Interiorismo hotelero: Locanda Fasano
El flamante Locanda combina el confort, la calidad y el buen gusto que consolidan a Fasano como un hotel de lujo en Uruguay y el mundo. Con una arquitectura exuberante, ofrece el mejor escenario para el descanso y la contemplación del generoso paisaje que lo rodea
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11 de agosto de 2017 a las 05:00
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por Ina Godoy Vittorio Fasano llegó a Brasil desde Milán (Italia) en 1902 y dio inicio a la centenaria tradición gastronómica de la familia con la inauguración de su primer restaurante en San Pablo. En 2003 Rogério Fasano, integrante de la cuarta generación de la familia, abrió el primer hotel de la marca en la misma ciudad y en 2007 lo siguió la consagrada sucursal de Ipanema, en Río de Janeiro. En 2010, la apertura de Fasano Punta del Este marcó la primera presencia de la marca fuera de Brasil y se consolidó dentro de la hotelería de lujo del mundo.
El lugar elegido fue La Barra (Maldonado), 490 hectáreas entre campos, sierras y mar donde el premiado arquitecto paulista Isay Weinfeld proyectó 20 bungalós. Desde el pasado 20 de diciembre, la propuesta se complementa con Locanda (hostería o posada en italiano), un flamante hotel con 10 suites, estar con biblioteca, bar, solárium y piscina, centralizados en un impactante edificio desarrollado por las arquitectas Carolina Proto, Fernanda Schuch y Juliana Bassani, del estudio Obra Prima.
La construcción de 2.500 m2 se planteó en tres plantas, con una estética de líneas puras y racionalistas que refieren a la arquitectura moderna y contemporánea, dibujando una superposición de cubos de diferentes volúmenes y texturas. La segunda planta fue totalmente revestida con listones de lapacho, mientras la tercera, con madera negra. Ambas parecieran estar apoyadas sobre una caja de cristal, un sorprendente efecto generado por la fachada de vidrio de la planta baja.
El cubo que conforma la segunda planta es el más grande de los tres, diferencia de tamaño que genera otra de las características más extraordinarias de la obra: un vuelo de 13 metros que parece desafiar la ley de gravedad y funciona como alero de la entrada principal al hotel. En ese sentido, el trabajo de ingeniería resolvió el desafío mediante el uso de vigas postensadas, un sistema de tensores que atraviesan todo el edificio a lo largo de sus 50 metros, forzándolo hacia adentro y evitando así el movimiento hacia abajo de los extremos que están suspendidos en el aire.
Locanda se inserta junto al icónico restaurante Fasano, construido sobre una colina rocosa en uno de los puntos más altos del país, que ofrece una vista única. Ambos se comunican a través de una espectacular pasarela vidriada y flotante.
El edificio ofrece nuevas áreas recreativas, como una sala de estar con biblioteca, bar, solárium y una piscina implantada en un inigualable escenario de rocas naturales. El diseño interior combina con equilibrio estéticas actuales con vintage, materiales rústicos y fibras naturales, con lujosas terminaciones. De esta forma, comulgan pavimentos de baldosas calcáreas con revestimientos de roca del lugar, mármol de Carrara y acero corten, antigüedades, diseño nórdico, clásico y contemporáneo. Todo, con detalles de máxima calidad para estimular una confortable contemplación de sus vistas panorámicas.
Por más información: laspiedrasfasano.com
El lugar elegido fue La Barra (Maldonado), 490 hectáreas entre campos, sierras y mar donde el premiado arquitecto paulista Isay Weinfeld proyectó 20 bungalós. Desde el pasado 20 de diciembre, la propuesta se complementa con Locanda (hostería o posada en italiano), un flamante hotel con 10 suites, estar con biblioteca, bar, solárium y piscina, centralizados en un impactante edificio desarrollado por las arquitectas Carolina Proto, Fernanda Schuch y Juliana Bassani, del estudio Obra Prima.
Desafiar la gravedad
El cubo que conforma la segunda planta es el más grande de los tres, diferencia de tamaño que genera otra de las características más extraordinarias de la obra: un vuelo de 13 metros que parece desafiar la ley de gravedad y funciona como alero de la entrada principal al hotel. En ese sentido, el trabajo de ingeniería resolvió el desafío mediante el uso de vigas postensadas, un sistema de tensores que atraviesan todo el edificio a lo largo de sus 50 metros, forzándolo hacia adentro y evitando así el movimiento hacia abajo de los extremos que están suspendidos en el aire.
Confortable contemplación
El edificio ofrece nuevas áreas recreativas, como una sala de estar con biblioteca, bar, solárium y una piscina implantada en un inigualable escenario de rocas naturales. El diseño interior combina con equilibrio estéticas actuales con vintage, materiales rústicos y fibras naturales, con lujosas terminaciones. De esta forma, comulgan pavimentos de baldosas calcáreas con revestimientos de roca del lugar, mármol de Carrara y acero corten, antigüedades, diseño nórdico, clásico y contemporáneo. Todo, con detalles de máxima calidad para estimular una confortable contemplación de sus vistas panorámicas.
Las suites
Locanda cuenta con apartamentos de 36, 52 y 82 metros cuadrados, con camas dobles, simples y combinadas. Algunas habitaciones cuentan con sala de estar y bañera de inmersión. Todas están climatizadas y cuentan con ropa de cama de algodón egipcio, almohadas de pluma de ganso, frigobar, televisión full HD y wifi.
Por más información: laspiedrasfasano.com
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