Con las mudanzas las personas suelen enfrentarse a paredes en blanco y rincones vacíos. Y llenar esos espacios se vuelve inevitable. Pero también puede pasar que por simple aburrimiento, por la ansiedad de generar cambios en el campo visual diario o por la necesidad de mimetizar el entorno con procesos de quiebres personales haya quienes busquen innovar dentro de su hogar.