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Los secretos de Valverde: números y realidades de la estrella que proyecta Madrid

Se adaptó al mundo merengue, atrapa los elogios de Zidane y de la crítica, y lo moldean como próxima figura; ¿cuándo se produjo su crecimiento? ¿Cuánto aumentó de peso y de masa muscular? ¿Qué le sucedió a Tabárez cuando vio al volante a los 17 años?

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08 de noviembre de 2019 a las 05:02

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“Sabemos que Fede tiene calidad y había que darle la posibilidad de jugar más y ahora lo está demostrando. Lo que me ha gustado es que cuando juega lo hace bien y al final cuando sacamos a Casemiro se ha metido defensivamente y lo ha hecho muy bien, porque normalmente juega más adelante, y se ha quedado en esa posición y lo ha hecho perfectamente para el equipo”, fue el elogio de Zinedine Zidane para el volante uruguayo Federico Valverde, luego que Real Madrid venciera el miércoles 6-0 a Galatasaray por Liga de Campeones.

En unos meses, la vida del uruguayo ingresó en una galaxia diferente a la del resto de los futbolistas-humanos, y comenzó a bordear la de las estrellas. Con todas las responsabilidades que implica, no solo por el placer de recibir elogios de los medios y la admiración de los hinchas, sino por su vida día a día como profesional.

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A los 21 años, en pleno proceso de crecimiento, y aún lejos de su consolidación, Valverde se transformó en el proyecto que el club merengue intenta pulir y potenciar para transformar en figura. En ese mundo en el que el talento se fusiona con el marketing y el futbolista deja de ser un simple jugador.

De aquel gurí flaquito y tímido a esta masa de músculos

Estilizado, elegante en su andar con la pelota, con potencia y precisión en cada pase, despierta admiración desde la tribuna. Sin embargo, todo comenzó muy lejos de la forma física que tiene hoy porque en aquellos primeros días en la selección sub 15, a los 14 años intentaba hacer un cambio de frente y la pelota quedaba a mitad de camino y caía entre los futbolistas rivales. Le faltaba potencia. Tenía la habilidad, pero le faltaba fuerza.

El médico Edgardo Barbosa, quien lleva 14 años trabajando con las selecciones juveniles de Uruguay, conoce a Federico desde que en 2012 llegó al Complejo de la AUF.

“Lo recibí a los 14 años. Federico siempre se caracterizó por ser alto y delgado, y desde ese momento, en acuerdo con la familia y el cuerpo técnico de Garay hicimos un plan de suplementación para ganar masa muscular”, dijo Barboza.

En diciembre de 2014, cuando tenía 16 años, en la preparación para el Sudamericano sub 17, Valverde medía 1,78 metros y pesaba 64,5 kilos.

Dos años y medio después, el 30 de agosto de 2017, cuando se integró a la selección mayor, en la que también trabaja el médico, lo recibieron con 1,82 m y 75,8 k, explica Barbosa. Para la Copa América de este año estaba en 76 k, y en los amistosos de octubre ante Perú, en 75,5 k.

“Entre 2014 y 2017 ganó 11,3 kilos, sobre todo de masa muscular. Eso está muy bien”, apuntó Barbosa, quien abandonó aquella preocupación que tenía por hacer ganar peso a aquel joven, de piernas delgadas, pero de una habilidad única para tratar la pelota de fútbol.

Aumentó 3,5 kilos, un 50% más que la media de jugadores en Uruguay

¿Es mucho ganar 11,3 kilos y cuatro centímetros entre los 16 y 19 años? De acuerdo a un estudio antropométrico que realizaron en el programa Gol al Futuro en el año 2014 que dejó registros para comprar la evolución de los futbolistas uruguayos, un sub 16 medía de promedio 170,7 m y pesaba 63,32 k, y un sub 19 de promedio 175,18 m y 71,12 k.

En tres años, un futbolista uruguayo que juega en las divisiones juveniles de la AUF aumenta de peso 7,8 k y aumenta 4,48 centímetros. Valverde ganó en el mismo período 11,3 k y creció cuatro centímetros. Esto equivale a un 50% más de peso (masa muscular), que el resto de sus pares en Uruguay.

La preparación física: mejoró la intensidad

“Valverde evolucionó en todos los aspectos. Desde el punto de vista físico observamos que mejoró en la intensidad. Era algo que tenía en el debe, que estaba trabajando. Lo mejoró y seguirá creciendo en ese aspecto”, explicó a Referí el preparador físico de la selección, José Herrera, sobre la transformación que experimentó el volante en la parte física.

El cuerpo técnico de la selección realiza seguimientos especiales a todos los jugadores en los partidos de Uruguay, con registros estadísticos que surgen de la tecnología que adquirió la AUF y que van acumulando en un archivo de datos que tiene 13 años.

“Tuvo una evolución muy importante en las carreras de alta intensidad, que es un aspecto distintivo del fútbol moderno”, agregó.

El preparador físico valoró en forma positiva que Valverde ganó peso muscular y que acompañó su desarrollo normal con un gran crecimiento muscular.

Leonardo Carreño

De todas formas, para Herrera, lo más importante es la adaptación del uruguayo al fútbol de alto nivel. “Se adaptó al estrés competitivo, a jugar en un equipo como Real Madrid. Eso es importante. Se adaptó a esa presión, a esa exigencia, que es de lo más difícil del fútbol. Hay jugadores que tienen potencialidad pero no llegan a adaptarse a todas esas exigencias en todos los aspectos: físico, futbolístico, la presión de la tribuna, la exposición ante los medios”, contextualizó.

El profe no se detiene en el presente, aunque valora que cada paso que da Valverde, le permitirá consolidarse en el futuro. “Se está preparando y se sigue preparando para ese nivel de exigencia. Sigue aprendiendo, sigue observando. Continúa tomando ejemplos de sus compañeros, escucha, y no perdió la humildad para seguir perfeccionándose. Eso le da certezas que va a seguir creciendo”, agrega.

Leonardo Carreño

Consultado acerca de si se podrá ver a Valverde en su plenitud futbolística entre los 26 y 28 años, que es cuando en promedio logran la madurez, dijo: “Es teórico decir que el máximo rendimiento se logra a los 26 a 28 años. Depende mucho de cuándo ha comenzado a tener experiencias y cuándo les han servido para seguir mejorando. Ahora la longevidad deportiva es mayor”.

Garay: “Estamos frente a un jugador especial; hay que disfrutarlo”

Alejandro Garay lo recibió en la selección sub 15, cuando Valverde tenía 13 años. Fue a observarlo a la cancha de Libertad de San Carlos, en un Atenas-Peñarol. “Ese partido se jugó en un día de frío bárbaro, había llovido, la cancha tenía mucho barro y había mucho viento. Ingresó en el segundo tiempo y cambió el partido. Fue convocado para la sub 15 y a partir de allí nunca más faltó a una convocatoria de las selecciones juveniles y mayores. Estuvo en todas”, comenta.

Sobre su evolución como futbolista, dijo: “Federico tuvo un crecimiento rápido. Diego Rossi fue muy importante para él, en su acompañamiento, porque era muy tímido. Pero siempre estuvo bien rodeado por sus padres. De todas formas, lo importante fue la pasión que tuvo por el fútbol siempre. Hablábamos mucho de fútbol y él se acordaba de los equipos de la Champions, los conocía a todos los jugadores. Me hablaba de Kroos, a quien ahora tiene de compañero”.

Ahora Kross, siente admiración por Valverde y lo expresó este miércoles tras el partido de la Liga de Campeones.

El primer contacto de Valverde con la selección juvenil fue el Sudamericano sub 15 de Bolivia, en el que Uruguay no avanzó al hexagonal final.

El crecimiento más grande en el aspecto deportivo del volante, Garay lo vio a los 17 años, cuando el volante aumentaba los 11,3 kilos que le cambiarían su físico.

“Viajamos a Los Ángeles y Corea con una sub 18 y se notó el crecimiento, en su personalidad. Había depurado la técnica, y lo demás ya lo ponía en práctica porque tenía todos los hábitos sanos del deportista. Iba de la casa al entrenamiento y había mejorado la alimentación”, agrega Garay.

Para el entrenador, Valverde “no tiene techo”.

Sobre su crecimiento recordó una anécdota que vivió con Tabárez, por la transformación que tuvo Valverde en muy poco tiempo. El entrenador de la mayoría solía ir a los entrenamientos de la sub 17, sin embargo, por su actividad con el combinado absoluto no concurrió durante un período a las prácticas de juveniles y Tabárez pudo no reconocer a Valverde.

“Un día estábamos sentado en el Complejo con el Maestro, en una práctica de la sub 18, y nos pregunta al profe Calvi y a mí sobre un jugador que acababa de levantar un córners. ‘Es Pajarito’, le dijimos los dos al mismo tiempo. ‘No, no es Pajarito’, dijo el Maestro. Era Pajarito, solo que en muy poco tiempo tuvo un crecimiento increíble, que ni Tabárez, que lo veía con frecuencia no se había dado cuenta”, recuerda Garay.

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Garay se refirió al valor que le daba al equipo no solo con la pelota en los pies. Lo mismo que valoró Zidane este miércoles, por su labor defensiva.

“Cuando el equipo se caía un poco, iba a la zona y defendía bien. Tiene la virtud de los técnicos, quita y no comete falta. Sabe quitar. Saber jugar. Hasta en eso demuestra la clase que tiene, porque domina todos los aspectos del juego. Entiende el juego, tiene visión de campo, lectura de juego para toma de decisiones. Sin dudas estamos frente a un jugador especial. No digo superdotado. Es algo especial y hay que disfrutarlo porque es uruguayo”.

“Por sus características, se podía haber perdido, pero lo acompañaron”

Celso Otero, el asistente técnico de la selección mayor, lo recuerda muy delgado cuando llegó por primera vez al Complejo de la AUF, “más delgado de lo habitual”, dice. Era tímido. Sin embargo, recorrió el proceso de maduración natural y para el entrenador fue muy valioso lo que hicieron para respetar sus tiempos.

“Por sus características físicas, se podía haber perdido, pero la virtud de los cuerpo técnico de Peñarol y de la selección fue respetar su evolución. Una de los aspectos fundamentales es darle espacio a cada individuo de acuerdo a las circunstancias que le rodean. En su caso, Federico asimiló todo, se desarrolló y ahora está demostrando que era y es un virtuoso”, manifestó.

Desde 2017, lo incorporaron a la selección como un posible permanente jugador de la mayor. “Allí tuvo un período en el que todavía mostró signos de no estar consciente de su potencialidad máxima. Eso lo llevó a quedar fuera del Mundial de Rusia 2018. Fue una decisión negativa, que supo capitalizar”, dice Otero, quien agrega sobre el tema: “Ese día entrábamos en preocupación porque hemos visto muchos potenciales similares que no llegaron a realidades, pero él se reeditó y fue creciendo de una manera tal que en oportunidades siguientes nos fue dando pautas que estaba encauzándose hacia un profesional de fuste”.

Creció el futbolista, y creció el hombre. “Cambió mucho su expresión comunicativa. En su forma de hablar, en su expresión corporal, en su tono de voz, en los conceptos que vierte. Despertó la persona que estaba encerrada en niño”, subraya Otero.

“Se adaptó a un medio como Real Madrid y eso nos llevó a darnos cuenta que era un elegido”, agrega.

Desde lo futbolístico, para Otero no fue un descubrimiento que en España valoren su aporte defensivo al equipo. “En su debut en Paraguay se recuerda un cierre por detrás de los zagueros, en el área de Uruguay. Es lo hizo porque Federico es un futbolista que percibe cuál es la necesidad en cada momento. Eso lo hace realzar su figura. Lo hace en forma natural, pero le da un valor agregado, porque eso lleva a que el futbolista se convierta en un profesional de alto nivel”.

El Valverde figura de Real Madrid

El volante uruguayo llegó a Real Madrid en julio de 2016, tras cumplir 18 años. Su pase entre Peñarol y el club merengue se había acordado un año antes.

El monto total en la transferencia del futbolista fue de US$ 4 millones, más US$ 1 millón por estar a disposición de su entrenador y US$ 250 mil cada 10 partidos disputados, hasta llegar a otro US$ 1 millón.

En España, su primera temporada la jugó en Castilla, y lo dirigió Zidane. Luego estuvo una temporada en Deportivo La Coruña. En 2018-2019 quedó en el primer equipo de Real Madrid, y en 2019-2020 se consolida como titular.

Este año con los merengues jugó siete partidos por el torneo local y dos encuentros por Liga de Campeones. Aún no convirtió goles en Real Madrid, donde jugó su primer partido oficial el 31 de octubre de 2018.

A los 21 años es figura en Real Madrid y es la joya del club merengue.

El sábado, Valverde jugará ante Eibar por la Liga Española, y el lunes se incorporará a la selección en Budapest, donde Uruguay jugará un amistoso ante Hungría. En la fecha FIFA de noviembre, cerrará su año con la selección el lunes 18 en Tel Aviv ante Argentina.

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