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Jorge, el primer niño del mundo que puede caminar gracias a un exoesqueleto
Este miércoles Jorge cumplió 12 años y pudo cumplir un sueño: llegar caminando a clase. Fue el primer niño del mundo en usar el exoesqueleto pediátrico. Su desarrollo fue promovido por Elena García Armada, investigadora española del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Este desarrollo tecnológico llevó más de una década de investigaciones y ensayos. En 2021 recibió la certificación de la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario que permitía su distribución comercial en hospitales y centros de rehabilitación.
El miércoles 6 de abril 2022 el equipo fue presentado en un acto realizado en el centro escolar al que asiste Jorge. Allí dio sus primeros pasos con esa tecnología acompañado de familiares, amigos, investigadores y hasta del presidente español Pedro Sánchez.
Este exoesqueleto ha cambiado la vida del pequeño "a nivel de atención, de participación" y "de autoestima", explicó su madre Eva Muñoz a La Sexta. "Para él ha sido un subidón estar como sus compañeros, de pie", aseguró.
El niño nació con una enfermedad neurológica que le impide hablar y caminar. Este desarrollo lo ayudará a tener más libertad de movimiento e independencia. También podrá ayudar a 17 millones de niños con discapacidades motoras en todo el mundo.
"No le duele nada, no le molesta nada, al contrario, ellos dicen que están como flotando. Sobre todo conseguimos que los niños sean niños, a pesar de una discapacidad", explicó García Armada.
El exoesqueleto tiene ocho motores que ayudan a su funcionamiento imitando el músculo humano lo que le da al paciente la fuerza necesaria para mantenerse de pie. Se adapta al comportamiento muscular del niño de forma inteligente. Eso le permite ser utilizado en diferentes enfermedades, ya sea en el tratamiento de pacientes pediátricos con atrofia muscular espinal o con parálisis cerebral.
Los síntomas de las enfermedades neuromusculares varían con el tiempo. Este exoesqueleto biónico es capaz de adaptarse a esos cambios de forma autónoma.
La estructura consta de soportes que se adaptan a las piernas y tronco del niño. Le permiten moverse en todas las direcciones y responder ante el movimiento que quiera realizar.
