Las razones por las que Manini Ríos es el más comprometido en el caso Gavazzo

Lo dijo públicamente y lo reiteró ante el fiscal que investiga la presunta omisión o demora en denunciar el relato de Gavazzo de parte del ex comandante en jefe del Ejército, así como del presidente Tabaré Vázquez, el secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma, y los seis militares que integraron los tribunales que juzgaron la conducta de Gavazzo y Jorge "Pajarito" Silveira en los hechos conocidos como el "segundo vuelo" en 1976.

Pero según dijeron fuentes del caso a El Observador, el candidato a presidente por Cabildo Abierto es el más comprometido en la investigación y hasta el momento no presentó ninguna prueba o testimonio que respalde la versión de que avisó personalmente a Menéndez –fallecido en abril– que el tribunal militar había suspendido sus actuaciones en junio de 2018 luego de que Gavazzo confesara que había arrojado el cuerpo de Roberto Gomensoro a las aguas del río Negro en 1973. Esto último fue confirmado por uno de los abogados del general, Marcos Pacheco.

Manini Ríos relató de esta manera, durante una entrevista con el programa radial Fuentes confiables a principios de abril, el encuentro que no ha podido probar: "Normalmente, en mi actividad me reunía con el señor ministro de Defensa semanalmente, a veces más de una vez por semana, y en una de esas reuniones le comento esto: nuestra percepción de que era una chicana de Gavazzo y que íbamos a seguir porque lo íbamos a condenar".

Según Manini Ríos, él le habría informado al ministro que los militares de ese Tribunal de Honor –Gustavo Fajardo, José González y Alfredo Erramún– habían aplicado el artículo 77 del reglamento que rige ese ámbito, y que establece que cuando se escuchan declaraciones que contengan “la presunción de un delito, común o militar", el presidente del tribunal debe comunicar  "de inmediato al superior que corresponda", y suspender las actuaciones.

"Yo no le voy a decir que el ministro me dijo explícitamente: 'Sí, estoy de acuerdo', pero tampoco yo le solicité órdenes (de) si sigo o no sigo", dijo Manini Ríos, y agregó que él "ya le había dispuesto al tribunal" que siguiera con el proceso –que culminó con el pase a reforma de Gavazzo y Silveira por no informar a la Justicia que en 2010 había un militar preso siendo inocente–, y evitar así la demora que hubiera supuesto esperar la intervención de la justicia penal.

Que el candidato a presidente no presentó pruebas de esa conversación fue algo también reconocido por el penalista Marcos Pacheco, que defiende al general junto con Juan Carlos Fernández Lecchini.

Ante la consulta específica de El Observador sobre si había elementos que probara el diálogo entre ambos –relatado por el propio Manini Ríos–, y que todavía no habían sido presentados, contestó: "No. El trato era mano a mano". Pero además aseguró que no considera necesario probar esa conversación, porque en su criterio la confesión de Gavazzo no tiene valor jurídico, ya que se trata de un delito que fue investigado por la Justicia en una causa que terminó con el sobreseimiento de Gavazzo. "¿Cómo iba a denunciar un delito de un caso que había terminado sobreseído? Es como llover sobre mojado", dijo.

La absolución aludida, no obstante, ya fue anulada por la jueza Naama Cóccaro, a pedido del fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, luego de que El Observador difundiera a fines de marzo la confesión del extorturador.

Sin informar

Este martes, cuatro integrantes del Ministerio de Defensa fueron interrogados por los defensores del general y la respuesta de los testigos fortaleció la línea del fiscal Rodrigo Morosoli, que presenció el interrogatorio: insistieron que Menéndez no estaba al tanto de la confesión de Gavazzo, por lo menos hasta que recibió el expediente, meses después. Los tres asesores y el exsubsecretario de la cartera –Daniel Montiel–, también declararon que ellos no tenían responsabilidad en la demora de la denuncia ni obligación de denunciar a la Justicia.

Manini Ríos se ha defendido, asimismo, con el argumento de que las actas con las declaraciones de Gavazzo fueron entregadas en febrero al ministro Menéndez, junto con todo el expediente. Sin embargo, evitó consignar ese punto en un informe que presentó aparte –y que luego también recibió el presidente Vázquez–, con algunas conclusiones del caso y menciones a otros temas, como fuertes críticas a las actuaciones de la Justicia contra algunos militares que actuaron en dictadura, y que le valió su destitución como comandante en jefe el 12 de marzo.

De todas formas, fuentes de la investigación dijeron a El Observador que Morosoli no considera como "informar" el hecho de que Manini Ríos entregara un expediente que contenga la denuncia de un delito.

Por el momento, la fiscalía continúa recabando información antes de definir si solicitará a la Justicia que se inicie un proceso penal contra Manini Ríos –y algunos de los otros indagados– o si archiva el caso. Si resuelve hacer lo primero, deberá probar que el general incurrió en la omisión o retardo en la denuncia de cualquier ilícito "de que tuviere conocimiento por razón de sus funciones", como está descrito en el artículo 177 del Código Penal.

El excomdandante en jefe del Ejército deberá demostrar también que el tribunal suspendió sus actuaciones luego de la revelación del extorturador. El ministro de Defensa que ocupó el lugar de Menéndez, José Bayardi, dijo el 10 de abril que Manini Ríos no dejó constancia sobre eso.

"Nosotros fuimos a ver si estaba en el expediente las constancias de haber detenido las actuaciones del tribunal de honor, de haber informado al mando superior, en este caso al general Manini Ríos, y preguntado particularmente a las autoridades ministeriales –que habían cesado– si había sido comunicado oralmente al señor ministro (Jorge Menéndez), o al señor ministro interino (Daniel Montiel), nos enteramos de que nunca fue comunicada la noticia criminal", dijo Bayardi en rueda de prensa en esa oportunidad.