Gastón Britos

La ¿última? bala del gobierno y una baja de impuesto que debe ser reforzada

En el oficialismo saben que la baja del IRPF y del IASS no basta para ganar una elección

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12 de marzo de 2023 a las 05:00

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Como la resaca que aparece después de una fiesta, los integrantes del gobierno comenzaron a sacar cuentas –al igual que los uruguayos en sus recibos de sueldo- acerca de cuál será el verdadero impacto electoral de los anuncios de rebaja de impuestos anunciados por el presidente Luis Lacalle Pou. Y si bien en la tarde noche del 2 de marzo a muchos dirigentes oficialistas se los vio entusiasmados por el cumplimiento de esa promesa electoral, en el oficialismo reconocen que esa decisión no basta para que los candidatos del oficialismo compitan con verdaderas chances en 2024.

Con su anuncio del aumento en las deducciones que se pueden realizar al IRPF y de rebaja del impuesto a las jubilaciones, el mandatario disparó una de las últimas balas que le quedan para apuntar en forma directa al bolsillo de la gente antes de que llegue el tiempo de las elecciones.

El viernes 3, Lacalle Pou convocó a los legisladores de la coalición para instarlos a seguir el consejo del exmandatario colorado Julio Sanguinetti, quien había manifestado la necesidad de que el oficialismo “retome el centro del ring” en el debate público. Y también allí resurgió el entusiasmo plantado un día antes. Hasta el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, -quien no se suele guardarse críticas a sus aliados- manifestó que las medidas “van en la dirección correcta” y exageró un tanto cuando declaró que el jueves 2 fue “un día histórico”.

Pero, según reconocen en off algunos de los principales operadores del gobierno, la baja de las deducciones del IRPF –si bien alcanzarán a la mayoría de los tributantes y algunos podrán obtener más de $3.000 por mes según la cantidad de hijos que tengan- inyectará en los bolsillos cantidades desiguales y es probable que a quien le toque $500 o $1.000 pesos de recuperación lejos estará de considerar histórica esa ganancia.

También serán fundamentales en el ánimo del votante las próximas pautas salariales que, para ser aplicadas, deberán contar con la buena voluntad de las empresas.

En el gobierno apuntan ahora a una reactivación del mercado interno a través de lo que Lacalle Pou, en entrevista con el programa Primera mañana de El Espectador, calificó de “efecto virtuoso” ya que la gente “va a gastar en el barrio” lo que le toque en suerte por la rebaja de impuestos.

Pero, para que eso ocurra, el gobierno deberá mantener a raya la inflación si no quiere que aquello que los trabajadores reciben por un lado, lo pierdan con el aumento de precios. En el Ejecutivo tienen como principales objetivos inmediatos la concreción de la reforma educativa y de la seguridad social, aunque se sabe que no son asuntos que enamoren al electorado y, en el caso de la suba de la edad de jubilación, incluso puede oficiar de  “pianta votos”.

En los próximos meses, miles de trabajadores  empezarán a confirmar si la baja de impuestos resultó un alivio en su economía doméstica o si el emparchado fue insignificante. Aunque la evaluación sea positiva, es sabido que muchas veces la memoria del votante es de tiro corto. Por eso, dirigentes oficialistas esperan que cuando avance el año la situación económica permita, si acaso, una baja del IVA o medida similar que alcance a aquellos que esta vez no se vieron beneficiados dado que no tributan IRPF.

También serán fundamentales en el ánimo del votante las próximas pautas salariales que, para ser aplicadas, deberán contar con la buena voluntad de las empresas.

Según la última encuesta de Equipos sobre la gestión de Lacalle Pou, al presidente no le va tan mal ya que un 45% aprueba lo que ha hecho en tanto que un 35% lo desaprueba. Sin embargo, cuando se le pregunta a la gente sobre la intención de voto, los números parecen favorecer con cierta distancia al Frente Amplio. En el último sondeo de Cifra, el FA tiene 43% de intención de voto y los aliados multicolores sumados un 38%, con un 19% de indecisos. Por su lado, en la encuesta de Equipos la distancia a favor de la izquierda es todavía mayor: 44% para el FA, 33% para la coalición multicolor y un 16% de indecisos.

“Nos vemos el año que viene”, dijo Lacalle Pou el jueves 2 al despedirse de los parlamentarios y anunciarles que en marzo de 2024 estará otra vez frente a ellos para rendir cuentas y, eventualmente, anunciar lo que hará en los últimos 365 días de su gobierno.

Es probable que, para entonces, las siempre presentes encuestadoras nos estén informando si la baja “histórica” de los impuestos que entusiasma a Lacalle Pou, le dieron al gobierno el envión necesario para que el 1 de marzo de 2025 quien hable ante el Parlamento vuelva a ser un integrante de la coalición multicolor.

 

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