La historia del ingeniero de Tacuarembó que trabaja en las oficinas de Google en Nueva York

“Si bien la carrera de Ingeniería en Sistemas te da todo el set de habilidades para trabajar como Project Manager, sentía que necesitaba desarrollarme un poco más y decidí hacer un MBA”, cuenta López. Entre todas las opciones que manejaba vio la oportunidad de ir a estudiar a Estados Unidos, aplicó a varias universidades, ganó un par de becas y comenzó su MBA el mismo año que Donald Trump asumía como presidente (2016), en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, la Duke University de Carolina del Norte.

En 2017 realizó una pasantía en Google y conoció a quien se convertiría en su esposo, un argentino que también trabajaba allí. Al terminar el MBA en 2018, se mudó a Nueva York para trabajar a tiempo completo en las oficinas de Google como desarrollador y en junio de 2020 asumió el rol de Cloud Technical Account Manager, desde el que trabaja para una de las cuentas más grandes: Spotify.

En su equipo es el único latinoamericano, pero las nacionalidades de sus compañeros son diversas, hay gente de Estados Unidos, India, Inglaterra, Italia y Suecia. Para López, su curiosidad por conocer cosas nuevas fue una de las características que lo hicieron entrar en Google.

Además de a su familia y amigos, lo que más extraña de Uruguay es el dulce de leche y los horizontes: “creo que los atardeceres son espectaculares”. Y Sebastián López recalca la idea de que “poder llegar a estos lugares saliendo de la educación pública de una ciudad del interior, donde uno sueña con cosas así, en realidad se puede lograr”.

¿Cómo llegó a trabajar en Google?

El MBA es un programa de dos años y en el verano entre primero y segundo normalmente se hace una pasantía de doce semanas. Desde que entrás en la universidad vienen las empresas de visita para presentarse y a hacer entrevistas a estudiantes para poder llevarse talento. Yo estaba “flasheando”, era como un sueño ver a Facebook, a Google, a Amazon, a todas las empresas tech grandes. Habiendo hecho ingeniería en Sistemas mi sueño era venir y trabajar para una de esas grandes tecnológicas.

Ahí fue el primer acercamiento que tuve con Google. Empezamos el proceso de entrevistas que fue durante el invierno del primer año del MBA y conseguí la pasantía para trabajar en el verano de 2017 en Nueva York, que para mí era un sueño. Te paseaban, te llevaban al teatro, a dar vuelta en barco, a San Francisco y a Chicago para que conocieras las oficinas de allá. Ese verano fue como una gran entrevista, en realidad. Por suerte me fue bien, conseguí el trabajo full time, en 2018 me gradué del MBA y empecé en Nueva York en Google.

¿En qué consiste su rol actual puntualmente?

Mi rol es el de Technical Account Manager y lo que estoy haciendo es trabajar con todo lo que es el GCP (Google Cloud Platform), que es el servicio que da Google como proveedor de nube para grandes empresas. Uno de los clientes más grandes que tiene es Spotify, que hizo una migración de sus datos hace cuatro años, y yo trabajo manejando la cuenta junto a un equipo de unas diez personas. Lo que hago es manejar la relación entre Google y Spotify, para que Spotify tenga éxito usando nuestros productos.

Como yo hice ingeniería y después un MBA, tengo esas skills entre medio de las dos áreas. Es un rol técnico porque estoy constantemente con ingenieros, que son quienes plantean los problemas, pero también tengo que entender el lado del negocio para manejar la cuenta. No es un rol de ingeniero típico de desarrollo, no estoy haciendo código ahora, que es lo que estaba haciendo antes. Cuando entré en Google entré en Google Ads, que es donde hay más roles porque es la parte más grande, pero no me parecía tan interesante, por eso di ese paso de moverme a Cloud.

En cuanto a lo cultural, ¿le costó adaptarse a vivir en Estados Unidos?

Fue bastante difícil. Creo que llevaba la mochila de Tacuarembó. El ritmo es lo más chocante. Cuando me mudé a la universidad era un paso temporal y se viajaba mucho. Creo que lo que más me costó fue cuando vine a Nueva York. El ritmo de Manhattan —donde vivo— es super loco, acelerado, todo el tiempo está pasando algo. Eso me costó bastante y hasta ahora me cuesta. Estoy aprendiendo y luchando con eso de tener que tener siempre un plan, siempre estar haciendo algo. No hay mucho tiempo para descansar y sentarse a tomar un mate sin nada que hacer.

¿Cómo le afectó la pandemia a nivel laboral y personal?

En Nueva York pegó fuertísimo al inicio. Justo yo iba a viajar a Uruguay el 13 de marzo y cancelé el vuelo a último momento. Acá empezó el lockdown y el toque de queda, también fueron las protestas del Black Lives Matter, fue bastante loco el año. Ver las carpas afuera de los hospitales y en Central Park con doctores y enfermeras como se veía en las noticias era bastante “shockeante” y la ciudad estaba totalmente diferente, cambiada. Nueva York es una ciudad que nunca duerme y en ese momento estaba como callada.

En lo laboral, Google a mediados de marzo dijo que no íbamos a volver a la oficina, que cada uno pasaba a trabajar desde su casa y hubo que adaptarse a todo ese cambio. Las oficinas de Google son uno de los grandes beneficios que tiene la empresa: son espectaculares, tenés todo ahí. Todavía están totalmente cerradas y Google anunció que hasta julio del año que viene va a estar así, por lo que el 4 de diciembre estaremos yendo a Uruguay con mi esposo para trabajar desde ahí hasta febrero.

¿En qué consiste el proyecto Codeversity del que forma parte?

Siempre tuve la “extrañitis” y las ganas de desarrollar algo en Uruguay. Al haber ido a educación pública toda la vida, tenía las ganas de devolverle un poco a nuestro país. Con la emprendedora Victoria Suárez (ReservaTelo, Sparkids) nos conocimos en Tacuarembó y siempre estuvimos muy al tanto del trabajo del otro y hablando sobre lo que estábamos haciendo. Ella estuvo trabajando en una software factory en Argentina y en esas charlas surgió la oportunidad de hacer algo similar en Uruguay y empezamos como jugando con la oportunidad de abrir algo. Así surgió Codeversity.

Yo estoy full time en Google y es lo que más me lleva, pero me sumé como advisor y para llevar un poco los aprendizajes que he adquirido tanto en el MBA como en Google. Codeversity es una desarrolladora de tecnologías, que trabaja en la transformación digital de las empresas pero con un fuerte foco en la diversidad y en darle oportunidades a gente que quizá no la tendría y eso era también lo que me llamaba la atención de este emprendimiento. Tiene un gran foco en el impacto social que genera. No solo contratamos a gente senior y con experiencia en desarrollo, sino también a trainees (aprendices) que salen de programas de inserción laboral que quizá no tendrían una oportunidad. El proyecto ya está funcionando, tenemos un partner en Buenos Aires y clientes en Estados Unidos.