanjurjo que fue detenida en noviembre de 1977 y fue reconocida por última vez en La Tablada. ¿La Tablada? Coincide que Ricardo Blanco, hallado en el batallón 14, pasó por esa cárcel clandestina.

Como los datos son pocos y las opciones muchas, solo resta esperar que la ciencia demuestre con la prueba de ADN de quién se trata y así la familia de alguna de estas 39 mujeres podrá recuperar algo de paz.

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