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Lacalle Pou, el “peor error humano” y un hallazgo que alivia al gobierno
Cada vez que la tierra nos revela el horror de la dictadura militar a través de los restos de un desaparecido, el impacto de una muerte bestial confirmada, y la alegría triste del encuentro de esos huesos con los familiares que los buscan desde hace décadas, dejan en un segundo plano cualquier valoración de eso que comúnmente llamamos “política”.
Pero resulta imposible desatender las connotaciones, que más allá de lo humano, conlleva el hallazgo concretado este martes en el Batallón de Infantería 14 de restos óseos de lo que parece ser una de las 197 personas desaparecidas en Uruguay.
La búsqueda de los cuerpos que más revelan la infamia del gobierno militar, comenzó durante el gobierno colorado de Jorge Batlle quien, a través de la Comisión para la Paz, intentó contar con el testimonio de militares y lanzó una investigación que propició el reencuentro del poeta Juan Gelman con su nieta Macarena. Durante su gobierno también fueron identificados los restos de Roberto Gomensoro, cuyo cuerpo permanecía anónimo desde 1973 en el cementerio de Tacuarembó.
Fueron los frenteamplistas Tabaré Vázquez y José Mujica quienes pusieron más empeño en la búsqueda de desaparecidos y esas investigaciones propiciaron el hallazgo de los restos de Ubagésner Chávez Sosa y Fernando Miranda (2005), Julio Castro (2011), Ricardo Blanco (2012) y Eduardo Bleier (2019).
La llegada de los blancos al gobierno en 2020 estuvo precedida por unas polémicas declaraciones del presidente Luis Lacalle Pou, quien en la campaña hacia las elecciones de 2014 dijo que, si por él fuera, no continuaría con la búsqueda de los desaparecidos.
Ya electo mandatario, Lacalle Pou reconoció que, con esas afirmaciones, había cometido “el peor error humano” de su vida.
“Dije lo que yo pienso, que hay que dar vuelta la página, lo sigo sosteniendo. Pero no soy quién para ponerme en los zapatos de aquella persona que está buscando a su hijo, su nieto, su sobrino y decirle que el Presidente de la República o que el Estado no lo va a buscar más, porque ese es un tema del corazón y ahí cometí un error humano que hasta el día de hoy me pesa. Después pedí disculpas pero el error ya estaba cometido”, afirmó.
Las disculpas y el reconocimiento del error no fueron suficientes para que Lacalle se ganara cierta confianza de la organización de familiares de desaparecidos ni para que desde el Frente Amplio cesaran las críticas hacia el mandatario a quien reclaman que le preste mayor atención al asunto.
El hallazgo de los huesos aparecidos este martes en el Batallón 14 lejos está de permitirle a Lacalle Pou celebrar el hecho como un triunfo de la actual administración, puesto que la búsqueda más minuciosa de los restos de desaparecidos comenzó, como fue dicho, durante los gobiernos frenteamplistas.
Pero los restos descubiertos este martes le permiten, en los hechos, reparar aquel “error humano” cometido con las palabras.
Algo de eso dijo el ministro de Defensa, Javier Garcia, quien llegó hasta el batallón para conocer los detalles del hallazgo.
“Desde el día que asumió este gobierno se comprometió a trabajar por la paz de los uruguayos. Ratificamos ese compromiso y eso implica seguir trabajando con discreción. Nunca habrá paz total hasta que no haya paz en esos hogares”, afirmó.
Acerca de los dramáticos asuntos derivados de la dictadura, el presidente Lacalle Pou ha elegido atender aquellos versos del Martín Fierro que dicen “…y sepan que olvidar lo malo también es tener memoria”.
Pero de confirmarse que los restos encontrados este martes pertenecen a un desaparecido, nadie de los que escriban la futura historia podrá afirmar que su presencia en el poder fue un obstáculo para que, desde los los huesos, los desaparecidos cuenten su verdad.
