La realidad detrás de las 12 suplencias en un mes en Primaria de las que habló Alfie

Eso sucedió porque era casi fin de año, y con todos los cargos fijos ya tomados, cuando la maestra titular y la suplente no pueden dar clases por alguna razón, en las escuelas recurren a la circular 662 y llaman a un grupo de maestras que pueden hacer suplencias breves.

También fue lo que ocurrió en octubre de 2019 pero el número de maestras llegó a 13. Una docente titular y 12 suplentes. El consejero de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Juan Gabito, contó el hecho. Y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, lo repitió en entrevista con Telemundo el lunes 10 de agosto.

“El suplente uno no, el dos no, todos certificados por enfermedad y recién el suplente 12 llegó a dar la clase. Se les pagó a 13 personas. Usted agrega datos y erogaciones y el servicio no le cambia”, dijo Alfie.

Pero para Florit,  Alfie “se equivocó feo” o “miente”. Porque, según explicó, no todas las maestras fueron certificadas por enfermedad sino que sucedió lo mismo que en el relato anterior: la maestra titular y suplente no podían asistir, y hubo otras diez que hicieron pequeñas suplencias durante el lapso de tiempo en que la docente titular no estaba. Y a cada una de ellas solamente se le pagó por los jornales que trabajó. No hubo exceso de gasto. 

Ese sistema fue creado para evitar que los escolares se queden sin clase cuando la maestra falta. “Esto nos permitió minimizar los grupos que se quedaban sin maestra cuando faltaba la titular. Aquello que era relativamente frecuente hace 10 años atrás, que veías a gurisitos que faltaba el maestro y que no había quién los atendiera, y que tenían que regresar a sus casas, bueno, eso desapareció”, explicó Florit. 

“Lo que me genera mucha molestia es que esto lo dice el señor Gabito que fue presidente del Codicen y que cuando él fue presidente la falta de los maestros era un problema grave. Tomar el tema de las suplencias termina siendo una excusa o una justificación de un tipo de recorte que solamente jode a los más pobres”, apuntó.

Donde sí Primaria está pagando doble es con las suplencias “solapadas”. Por ejemplo, con los docentes que pasan en comisión a trabajar con legisladores. En esos casos, Primaria le paga el sueldo a esa maestra que no está cumpliendo sus funciones en la escuela porque está trabajando en el Parlamento y, además, debe pagar el sueldo a otra maestra que la cubra y dicte las clases por ella.

Consultado sobre el tema, el consejero del Codicen Gabito, se limitó a decir a El Observador que el ejemplo es “anecdótico” y “no mueve la aguja”, pero explicó que su preocupación pasa por el aumento de las suplencias a lo largo de los años. Según dijo, pasaron de ser 8.000 en 2011 a aproximadamente 9.700 en 2019. “El 9% del presupuesto se va en suplencias, eso no lo puede levantar nadie”, dijo.

“Hay que revisar la normativa, hay que revisar la forma de vigilar un promedio vacacional, hay que revisar la forma de las certificaciones médicas en el BPS. Por ahora estamos en la detección del problema. Esto habría que hacerlo aunque no estuviéramos en instancia presupuestal. Es un principio de buena administración”, señaló.

Pero detrás de la discusión económica se esconde otro problema del que hablaba la abuela de la carta: el aprendizaje de los niños se ve afectado con el paso de muchos maestros por el aula. "Es lógico que no es buena tanta rotación de docentes", dijo a El Observador la psicopedagoga Alejandra Balbi.

De todos modos, agregó que es preferible el trasiego de maestras a que los niños no tengan clase o tengan que dividirse entre otros grupos de la escuela porque eso puede "generar emociones negativas" por "perder su grupo de pertenencia".

"Lo que más afecta a un niño es el ausentismo de su docente. Si esta situación no se remedia, es preferible que el director tenga autonomía y capacidad de resolución inmediata para llamar a un suplente", sentenció Balbi.