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IM plantea crear cooperativas para evitar que choferes de Uber y Cabify queden fuera de la norma
Hace más de nueve meses que Uber, Cabify, choferes y la Intendencia de Montevideo (IM) se sientan en la misma mesa para negociar una salida del régimen de transición en el que está inmerso el sistema desde 2019.
En aquella fecha la comuna creó nuevas reglas que de entrar en vigencia dejarían fuera de juego a unas 400 personas que ya hoy operan con las aplicaciones. Fue por eso que la normativa se fue prorrogando para dar un plazo de adaptación, dilatado luego por una pandemia que trastocó de punta a punta la movilidad en Montevideo.
Ahora sí, la transición no va a correr más, y la Intendencia remitió a la Junta Departamental un proyecto de decreto para flexibilizar en algunos términos la normativa aprobada en su momento por la administración de Daniel Martínez.
Por un lado, el texto firmado por la intendenta Carolina Cosse plantea abrir las puertas a una modalidad de cooperativas de hasta cinco personas que puedan desempeñarse en el servicio. El último decreto de la gestión Martínez establecía que solo podrían conducir con las aplicaciones el permisario –que tiene que ser el propietario del auto– y un chofer adicional de hasta segundo grado de consanguinidad: nietos, abuelos y hermanos.
Con la nueva redacción ahora podrán manejar tanto el permisario como el conductor adicional y los socios cooperativistas. Además, la IM propone ampliar hasta un tercer grado al nivel de consanguinidad admitido para el chofer extra. De esa manera también podrán operar los tíos y sobrinos, tal como había adelantado El Observador. Los permisarios tendrán que declararlos previamente para incorporarse a la actividad.
Otra modificación introducida por la administración de Carolina Cosse consiste en que también se deberá "permitir y facilitar el ascenso de perros guías que acompañen a personas con discapacidad visual o tratamientos terapéuticos". Semanas atrás la comuna ya dio el visto bueno para que se permita el ingreso de las mascotas a los taxis.
El nuevo régimen de cooperativas impulsado por la IM responde a un pedido de la Asociación de Conductores de Aplicaciones (ACUA) el año pasado para contemplar la realidad de más de 400 conductores que hoy no tienen un auto propio.
La IM fundamentó los cambios en la necesidad de "conservar las fuentes de trabajo". La regulación del sistema de transporte mediante aplicaciones –hoy solo están Uber y Cabify en el mercado– se estableció a través de dos decretos luego del desembarco de la multinacional Uber a fines de 2015. La modalidad de negocios tomó por sorpresa al régimen legal uruguayo, y la comuna capitalina estableció en poco tiempo restricciones a un modelo que todavía no tenía reglas claras.
Desde entonces la aplicación y sus conductores han denunciado el deterioro del servicio –entre la cada vez más frecuente tarifa dinámica y la no captación de viajes–, al tiempo que el taxi comienza a ganar terreno en el mercado.
La empresa brega por la apertura del registro de permisarios, cerrado años atrás por la IM pese a que está muy lejos del tope de 4.000 cupos fijado por el último decreto. Hasta mediados del año pasado había una cantidad de permisarios activos apenas por encima de los 2.000.
Meses atrás Uber pateó el tablero y abrió las puertas para que también el servicio del taxímetro pueda agarrar viajes con la aplicación. El anuncio tomó por sorpresa a todos los actores del sistema, y llevó a que la Gremial Única del Taxi comenzara a pedir contratos de exclusividad a sus socios, tal como informó El Observador.
