Lacalle internacional, la campaña del FA empezó y otro título que no estaba

Una buena semana para las relaciones internacionales del gobierno

El aire cambió en la región y por eso había expectativa sobre la actitud que tomaría el presidente Luis Lacalle Pou en la cumbre de la Celac de este martes. Además, el encuentro de ese foro creado en 2010 por la izquierda latinoamericana para contrarrestar a la OEA, tendría como estrella al presidente brasileño Lula Da Silva, con quien Brasil volvía a la Celac, abandonada por Jair Bolsonaro. 

Se especuló con que Lacalle Pou asumiría una actitud más tranquila a anteriores intervenciones y que iría más que a hacer planteos, a escuchar. Sin embargo, en su discurso de diez minutos pasó un mensaje contundente y no dejó de esbozar críticas aunque lo hizo con sobriedad. 

Como contó Santiago Soravilla en su cobertura de la cumbre en Buenos Aires, buscó que sus palabras trascendieran y por eso propuso algo concreto: crear una zona de libre comercio entre los 33 países de América Latina y el Caribe. Además, pidió no convertir a la Celac en un “club de amigos ideológicos”, reprochó las miradas “hemisféricas” —que ven en Estados Unidos al responsable de todos los males— y las “hemipléjicas” —que piden respeto por los derechos humanos pero se llaman a silencio ante lo que ocurre en países con afinidad ideológica—. Se cuidó de no mencionar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, como sí lo había hecho en la anterior reunión en México en setiembre de 2021. Allí había tenido un discurso mucho más confrontativo al señalar que Cuba, Nicaragua y Venezuela como países donde “no hay una democracia plena”,” no se respeta la separación de poderes”, “se usa el aparato represor para acallar las propuestas”, “se encarcela a opositores”, y “no se respetan los derechos humanos”.

Al día siguiente, el mandatario fue el anfitrión de Lula en Montevideo, y aunque el centro de la jornada fue Lula, que tuvo tiempo para participar de un acto con la intendenta Carolina Cosse y reunirse con su amigo “Pepe” Mujica, en el gobierno quedaron muy conformes con el encuentro.

Se puede resumir la reunión en que Lula le dijo al presidente lo que quería escuchar. Validó su idea de “modernizar” el Mercosur ya que la consideró “justa”, bajó el tono de su canciller que había sido crítico con Uruguay y le pasó un mensaje de tranquilidad a China al validar en cierto modo lo hecho hasta ahora con el gobierno de Lacalle Pou.  Eso sí, dejó en claro que antes se deberá firmar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea y que Brasil formará parte de las negociaciones con el gigante asiático.

Más allá de que no se puede asegurar que nada de esto tenga resultados concretos y menos que se vean en este período, la política exterior influye en la política interna y el gobierno puede decir que tuvo una buena semana en ese terreno.

La presencia de Lula en Montevideo adelantó la interna del FA

La visita del mandatario brasileño dejó como una de las postales de la jornada a Lula en el balcón de la explanada de la Intendencia de Montevideo alzando la mano de la intendenta Carolina Cosse, que lucía rozagante. El presidente brasileño acababa de recibir el premio “Más verde” por su compromiso con el cuidado del ambiente, y en las breves palabras que dirigió al público no escatimó en elogios para Cosse.
 

Le asiste razón al intendente de Canelones Yamandú Orsi, quien se quejó y cuestionó que se convirtiera en un acto político del Frente Amplio. Aún no oficializados, la interna del FA se encuentra ya polarizada entre Cosse y Orsi y por eso es lógico que atrás de la polémica se dividieran los alineados con uno y otro candidato.
 
Sin embargo, desde la intendencia informaron que se trató de un acto protocolar al que se invitó a representantes de todos los partidos políticos, a la vicepresidenta Beatriz Argimón, ediles y legisladores, entre otros. Las fuentes explicaron que la invitación al acto protocolar se cursó a través de la Embajada de Brasil en Uruguay el 9 de enero, al día siguiente el embajador Marcos Raposo Lopes, confirmó que había elevado la propuesta a Presidencia del Brasil, el 18 de enero representantes de Protocolo de Cancillería de Itamaraty se reunieron con jerarcas de la IM, entre ellos Cosse y en días posteriores se terminó de definir los detalles del acto que incluía un saludo “al pueblo uruguayo”.
 
No se puede negar que la intendenta actuó con inteligencia política al mecharse en la agenda de Lula en Montevideo y organizar ese acto. ¿Era previsible que se transformara en un acto frenteamplista? Sí. Pero no se puede decir que fuera organizado por el partido. Si la militancia se subió a convocar y llenó la explanada no es responsabilidad de Cosse que siguió los pasos protocolares. Gol para Carolina.

Otro título académico que se invocó sin existir

Foto: Leonardo Carreño.

Ministro de Ambiente Adrián Peña

No puedo cerrar este análisis sin comentar el hecho político que marcó el fin de la semana luego de que Búsqueda informara que el ministro de Ambiente, Adrian Peña, se presentó como licenciado en Administración de Empresa cuando no tenía el título.
 
Peña dio una conferencia de prensa en la que señaló que no quiso engañar a nadie, asumió que cometió un error, se disculpó y dijo que le había explicado la situación al presidente Lacalle Pou, en la noche del miércoles, luego de haber sido consultado por el semanario.

Según su versión con sus explicaciones el presidente dio por cerrado el episodio. Su sector lo apoyó pero también recibió críticas por la falta y su conducta será evaluada por la Comisión de Ética del Partido Colorado.
 
Si bien su caso es muy distinto al de Raúl Sendic, del que informó El Observador en febrero de 2016, es inevitable recordarlo. En el caso de Sendic, directamente no existía la carrera de Genética Humana en la que decía haberse licenciado con honores -Peña si se recibió-. Además, lejos de pedir disculpas y reconocer el error, siguió manteniendo que el título existía y lo mostraría, cosa que nunca hizo.
 
En aquella oportunidad el Frente Amplio puso muy baja la vara ética al defender a Sendic y hacerlo renunciar al cargo de vicepresidente recién un año y medio después de revelada su mentira, cuando quedó contra las cuerdas por los episodios del uso indebido de las tarjetas de crédito de Ancap.
 
Se puede decir que no son episodios comparables y que no amerita que renuncie por un error admitido. Depende con quién se compare. Es ultra mencionado el caso de la viceprimer ministra sueca, Mona Sahlin, que renunció luego de haber comprado con su tarjeta corporativa chocolates por US$ 35. Cada país y cada gobierno elige dónde poner la vara de la ética.