La pregunta que aguó la fiesta a Manini Ríos y su promesa de "separar" los poderes del Estado

En la tarde de este martes 8 de octubre, Sanguinetti y Umpiérrez son locatarios. Los vecinos maragatos se acercan a la pareja de jubilados para preguntarles dónde está Manini Ríos, a lo que responden de manera mecánica: la caravana que partía desde el kilómetro 90 de la ruta 3 está retrasada. La cantidad de calles cortadas que hay en el perímetro del Club Centenario –donde será el acto de cierre de campaña de Cabildo Abierto en San José– obligó al candidato a improvisar una nueva ruta. 

A la calle Ituzaingó se acercan "cabildantes" de todas las edades. Las puertas de la vereda de enfrente están abiertas de par en par: son familias que no adhieren, dicen, pero quieren "chusmear". El jingle del partido se entremezcla con canciones folclóricas que veneran a Artigas y el barullo de conversaciones aisladas. Todos hablan de él: "el general", "el comandante", a pesar de haberse retirado y de haberle pedido expresamente a los militantes –según cuentan– que lo llamen Guido, a secas. 

Manini Ríos llega una hora después de lo anunciado, caminando, acompañado por su esposa Irene Moreira, tercera en la lista de Cabildo Abierto al Senado. Lo reciben como en todos los actos –con besos, aplausos, flashes, frases de aliento– y él les devuelve una sonrisa cerrada y un ¿cómo anda? En los primeros 50 metros que recorre, el candidato se muestra confiado: los gritos de los militantes reafirman lo que viene diciendo en todos los actos desde las elecciones internas: que el 27 de octubre, Cabildo Abierto será el factor sorpresa de las elecciones. 

Sin embargo, tan solo una pregunta basta para hacerle cambiar el semblante: "¿Qué reflexión le merece que se confirmara la identidad de los restos en el Batallón 13 y que esta persona murió por tortura?". Manini Ríos se tensa y aparta la mirada del periodista, quien acaba de preguntarle por la aparición de los restos del militante comunista Eduardo Bleier, hasta este lunes considerado desaparecido durante la última dictadura (1973-1985). "No tengo ninguna apreciación para hacer. Estamos en una fiesta con la gente de San José y creo que ese es el tema central; el tema Cabildo Abierto es lo importante y no tenemos por qué estar mezclando en nada a Cabildo Abierto con esto", afirma.

"¿Es un tema prioritario?" "¿Es parte de la realidad nacional?" "¿Cuál va a ser la postura de Cabildo Abierto en materia de derechos humanos?" Manini Ríos da respuestas cortas a los periodistas locales e insiste: "No voy a seguir hablando de ese tema". Cuando termina la rueda de prensa, que dura poco más de tres minutos, el general retirado se enfrasca de nuevo en saludar a los militantes. "No le hagas caso al frenteamplista ese", le grita uno de ellos y le palmea la espalda. 

El "caudillo" que "no es delincuente"

El salón está abarrotado. Hay 300 sillas plásticas, todas ocupadas, y los militantes que llegan más tarde se apiñan en los pasillos y a un costado del escenario. De las paredes cuelgan globos y banderines con los colores del partido; también afiches con la cara de Manini Ríos y los candidatos a diputados por San José de Cabildo Abierto: Daniela Porciúncula y Dardo García. Los más jóvenes improvisan ritmos con los redoblantes. Al frente, una mujer de 30 años llora emocionada, y su acompañante –quien aparenta tener el doble de edad– le muestra al candidato un ejemplar de "Vengo a cumplir", el libro que Manini Ríos publicó hace pocos días. 

Porciúncula y García son los primeros en hablar. El discurso de ella se centra en la falta de acceso a los servicios de salud. Recuerda a los celíacos, diabéticos, personas con autismo y con discapacidades motrices. “¿Ese es un verdadero país inclusivo? ¡Que no nos mientan más!”, exclama. 

García se centra en la “mano justa” del candidato de Cabildo Abierto. “En las recorridas podemos confirmar que la gente quiere un cambio y ve que nosotros somos ese cambio. Tenemos que buscar soluciones en seguridad, con mano justa”, asegura. El candidato a legislador además cuenta que, durante la campaña, dos jóvenes desinteresados en la política le dijeron que no iban a votar a Manini porque sabían que si él fuera presidente tendrían que trabajar, lo que despierta las carcajadas de los militantes. 

Una parte del discurso de Moreira, quien toma la palabra luego de García, parece incomodar a Manini Ríos. El candidato a la Presidencia clava la vista en el techo y deja de sonreír cuando su esposa recuerda el inicio de su trayectoria política, a pesar de que los aplausos atruenan.

“Este hombre, que lo vimos pelear y defender con uñas, garras y pasión a un sector de la población. Ahora, ese sector somos todos nosotros. El que llamó a un subsecretario de mentiroso, a otro le enseñó a usar la calculadora, y a un presidente (lo trató) de canalla, ¡ese es el conductor que quiero para mi país”, exclama Moreira. 

La exedila nacionalista se refiere a los cuestionamientos que Manini Ríos, como comandante en jefe del Ejército, hizo a la reforma del sistema de retiros y pensiones de los militares y las críticas al ministro de Trabajo y Seguridad Social -Ernesto Murro-, por las que en setiembre de 2018 fue sancionado con 30 días de arresto a rigor. El 12 de marzo de 2019, el presidente Tabaré Vázquez lo cesó como la máxima autoridad del Ejército por cuestionar la actuación del Poder Judicial en los casos que juzgan los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. En abril, cuando Manini Ríos comenzaba su trayectoria política y el mandatario cesó a Jorge Menéndez, el candidato denunció públicamente  la “actitud canallesca” de Vázquez. 

El candidato a la vicepresidencia, Guillermo Domenech, se para en la silla cuando le toca hablar. “Cabildo Abierto está para decirle a ese fiscal (Rodrigo Morosoli) que el caudillo de Cabildo Abierto no es ningún delincuente. No vamos a permitir que nos roben esta elección”, promete, y dice que “le inventaron un delito para cercenarle la carrera política”.

Manini Ríos es acusado de no haber denunciado que en abril de 2018, mientras era comandante en jefe del Ejército, José Nino Gavazzo confesó ante el Tribunal de Honor que en 1973 había tirado el cuerpo de Roberto Gomensoro al río Negro. El jueves pasado, los abogados del general retirado interpusieron dos recursos de inconstitucionalidad: uno contra el nuevo Código del Proceso Penal y otro contra la ley que creó la Fiscalía General de la Nación. 

Domenech, quien se desempeña como productor rural en San José, también centra su discurso en la producción.“No nos resignamos a que todos los días seis productores de menos de mil hectáreas abandonen el campo, a que un día sí y otro también cierre un tambo, a que se reduzca en un 25% del área arrocera del país” afirma.  

Manini Ríos repite las promesas de campaña -“dar una guerra sin cuartel al narcotráfico”, “no seguir en este tobogán donde todos los días se destruyen puestos de trabajo”, “que haya trabajo genuino para todos”, entre otros-, pero también, de manera indirecta, se refiere al delito del que se lo acusa y a los recursos de inconstitucionalidad que interpusieron sus abogados. “Vamos a terminar con un poder dependiente de otro, como ocurre en buena medida. Queremos que los tres poderes estén realmente separados”, exclama.