El cocinero y figura de la televisión, Hugo Soca, habló sobre su cambio físico que lo llevó a bajar considerablemente de peso y su nueva rutina que incluye entrenamiento. "Empecé a estudiar cocina vegana con una profesora taiwanesa que me ayudó muchísimo, y en cuestión de cuatro o cinco meses, de los 140 bajé a 85 kilos. De a poco me empecé a amigar conmigo mismo, empecé a sustituir la manteca por el aceite, los lácteos por otro tipo de elaboraciones, y eso me ayudó muchísimo. De a poco empecé con el ejercicio y ahí me encaminé. Parece increíble, pero después de los 40 años empecé a amigarme conmigo mismo y a quererme", dijo.
Soca relató que, por su trabajo como chef, nunca había tenido mucho cuidado en las comidas. "Nunca me gustó el ejercicio y como muchos me anotaba en el gimnasio y después no iba nunca. A los 30 años, cuando empiezo con mi emprendimiento Sucré Salé, también empecé con la vida en pareja, y uno a veces se deja estar. Trabajaba 16 horas por día y no me cuidaba con la alimentación, comía cualquier cosa. Era comida casera, pero me podía mandar dos platos de cazuela de mondongo de noche con pan y vino. Mucho desorden alimenticio. El que seas cocinero no quiere decir que sepas comer, son dos cosas diferentes porque uno no es nutricionista. Y cuando tenía 36 años pesaba casi 140 kilos", aseguró en entrevista con Sábado Show de El País.
Pero, ese desorden alimenticio llegó a que en un momento puntual necesitara un cambio de rumbo. Y fue en una visita a la Expo Prado. "Me quería poner una remera y ninguna me quedaba. Una camisa XL y me apretaba, la única que me quedaba era XXL, y me dije: esto no puede ser. Me estaba haciendo mal, no solo en lo físico, también emocionalmente. Además, los valores estaban desastrosos. Tenía sedentarismo porque solo me dedicaba a trabajar y a no pensar en mí", indicó.
Es por eso que comenzó a concurrir a especialistas para que lo ayudaran a mejorar su salud. "He tenido profesionales que me han ido asesorando, pero antes de ir a profesionales veía muchas páginas en Internet y cuentas en redes sociales. Hoy tengo 48 años, y cuando te acercás a los 50 hay una palabra que tiene que ponerse en práctica: la consciencia. Ser conscientes de que tenemos que empezar a cuidar esta infraestructura, nuestro cuerpo, porque con la edad se empieza a debilitar. Los cimientos ya no están como a los 20", señaló.
Por otro lado, también señaló que su rutina de entrenamiento lo hace feliz y que actualmente "la necesita". "Busqué un gimnasio cómodo, que me quede cerca de casa, que no tenga que ir con el bolso o tomarme una locomoción, porque no manejo. Sino iba a terminar abandonando, porque muchas veces, como todos, me anoté a un gimnasio y fui una vez al mes. ¿Quién no lo hizo? Ahora voy de lunes a sábado y no puedo no ir, lo necesito. Es comenzar el día para arriba, y no me molesta cuando suena el despertador a las seis y media de la mañana para ir al gimnasio".
"Me daba vergüenza que me inviten a una fiesta y no tener un traje para ponerme. Lo mismo el ir a la playa y sacarme la remera, y eso creo que lo vive muchísima gente. Me daba vergüenza porque me veía tan gigante, enorme, que no me aceptaba, y eso me hacía mal. Si hoy otra vez estuviese pesando 140 kilos, no sería feliz. No es que me importe el qué dirán, me importo yo. Creo que cada uno se tiene que mirar hacia adentro y conocerse. Muchas veces, la gente no se anima a mirarse ni a enfrentar lo que le hace mal, que puede ser sobrepeso, trabajar en algo que no les gusta, o estar en una relación que no es saludable", reflexionó.
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