Jaime Báez: “Le dieron importancia al virus cuando empezó a morir la gente”

El delantero del Cosenza hace la cuarentena en su apartamento, entrena en la terraza, cocina por internet y le enseña español a su novia italiana

Tiempo de lectura: -'

29 de marzo de 2020 a las 05:02

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Encerrado en su apartamento de Cosenza, el delantero Jaime Báez se entrena en la terraza desde hace 15 días por la cuarentena obligada por el coronavirus, le enseña español a su novia italiana, prepara la comida y se comunica cada tanto con su familia que vive en Santa Lucía: “Cuando acá empezó todo lo del coronavirus no se le daba importancia hasta que empezó a morir gente de golpe y se dieron cuenta, le avisé a mi familia en Uruguay que tomaran precauciones, que compraran todo lo necesario y que tuvieran poco contacto con la gente”, contó el futbolista a Referí.

Cosenza, ubicada en la región de Calabria, al sur de Italia, no es una ciudad muy grande, tiene unos 70 mil habitantes y el mar está a 15 minutos, contó Baez. Le gusta el entorno, las montañas y hasta el momento el Covid-19 no atacó con fuerza, como sí lo hizo al Norte del país: “Por lo que he leído los casos en Cosenza aumentaban poco. La parte de Milán, Bérgamo, Lombardía, es la zona más afectada. He visto que en Milán están haciendo carpas de la Cruz Roja con las camas adentro, es increíble”.

En su actual club (Cosenza Calcio que milita en la Serie B) no se han reportado contagios, pero si se enfermó un excompañero: “Se contagió un compañero de Fiorentina, pero no fue grave, estuvo solo en su casa. Después le hicieron otro test y se había curado”.

En las últimas dos semanas, Báez y su novia solo salieron dos veces del apartamento. “Fuimos al supermercado que está acá abajo para comprar comida. Después hay que estar adentro. La policía te puede parar porque están controlando. Y cuando uno sale tiene que llevar un documento que manda el Estado donde decís porqué salís, adónde vas, si es por una emergencia…”, señaló el jugador.

Se trata de un formulario que las personas pueden descargar de las ediciones digitales de los diarios o de otras varias formas. A él se lo envía el club por una razón bien especial: “Van los datos personales y el lugar de residencia de cada uno. A mí me lo manda Cosenza porque yo no tengo la residencia en la ciudad y ese es un problema, porque si me llegan a frenar me van a preguntar qué estoy haciendo en Cosenza. Entonces ahí dice que estoy trabajando para el club, que soy futbolista. Igual hasta ahora no me frenaron nunca”.

Báez tiene residencia fijada en La Spezia, ciudad ubicada al Norte. Ahí jugó en la temporada 2016/2017.

En Italia, uno de los países más afectados por la pandemia, están abiertos solo supermercados y farmacias. Por la calle se ven los camiones de los proveedores de estos negocios y poca gente. “Al principio la gente se amontonaba en los supermercados. Después salió la orden de que no puede haber muchas personas adentro, entonces se hace la fila afuera y hay que esperar el turno a un metro de distancia. Además hay que salir a la calle con guantes y tapabocas”.

Los precios en los comestibles no se dispararon, pero sí lo hicieron en otros rubros. “Subieron las mascarillas, los guantes, el alcohol en gel despareció enseguida. Las máscaras antes no valían ni un euro, ahora compramos en la farmacia a 15 euros” contó.

Antes de que los primeros casos de contagio llegaran a Uruguay, él pudo avisarle a sus familiares que viven en Santa Lucía, que se lo tomaran en serio, algo que no hicieron al principio los italianos y ahora están sufriendo consecuencias terribles. “Mi familia en Uruguay está bien. Les avisé que se cuidaran, que trataran de comprar en ese momento y cuando empezó a aparecer me contaban que pasa lo mismo que acá al principio. La gente no tiene tanta información, no sabe si es real, si es tan grave, entonces algunos se cuidan y otros no”.

Les pidió que se controlaran, que trataran de no salir de la casa y evitaran el menor contacto posible con otras personas: “Los que tienen que trabajar no tienen más remedio que salir, pero que lo hicieran con los cuidados necesarios. Esas cosas que parece que no, pero son importantes", advirtió.

El entrenamiento lo hace en su apartamento: “El profe nos manda un programa personalizado por WhatsApp, trabajos nuevos cada semana para hacerlo con los materiales que tenemos en casa. Manda videos para saber cómo hacerlos y de acuerdo al espacio que tengas, hacerlo lo mejor posible. Yo entreno en la terraza”, contó.

Se cortó en su mejor momento

Su realidad personal es totalmente diferente a la del club que defiende: “El equipo está mal, ahí abajo, peleando el descenso, en un período no muy bueno. Después en lo personal estoy jugando bastante, tengo continuidad, me siento bien. Estuve con una lesión de pubalgia, pero ahora estaba retomando. Este parate me mata un poco porque tengo que frenar con el tema de la fisioterapia que me estaba haciendo bien. Sigo haciendo los trabajos en casa, esperamos retomar bien”.

Todavía no ha recibido noticias sobre medidas económicas que pueda tomar la institución a raíz de la crisis, cómo sí han tomado otras en el mundo de rebajar los sueldos: “Por ahora acá sigue todo stand by, no han activado nada, esperando a ver que sucede, que se sabe, que no. Aún no tomaron ninguna decisión y no hay fecha de regreso. Si esto no mejora al punto que te de tranquilidad, es difícil empezar otra vez”.

Hace cinco años que juega en Italia. Después de hacerlo en Juventud de Las Piedras, en Defensor Sporting y defender a la selección uruguaya sub 20 en el Campeonato Sudamericano y el Mundial de 2015, Fiorentina compró su ficha.

“Al principio me costó bastante porque salí varias veces a préstamo (Livorno, Spezia y Pescara) y los clubes no te dan importancia, si estás peleando un lugar con un compañero que es del club, prefieren a ese aunque sea de tu nivel o un poco menos. Salvo que seas Maradona, ahí jugás seguro. Hay clubes como Juventus, Inter, los importantes, que te mandan a préstamo pero le dan un incentivo a los equipos y te hacen jugar, pero otros no lo hacen, no les interesa si jugás o no. La tenés que pelear”, admitió.

Es una realidad que quería cambiar y lo logró este año. “Ahora soy jugador de Cosenza hasta junio de 2022. Me siento importante y estoy jugando”, indicó.

Hasta que el fútbol se detuvo y la rutina cambió abruptamente: “La cuarentena es una prueba para la convivencia, pero vamos bien con mi novia. Yo me la juego un poco en la cocina, me defiendo y si no sé hacer algo busco la receta en internet. Además le estoy enseñando un poco de español, lo entiende, pero para hablarlo le cuesta. Nos comunicamos en italiano”, contó Jaime Báez desde Cosenza, ubicada en la parte más baja de la bota italiana.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.