EFE/Juan Carlos Hidalgo

Ida Vitale, el premio Cervantes y su impacto en las autoras uruguayas

Seis mujeres de las letras nacionales reflexionan sobre el valor del máximo galardón de la lengua castellana para el mapa de la literatura nacional

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24 de abril de 2019 a las 05:02

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Ida Vitale supo que su 2019 iba a ser un año convulsionado una mañana de noviembre. Regaba las plantas en su apartamento de Malvín. Era un día más. Hasta que una llamada telefónica interrumpió la calma rutina de la poeta, ensayista, docente y crítica uruguaya. Del otro lado le informaron que el Premio Miguel de Cervantes 2018 era para ella. Tiempo más tarde Vitale se enteró que era la quinta mujer en recibir el galardón en una distinción que tiene 43 años de historia. Antes que ella habían pasado por la Universidad de Alcalá en la ciudad de Alcalá de Henares cuatro colegas: María Zambrano (1988),  Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (2010) y Elena Poniatowska (2013). Esa misma tarde dijo en una entrevista para estas páginas lo siguiente: “Es un disparate. Todo hay que repartirlo y dividirlo. Pero bueno, eso responde a una idea general del mundo que dice que las mujeres van a la cocina”.

A los 95, como lo ha dicho varias veces en estos días, el premio le llega tarde. De todas maneras, de este lado del mundo, seguramente, un atractivo puñado de mujeres que se dedican a las letras celebraron el galardón y se emocionaron con la luz tan particular de la voz de Ida Vitale. A continuación, seis autoras uruguayas reflexionan sobre este momento histórico para la literatura de Uruguay.  

Mariana Percovich - dramaturga, directora  de cultura de la Intendencia de Montevideo

Por un lado, como dramaturga, pensar en el premio Cervantes para una mujer uruguaya es importantísimo. Los premios son ese espacio de validación. La propia Ida en sus últimas declaraciones dijo: “Ojalá me hubiese encontrado más joven y más fuerte”. Justamente un premio de esta categoría implica ponerte en el tapete, vender más libros, hacer notas, tener voz. Las mujeres siempre hemos estado subrepresentadas en cantidad de premios, entonces el hecho de que sea mujer poeta uruguaya a mí me parece fundamental. Desde mi lugar de directora de Cultura de la ciudad puedo decir que nosotros ya la habíamos homenajeado antes del Cervantes al elegirla como madrina de la delegación del stand de Montevideo en la Feria Internacional de Libro de Buenos Aires. Ida representa a una generación y un movimiento donde la mujer, en poesía (pese a que hay excelentes poetas uruguayas) sigue siendo minoría en materia de reconocimiento y de espacios de validación.   

Mercedes Rosende - escritora

Noventa y cinco años, voz nítida, ideas claras, Ida colecciona premios y da conferencias, viaja a congresos y huye de los estereotipos, del tópico del poeta inspirado: dice que a ella la poesía le sale mal, que tiene que trabajarla. Y uno la imagina en ropa de fajina golpeando los versos para lograr una poesía transparente y nítida.

A pesar de todos los homenajes prefiero imaginarla simple como las palabras que usa para escribir, como su lenguaje popular y culto, personal y universal. Tan viva, tan fácil, nunca pueril.

Romina Serrano - poeta, docente y licenciada en Letras

El premio otorgado a Ida Vitale, que puede agradecer en español, repica en la literatura uruguaya que pareciera estar siempre latente pero nunca en la superficie de lo visible. Es un premio que gana la palabra perfectamente tejida por las manos de la poeta, y que cada vez que nos abrigue su lectura, en español, también agradeceremos. 

Hoy estamos en un momento de escritoras. La mujer pisa no pasa por el camino tan masculinizado del canon literario. Celebro esos pasos que se marcan y me sumo a seguir su huella.

EFE/Ballesteros

Josefina Trías - actriz, dramaturga, docente de artes escénicas

Descubrir la poesía de Ida Vitale es una de las experiencias más intensas que una puede tener con la literatura. La poesía de Ida Vitale provoca una cercanía con la mujer que escribe pocas veces visto.

Para las que amamos su poesía y la de otras enormes poetas uruguayas e incluso latinoamericanas, hoy es un gran día. No sé si somos conscientes de lo que esta mujer de letras, por su vida y su obra, representa. Ojalá este premio expanda los límites de su alcance hasta ahora y sea aún más leída, y acompañe a tantos otros, en la hora justa. Yo, que la siento como una amiga (que es al fin y al cabo lo que debería ser el poeta para el lector) me emocioné hoy al escucharla.

Natalia Mardero - escritora

¿Es este premio, además de una inmensa alegría y orgullo, la representación de que una  época de nuestras letras ha llegado a su fin? Lo que pensaba, mientras veía a Ida Vitale dando su discurso, es qué hacemos ahora. ¿Cuántos poetas uruguayos contemporáneos conocemos? ¿Cuántos libros de poesía leemos al año? Que este premio nos recuerde que poetas y escritores no son seres aislados que aparecen por generación espontánea. La educación, fomentar la lectura y crear ámbitos fértiles para la escritura son los pendientes que tenemos como sociedad para seguir, no sé si ganando Cervantes, pero al menos para continuar un rico camino literario que sería una pena perder.

Tatiana Oroño - Escritora, profesora de Literatura, investigadora Asociada a la Academia Nacional de Letras

No seré original: se trata de un reconocimiento merecido, un justo premio. El Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes está destinado a enaltecer “la labor creadora de escritores hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario de la  lengua”. Y la obra de Ida Vitale es notable: su poesía enseña, su prosa deleita y desafía. La reflexión que me hago, especialmente cuando el galardón se otorga a la poesía, es que el lauro, en contrapartida, importa un desafío para quien –labrado su mérito a contrapelo de la lengua utilitaria–, debe ceñirse a una oratoria enmarcada en legítimos protocolos. Nuestra poeta (digo “nuestra” porque hoy prensa, redes y por lo que sé, también aulas secundarias, hicieron suya esta celebración) salió airosa de la prueba con una intervención que empezó por expresar el deseo de no leer un discurso. “Querría hacerme perdonar la audacia de venir aquí, a este lugar, y meterme a hablar de Cervantes”–dijo hoy, ya sin papeles, al cerrar su oratoria. Ese “meterme a hablar de Cervantes”, que honra la oralidad (¿acaso rioplatense?) me hace pensar que por Ida Vitale, hoy, 23 de abril de 2019, el Día de la Lengua lo es también (al decir de Juan Villoro) el de la lengua hispanoamericana.

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