Ignacio Izquierdo

Jaime Miller: ¿Por qué creó Capital Oriental y cómo busca impactar con su empresa?

Jaime Miller presentó Capital Oriental, una organización que potencia negocios para brindar soluciones, sin perder el foco en la rentabilidad económica

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16 de enero de 2022 a las 05:10

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Jaime Miller es contador público y tiene un MBA. A través del tiempo, ocupó numerosos cargos de liderazgo en diferentes empresas. Trabajó en PriceWaterhouse Coopers por seis años. Desde 2003, desarrolló su carrera en Zonamerica, donde se desempeñó, primero, como director del área de Desarrollo de Negocios y, luego, como el gerente general hasta 2018. Lideró el proceso de instalación de Zonamerica de Cali (Colombia) y fue CEO de esa zona franca hasta el año 2020. Más tarde fue director ejecutivo de Uruguay XXI.

Interesado en el impacto positivo de las empresas, hoy se pone al frente de su propia empresa: Capital Oriental. A través de esta organización, Miller, junto a sus dos socios, pretende generar lazos entre inversores y emprendedores, que no solo piensan en el retorno económico, sino que también apuntan a generar impacto ambiental y social con sus proyectos.

A continuación, presentamos un compilado de la entrevista que Jaime Miller mantuvo con Café & Negocios.

El impacto positivo, la sustentabilidad y la responsabilidad social empresaria son conceptos que cada vez ocupan más espacio en el mundo de los negocios, ¿por qué?

Hay una serie de factores que están confluyendo hacia “la inversión sustentable”. Desde varios frentes, la gente está pidiendo más sustentabilidad. Sobre todo, es el consumidor, quien cada vez más se pregunta si los productos tuvieron un impacto negativo en el medioambiente o si fueron elaborados bajo normas laborales éticas. 

A su vez, los gobiernos también están incidiendo, con nuevas políticas, como el acuerdo de los países desarrollado sobre emisión cero (de los gases de efecto invernadero). O las normativas tributarias, como la ley de Promoción de Inversiones en Uruguay (de 1998, que se ha actualizado en varias administraciones).

Actualmente, este fenómeno se está dando en los inversores tanto el individual como el institucional. Se quiere invertir en cosas que solucionen problemas y que no lo agranden.  En definitiva, todo esto confluye en que el dinero se oriente cada vez más a inversiones con impacto positivo. Ya no es solo “por hacer el bien”; sino porque ya es una necesidad tangible.

¿Cómo se discierne un proyecto o empresa sustentable de la que no lo es?

Para saber si una empresa tiene impacto positivo y de qué nivel es ese impacto, se tiene en cuenta su taxonomía. Este aspecto está siendo mirado por los gobiernos. Al mismo tiempo que se está evaluando qué criterios definir para determinar qué proyecto o empresa es o no sustentable. El objetivo es evitar el green washing. Es decir, presentar una empresa como sustentable, solo por colocar un panel solar en su planta. Eso es lo que se quiere evitar. En este sentido, la Unión Europea es la que encabeza esta discusión. Pero debemos fijar un estándar, con el cual podamos clasificar esto es sustentable y esto no. Estamos en ese proceso. 

¿Cuál es la situación de Uruguay en esta cuestión ?

Uruguay, al igual que en muchas variables, es el número uno en América Latina en ESG —ambiental, social y gubernamental, en español—. Tenemos una matriz energética prácticamente 100% renovable. Además, tenemos un sistema de seguridad social muy amplio, cobertura de salud y educación pública para todos. Esto se traduce en una altísima formalización del empleo. Asimismo, tenemos una democracia muy sólida y un poder judicial independiente, libertad de prensa. Elementos importantes que contribuyen a que se invierta en Uruguay, ahí entra Capital Oriental.

¿Por qué decidió emprender en este camino?

Capital Oriental nace en octubre de 2021, a partir de una idea: el mundo va a querer invertir en proyectos que tengan impacto positivo. Están todos los portafolios de fondos de inversión buscando proyectos de impacto. Pero nos parece que va a faltar o va a ser necesario tener una buena cartera de proyectos o empresas que tengan busquen ese impacto. Por lo tanto, la tarea de capital va a ser descubrir o identificar empresas o proyectos, que generen impacto positivo y tratar de estructurales vehículos de inversión. Para llevar adelante Capital Oriental me asocié con un amigo de la infancia, Jean Jacques Bragard, y su socia Agustina Bomio —profesionales de Bragard Abogados—, quienes tienen mucha experiencia en la estructuración financiera. 

"Tenemos que atraer inversores uruguayos que inviertan en este tipo de proyectos de su país”

¿Ya se encuentran operativos?

Ya me han llamado varias personas interesadas con un proyecto a desarrollar. También estamos abiertos a consultas de empresas que ya tienen una operación sustentable y quieren crecer, a través de una inyección de capital. Nosotros podemos ayudarlos con esa tarea. Al mismo tiempo, nos llaman inversores, que nos consultan por los proyectos o empresas que necesitan capital para desarrollarse o crecer. Nuestro trabajo es conectarlos según los perfiles.

¿Cómo se proyectan este año? ¿Van a hacer énfasis en algún aspecto en particular?

En este momento tenemos algunas líneas de trabajo definidas. La primera, son proyectos vinculados a real estate (bienes raíces o propiedad inmobiliaria) y los materiales de construcción. El primero tiene que ver con la producción de CLT (madera de lámina cruzada, en español). Este material posee una resistencia estructural igual que el cemento o el hierro. Esto tiene un doble beneficio: el carbono de los árboles es utilizado para la construcción de inmuebles (sin recurrir al hierro y cemento) y no se desecha (se evita contaminación). Nuestro desafío es que Uruguay sea el líder en la región en la construcción con este tipo de madera.

Por otro lado, nos acaba de contactar una firma sueca que produce paneles divisorios a partir de los residuos de trigo. Gracias a este proyecto, se pueden generar paredes hasta de ocho centímetros de espesor ya estructural. Es decir, dejás de utilizar el yeso y generás un material sustentable porque reutilizar un residuo. Estas paredes permiten hacer casas. Con este material, se pueden construir casas, edificios e, incluso, estadios. Uruguay tiene un déficit muy importante de viviendas en los sectores más bajos, que se puede solucionar con esta tecnología.

Otra línea definida se enfoca en educación y tecnología. En nuestro país, esto se traduce en 3 mil vacantes, que no se llenan. La idea es invertir en una escuela de software. El financiamiento lo aseguramos nosotros, y el retorno se genera cuando el egresado ya cuente con un salario para pagar esos cursos. El impacto se ve en el aumento de la masa salarial en Uruguay, la generación de nuevas capacidades y de nuevos empleos.

Se trata de ser rentables, mientras se genera un impacto positivo.

Capital Oriental también tiene en su agenda proyectos vinculados al agro y los saneamientos. Sus puertas ya están abiertas.

 

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