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La visita de Nacional a Las Piedras: la fiesta patria fue tricolor
El himno sonó en versión extendida en el Juventud Parque Artigas, el nuevo nombre del estadio de Juventud de Las Piedras que por primera vez tuvo a un grande como visitante, Nacional, que llegó a la ciudad canaria acompañado por cientos de hinchas que cubrieron la flamante y tan esperada tribuna de los pedrenses.
Fue una fiesta patria, por el Día de la Independencia en la tierra de la Batalla de Las Piedras, y también para el equipo local, que fue un cálido anfitrión para los aficionados y dirigentes tricolores que vieron el partido en un palco, junto a directivos locales y también de otros clubes que llegaron a la reinauguración del escenario.
La pelota comenzó a rodar y el aliento tricolor se hizo sentir en el sector de prensa, el cual quedó debajo de la tribuna visitante. Además de las canciones, se escucharon las indicaciones de los esos hinchas que se ponen el traje de entrenadores y dan indicaciones a los jugadores.
“Dásela al rubio”, gritó uno, pidiendo que le pasaran la pelota a Felipe Carballo, quien estrenó nuevo color de pelo.
“Área, área, a Bergessio, dale bo”, ordenó otro, o quizás el mismo, que no le gustaba que Nacional tocar en una banda y pedía el pase a la zona caliente, para el argentino. Y cuando tocaban la pelota atrás, largaba la bronca: “¡Para adelante siempre!”.
En el palco tricolor los dirigentes también iban entrenando en calor. La preocupación era la falta de pelotas, lo que enlentecía el juego, algo que también reclamó Álvaro Gutiérrez. “Dale Jimmy, tienen 15 años y se hacen los vivos”, le gritaron a Álvarez, el cuarto árbitro que estaba de espaldas a los directivos albos, en referencia a los alcanzapelotas.
Rafa García, quien fue reservado por Gutiérrez, llegó minutos antes del arranque y miró el partido junto al Chengue Morales ubicados en primera fila. En tanto, Thiago Vecino arribó con el partido empezado, se ubicó en una de las butacas y saludó con el pulgar para arriba a unas hinchas que le gritaron desde la tribuna.
Los hinchas de Juventud, que llegaron en buen número, también se hicieron sentir en varias ocasiones para manifestar su malestar con el juez Pablo Giménez y sus fallos.
El partido tuvo un momento de confusión cuando quedó lesionado Mauro Fernández en los locales y no aparecía el carrito para retirarlo. La solución fue la tradicional camilla que tuvo que arrimar un asistente pedrense.
Luego llegó el gol de Bergessio, un alivio para los hinchas en un primer tiempo de bajo nivel y que parecía que se iba sin pena ni gloria.
En el entretiempo, los directivos se fueron a la zona donde estaba el catering que brindó Juventud para celebrar la inauguración de su nueva tribuna.
El clima en el sector tricolor cambió con la salida de Bergessio. Hubo preocupación. Hinchas y dirigentes se pararon para aplaudirlo de pie cuando se iba al banco de suplentes, donde fue atendido por la sanidad.
Al promediar el segundo tiempo, los hinchas comenzaron a palpitar el clásico, con canciones de aliento y algunas en referencia a su tradicional rival.
El juego siguió. El arquero Sergio Rochet fue muy aplaudido en cada intervención, también Armando Méndez, quien debutó en los tricolores y en el complemento tuvo sus primeras subidas en el sector que daba a los bolsos, quienes le dieron para adelante y destacaron su físico: “Tá salado”.
La intensidad creció en el final, con Juventud yendo al ataque y Nacional aguantando en su área.
“¡Dale Brian!”, le gritó Mathías Cardacio a Ocampo para pedirle que se enchufara. Y enseguida el juvenil tuvo una gran apilada que no pudo culminar bien.
Fue el propio Cardacio quien se encargó de bajarle el telón al partido con un gol desde afuera del área para el 2-0. La fiesta patria en Las Piedras fue tricolor, luchando hasta el final para llevarse la victoria y preparar el clásico.
