Hace más de una semana estallaron los combates entre dos facciones militares

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La guerra en Sudán ya tiene centenares de muertos y amenaza con expandirse a países vecinos

El conflicto armado en el país africano entra en su segunda semana y empieza a involucrar territorios más allá de las fronteras hacia el nordeste, Chad, Egipto y Libia. Más de un millar de europeos evacuados
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24 de abril de 2023 a las 13:03

Sudán es un país con gran parte de su territorio desértico, con una salida al mar Rojo hacia el este y tiene una población de casi 50 millones de habitantes de mayoría musulmana. Fue colonizada por Egipto y por Gran Bretaña. Lleva 35 de gobiernos dictatoriales y sufrió varias guerras civiles.

Hace más de una semana estallaron los combates entre dos facciones militares y los intentos de cese el fuego convocados por Naciones Unidas (ONU) y por la Comunidad Europea (CE) no tuvieron resultados favorables.

Este fin de semana, los gobiernos de sus países fronterizos hacia el nordeste, Chad, Egipto y Libia, expresaron su alarma por la posibilidad de que la violencia traspase los límites de Sudán, aunque solo hicieron un llamado a la calma a los dos sectores en pugna.

Centenares de personas han perdido la vida desde que el conflicto estalló el pasado 15 de abril. La guerra civil tiene por un lado a una facción del ejército regular, encabezada por su jefe y presidente de facto, Abdel Fattah al-Burhan, y por el otro al líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, a quien llaman Hemedti.

 Desde el inicio de las hostilidades, los mandatarios de las 54 naciones de la Unión Africana (UA) trataron de llamar al diálogo a las dos facciones. También lo hizo la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), que reúne a ocho países de África Oriental, entre ellos Sudán.

De momento, los jefes de las dos facciones no parecen dispuestos a desescalar el conflicto. De todos los altos el fuego que se han anunciado desde el comienzo de los enfrentamientos, ninguno fue acatado, ni siquiera el anunciado para la celebración del Eid al Fitr, que marca el fin de mes del Ramadán, en un país de mayoría musulmana.

El periodista francés Antoine Galindo, del periódico Africa Intelligence, habló con France 24 y dijo que "la tensión ha subido y ha llegado a tal punto en las últimas semanas que, ahora que se ha cruzado la línea roja y que el conflicto ha estallado, veo difícil una marcha atrás".

Sudán ocupa un lugar importante en la intersección del Cuerno de África, el Mar Rojo y la región del Sahel, donde se cruzan intereses y aspiraciones de actores no solo regionales, sino también internacionales.

Al ser el tercer país más extenso de África y compartir fronteras con siete países, las consecuencias de la guerra que vive pueden tener un impacto significativo en la geopolítica de la zona. Es un país rico en petróleo y recursos minerales.

La organización regional IGAD anunció el envío de tres presidentes para liderar la mediación en Jartum: Salva Kiir, presidente de Sudán del Sur; William Ruto de Kenia e Ismael Omar Guelleh de Yibuti. Sin embrago, tanto Hemedti como al-Burhan, los líderes de las dos facciones, no aceptan la intervención extranjera. 

Según el periodista de Afrinca Intelligence, “Al-Burhan y Hemedti tomaron conjuntamente el poder de las manos de los civiles en 2021, poniendo fin a la transición que había comenzado en 2019, lo que provocó la suspensión de la ayuda internacional a Sudán y la congelación de la renegociación de su deuda".

Galindo añade que "la Unión Africana, tras este golpe de Estado en octubre de 2021, suspendió a Sudán. Así que no pueden volver a suspenderlo", lo que deja a las organizaciones regionales con pocas las herramientas de presión.

"Los únicos medios de presión que puede haber son Emiratos Árabes Unidos y Egipto, porque este último es cercano a al-Burhan y puede tener más influencia sobre él, mientras que Mohammed bin Zayed, el presidente de la federación emiratí, es bastante cercano a Hemedti", el líder de las FAR, concluye Galindo.    

Había tropas egipcias en Sudán cuando estallaron los combates, supuestamente por un convenio de cooperación. Sin embargo, los militares de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Hemedti los hostigaron. El portavoz del Ejército egipcio afirmó que los soldados se encontraban allí para realizar maniobras conjuntas con sus homólogos sudaneses, pero Hemedti acusa a Egipto de apoyar a al-Burhan. 

Mientras tanto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo este lunes al llegar a un Consejo de ministros de Exteriores comunitarios que son más de 1.000 los ciudadanos europeos evacuados en una operación iniciada el fin de semana por varios países de la Unión.

“Ha sido un fin de semana largo e intenso tratando de sacar a nuestra gente de Sudán. Ha sido una operación compleja, ha sido una operación exitosa", indicó Borrell, quien lamentó no poder precisar números.

Los Estados del Golfo, encabezados por los Emiratos Árabes Unidos (EAU), también tienen intereses en juego en la actual crisis de Sudán. EAU es aliado de Hemedti, cuyas fuerzas combatieron en Yemen desde 2016, luchando contra los rebeldes hutíes junto a la coalición liderada por los países del Golfo (Arabia Saudí y EAU).

Cada vez son más los países que toman partido en esta crisis. Eritrea, fronterizo con Sudán, ha respaldado al líder de las FAR. En marzo, Hemedti se reunió con el presidente eritreo, Isaias Afewerki. Cuando las tensiones ya estaban latentes en Sudán, Eritrea reiteró, no obstante, "su firme convicción de que el problema de Sudán sólo puede ser resuelto por el propio pueblo sudanés, sin la intervención de actores extranjeros".

Si bien es aliada de Etiopía bajo el liderazgo del primer ministro Abiy Ahmed, Eritrea se encuentra aislada diplomáticamente a nivel global, pero su influencia es decisiva en el este de Sudán y en la región del Mar Rojo. 

Sin embargo, de todos los países que comparten frontera con Sudán, Chad es quizás el más atento a la situación. El país, preocupado por la desestabilización regional y, en particular, en la delicada zona de Darfur, ha anunciado el cierre de sus fronteras terrestres con Sudán.

Además de los intereses regionales en juego, hay otros actores implicados en el conflicto sudanés, por el petróleo, los minerales y la ubicación geopolítica, lo que podría llevar a una fractura del país entre los dos grupos en pugna, una situación similar a la que ya se ha visto en Libia, vecino de Sudán. 

(Con información de agencias)

 

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